El informe elaborado por la empresa italiana Geodata para la construcción del proyecto hidroeléctrico del Bala no tenía el objetivo de ver si éste se desarrollaba o no, sino identificar cuál era la opción que provocaba menos daño ambiental.
El estudio de identificación, obtenido por ANF y Fundación Solón, tomó como referencia el peor escenario posible, que hubiera generado una inundación de 3.835 kilómetros cuadrados según una idea de 1958, para luego decidir la opción “menos mala”.
La ficha ambiental del Bala, también realizada por Geodata, establece en su resumen ejecutivo que fueron analizadas cuatro opciones para ver dónde podían ser emplazadas las represas: Beu, Chepete, Bala y Susi.
El Gobierno optó por dos represas en cascada (una grande en Chepete y otra pequeña en el estrecho del Bala) porque sería la opción que provocaría menos inundación que las otras alternativas.
El punto de referencia de todas las opciones fue siempre el escenario más catastrófico que era construir una megarepresa en la angostura de El Bala hasta la cota de 400 metros de altitud, recordó la Fundación Solón. Era la propuesta de un estudio de prefactibilidad del año 1958 que comprendía la construcción de una represa de 202 metros de altura y la inundación señalada de 3.835 kilómetros cuadrados, un área enorme, que representaría el 44% de la superficie del lago Titicaca.
La opción seleccionada por el Gobierno fue entonces construir una represa en el Chepete de 158 metros de altura y otra en El Bala, de 22 metros. Este proyecto se construiría por partes, primero la represa del Chepete y 10 o 15 años después la del Bala.
En esta alternativa el área de inundación máxima de los dos embalses sería de 677 kilómetros cuadrados en el Chepete y 94 kilómetros cuadrados en El Bala.
La ficha ambiental del Bala, también realizada por Geodata, establece en su resumen ejecutivo que fueron analizadas cuatro opciones para ver dónde podían ser emplazadas las represas: Beu, Chepete, Bala y Susi.
El Gobierno optó por dos represas en cascada (una grande en Chepete y otra pequeña en el estrecho del Bala) porque sería la opción que provocaría menos inundación que las otras alternativas.
El punto de referencia de todas las opciones fue siempre el escenario más catastrófico que era construir una megarepresa en la angostura de El Bala hasta la cota de 400 metros de altitud, recordó la Fundación Solón. Era la propuesta de un estudio de prefactibilidad del año 1958 que comprendía la construcción de una represa de 202 metros de altura y la inundación señalada de 3.835 kilómetros cuadrados, un área enorme, que representaría el 44% de la superficie del lago Titicaca.
La opción seleccionada por el Gobierno fue entonces construir una represa en el Chepete de 158 metros de altura y otra en El Bala, de 22 metros. Este proyecto se construiría por partes, primero la represa del Chepete y 10 o 15 años después la del Bala.
En esta alternativa el área de inundación máxima de los dos embalses sería de 677 kilómetros cuadrados en el Chepete y 94 kilómetros cuadrados en El Bala.
http://elpaisonline.com/index.php/2013-01-15-14-16-26/nacional/item/224971-informe-sobre-el-bala-analizo-que-opcion-era-la-menos-mala
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