lunes, 29 de febrero de 2016

Monsanto, una empresa para la muerte (Parte I)


Barómetro Internacional


Defoliantes, agente naranja, Espartame azotan la humanidad

En esta nueva entrega analizaremos, más de un siglo de la historia de Monsanto. Esta cronología nos ayudará a conocer la historia, la formación y el crecimiento de Monsanto, necesaria para entender cómo esta multinacional ha llegado a su posición actual. Por qué nuestros gobiernos eligen ignorar, lo que cualquiera ciudadano puede saber, a través los modernos mecanismos de información y comunicación.
Ya que hoy actualmente denunciamos, por ejemplo, algunos productos como los PCB´s, prohibidos en prácticamente todo el planeta desde 1980, se sigan utilizando e inundando con su contaminación a varios países de América del Sur. Por qué dejan nuestra alimentación en manos de los responsables del Agente Naranja.
¿Será que en Japón, Suecia, Alemania, Francia y otros 40 países son ignorantes? ¿Ellos están atrasados tecnológicamente? ¿Los atrasados somos nosotros? ¿O será que nuestros gobernantes nos sacrifican?
Es sorprendente la historia de esta multinacional e incomprensible que, después de tantas usos de su productos venenosos, siga produciendo y mercantilizando sus productos a costa de nuestras vidas. Vamos hacer un breve resumen de la historia de Monsanto en esta primera parte.
1901: La empresa es fundada por John Francis Queeny, un miembro de los Caballeros de Malta, un veterano farmacéutico con treinta años de experiencia, casado con Olga Méndez Monsanto. El primer producto de la empresa es sacarina química, que se vende a Coca-Cola como un edulcorante artificial.
En 1920 Monsanto se expande en productos químicos industriales y drogas, convirtiéndose en el mayor fabricante del mundo de la aspirina, ácido acetilsalicílico (tóxico por supuesto).
1930: Crean de su primera semilla de maíz híbrido y se expande en detergentes, jabones, productos de limpieza industrial, cauchos sintéticos y plásticos.
1940: Se inician las investigaciones sobre el uranio, que se utilizará para la primera bomba atómica del Proyecto Manhattan, que más tarde sería lanzada sobre Hiroshima y Nagasaki, matando a cientos de miles de japoneses, militares de Corea y los Estados Unidos y envenenando a millones de personas. Esta compañía continúa con su ecocidio mediante la creación de pesticidas para la agricultura que contienen una dioxina mortal, que envenena a los suministros de alimentos y agua.
1950: Estrechamente alineado con The Walt Disney Company, Monsanto crea varias atracciones en Tomorrowland de Disney, glorificando productos químicos y plásticos.
1960: Monsanto, junto con DOW Chemical, produce el Agente Naranja dioxina para su uso en la invasión de Vietnam por parte de los EEUU..
1970: El socio de Monsanto, GD Searle, produce numerosos estudios internos que pretenden aclamar que el aspartamo (edulcorante) es seguro, mientras que la propia investigación científica de la FDA revela claramente que el aspartamo causa tumores y agujeros masivos en los cerebros de las ratas de laboratorio.
1980: En medio de la investigación indiscutible que revela los efectos tóxicos de aspartamo y como entonces comisionado de la FDA, Dr. Jere Goyan estaba a punto de firmar una ley para mantenerlo fuera del mercado, Donald Rumsfeld llama a Ronald Reagan pidiendo un favor al día siguiente de asumir el cargo. Reagan despide del cargo a Goyan. Y nombra Dr. Arthur Hayes a la cabeza de la FDA, que luego rápidamente inclina la balanza. a favor de Searle y NutraSweet, aprobado para el consumo humano estos productos. Esta aprobación de la Casa Blanca se convierte tristemente en algo irónico, ya que Reagan, entusiasta de los dulces y edulcorantes, más tarde sufre de Alzheimer durante su segundo mandato, uno de los muchos efectos terribles del consumo de aspartamo.
1990: Monsanto gasta millones derrotando a la legislación estatal y federal que no permite que la corporación continúe volcando dioxinas, pesticidas y otros venenos que causan cáncer en los sistemas de agua potable. Independientemente, son demandados en innumerables ocasiones por causar enfermedades en sus trabajadores de la planta, y a las personas de las zonas aledañas y por los defectos de nacimiento en los bebés de los alrededores.
2000: En ese momento Monsanto controla la mayor parte del mercado mundial de los GMOs. A su vez, el gobierno gasta cientos de millones para financiar las fumigaciones aéreas de Roundup, causando devastación ambiental masiva. peces y animales, personas, mueren por miles. Producto de enfermedades respiratorias y muertes por cáncer, de miles de seres humanos. Pero todo esto se considera una coincidencia inusual por lo que la fumigación continúa.
Si pensabas que Monsanto y la FDA eran una y la misma cosa, se puede añadir al gobierno de los EEUU a esa lista, de depredadores humanos. De esta manera el monstruo de la muerte, se hace más grande Monsanto se fusiona con Pharmacia & Upjohn, a continuación, se separa de su negocio químico y cambia el nombre a sí misma como una empresa agrícola. Sí, es cierto, una empresa química, cuyos productos han devastado el medio ambiente, mató a millones de personas y la vida silvestre en los últimos años. Ahora quiere que creamos que producen alimentos seguros y nutritivos que no va a matar a la gente más tiempo. Esa es una muy difícil de vender, por lo que continúan creciendo, a través de fusiones y alianzas secretas.
Para colmo de males del mundo, Monsanto y sus socios criminales Archer Daniels Midland, Sodexo y Tyson Foods, escriben y patrocinan la conocida “Ley de Modernización de Seguridad Alimentaria de 2009: HR 875”. Esta ley criminal da a las granjas corporativas el monopolio de vigilar y controlar todos los alimentos cultivados en cualquier lugar de EEUU, incluso en el propio patio trasero de cualquier ciudadano, y aplica duras sanciones y penas de cárcel para aquellos que no utilizan productos químicos y fertilizantes. ¿Cuál fue la reacción del presidente Obama ante esta ley? Dio su plena aprobación.
Con esta Ley, Monsanto afirma que sólo los alimentos transgénicos son alimentos seguros y que los alimentos orgánicos de cosecha propia, potencialmente propagan enfermedades y que, por lo tanto, su existencia debe ser regulada para garantizar la seguridad del mundo.

Por si eso fuera poco, Monsanto ha elaborado la conocida como Resolución Continua HR 933, también conocida como Ley de Protección de Monsanto, que Obama convirtió también en ley obedientemente. Esta ley implica que no importa cuán dañinos sean los cultivos transgénicos de Monsanto y no importa cuánta devastación causen en el país, pues los tribunales federales no podrán impedir que sigan siendo utilizados en cualquier lugar que Monsanto elija. Dicho de otra manera, Obama firmó una disposición que pone a Monsanto por encima de cualquier ley y que la hace más poderosa que al propio gobierno, lo que indica claramente quién gobierna en realidad los EEUU.
Esto puede parecer un problema exclusivamente norteamericano, pero con el impulso de los tratados TPP y TTIP que otorgan un poder casi ilimitado y por encima de la ley a grandes compañías como Monsanto, pronto será un problema para todo el mundo.
Sin embargo, nadie puede negar que la maldad de Monsanto haya causado tanto rechazo, que muchos países siguen condenando a Monsanto por crímenes de lesa humanidad y algunos de ellos han prohibido por completo sus productos.
El mundo ha comenzado a despertar ante el hecho de que este monstruo corporativo se ha propuesto obtener el control total sobre la producción mundial de alimentos y visto su historial de muerte y devastación, eso sería tanto como entregarle el poder del mundo al mismísimo satán.
Como curiosidad conspirativa, añadiremos que gente como los masones y otras sociedades esotéricas, asignan números a cada letra y que en la Gematria Inglesa, “Monsanto” equivale, nada más y nada menos, que al número del diablo: 666.

Los contenidos de los análisis publicados por Barómetro Internacional, son responsabilidad de los autores.
Fuente original: http://www.barometrointernacional.com.ve/2016/02/24/monsanto-una-empresa-para-la-muerte-parte-i/

  


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sábado, 27 de febrero de 2016

Movimiento slow contra la inmediatez capitalista

Movimiento slow contra la inmediatez capitalista

El Salmóm Contracorriente


La educación ambiental, la educación para la salud y la educación en la justicia social son vitales a la hora de concienciar sobre los beneficios de un consumo lento. En sus orígenes, el movimiento slow fue un fenómeno más bien contestatario frente a la “americanización” de la gastronomía europea. La tecnología y una planificación urbanística adecuada son unos aliados que pueden ser de gran utilidad para poder disfrutar de una vida lenta, que nos permita saborear cada segundo de nuestras vidas.
En 1986 el periodista italiano Carlo Petrini vio como en la emblemática Plaza de España de Roma, repleta hasta ese momento de tiendas de productos locales se inauguraba la primera tienda de una cadena de comida rápida estadounidense. La comida rápida había llegado al corazón de Italia, un país que se caracteriza por su gastronomía particular y muy arraigada en la sociedad. En ese momento nace el movimiento slow en su variante de comida, el slow food.
En sus inicios este movimiento tenía el fin de impedir que la comida rápida acabara sustituyendo a la comida tradicional, y endémica en muchos casos, italiana. Conservar las comidas tradicionales no solo implica conservar una gastronomía, sino conservar también aquellas especies animales y vegetales de las que se nutre ésta. Hoy en día, por ejemplo, las especies ganaderas que no son rentables en este modelo se encuentran al borde de su desaparición. Un ejemplo es la raza sayaguesa de bovino, característica de la comarca de Sayago (Zamora). Gracias a nuevas iniciativas emprendedoras se ha conseguido frenar su desaparición, aunque todavía sigue estando en peligro de extinción.
Decía que al principio fue un movimiento más bien contestatario frente a la “americanización” de la gastronomía europea (entendiendo como americanización el consumo rápido y de productos de poca calidad propio de la cultura estadounidense), pero sin embargo a medida que pasó el tiempo, y especialmente en la última década, el movimiento se ha transmitido a otros ámbitos igualmente afectados por la invasión de lo rápido. Así, fueron las ciudades el segundo ámbito en sumarse a este movimiento, denominado cittaslow. Estas ciudades, normalmente con una población que no supera los 50.000 habitantes, se caracterizan por organizar su vida en torno a las plazas, que consideran como núcleos que funcionan como puntos de encuentro de la población. Sin embargo, no son plazas por las que transiten coches, ruidosas o contaminadas, son plazas peatonales, donde la gente pueda pasear y, si lo desea, observar productos y comprarlos, ya que en estas plazas suelen abundar las pequeñas tiendas de comercio local y de vez en cuando también se celebra algún mercado temporal con los productos típicos de la zona. En estas ciudades la planificación urbanística y las políticas ambientales son puntos clave, aumentando la calidad de vida de los ciudadanos. Por tanto, son ciudades que conservan lo tradicional pero mejorando los problemas aplicando la modernidad.
Uno de los últimos ámbitos en el que este movimiento ha conseguido una gran aceptación es el mundo de la moda. Acostumbrados al consumo rápido con prendas que prácticamente se desechan al final de cada temporada, nuevas marcas han surgido con el fin de promover un consumo de ropa alejado de la inmediatez y la alta variabilidad de las modas. Es el slow fashion. Estas marcas apuestan por prendas de autor, realizadas con tejidos de calidad, en muchos casos ecológicos, y fabricados de una forma socialmente justa.
Sin embargo, y a pesar de que en el caso de las ciudades lentas o en el sector de la moda sí existen agrupaciones de municipios, normalmente el movimiento slow se caracteriza por no estar regido por unas normas concretas, ni por la existencia de ningún tipo de certificación. Surgen de manera espontánea por iniciativas locales que pueden tener un mayor o menor alcance. Por ejemplo, en las ciudades de gran tamaño pueden quedar restringidas a ciertos barrios, o aparecer diseminadas por la ciudad. No obstante, no debemos verlo como movimientos aislados, sino tener en cuenta que parten de unas inquietudes comunes: el respeto al medio ambiente y a lo local, la justicia social y la eficiencia en el uso de recursos. También se evita todo lo relacionado con la producción en serie y se sustituye por la creatividad, la innovación y la adaptación a las características específicas del entorno.
Por desgracia, en ciertas ocasiones este movimiento (como está ocurriendo también en el caso de los productos ecológicos, que forman parte también de éste) está siendo adoptado por personas con un nivel adquisitivo medio o medio-alto y cuya consecuencia directa es la elevación de los precios, empezando a adquirir cierto carácter elitista. Esto, sin duda, no es nada bueno si lo que se desea es que prevalezca la cultura autóctona, tradicional, la ligada a la lentitud de la creatividad y la meticulosidad. Necesitamos que la filosofía se extienda a todas las capas sociales, que se democratice su acceso. Un ejemplo muy claro es la relación entre la obesidad y la renta de las familias en Estados Unidos. Ahí, se está viendo cómo la obesidad, especialmente la infantil, es mayor cuanto menor es el nivel de renta familiar. La explicación es muy sencilla, su bajo precio y facilidad de acceso. Mientras que en cada esquina de Estados Unidos hay un negocio de comida rápida, los barrios más deprimidos son auténticos desiertos de frutas y verduras, donde para encontrar algún producto de este tipo es necesario invertir tiempo de viaje y recursos económicos.
Sin embargo, hay alternativas que pueden contribuir a la extensión del movimiento slow a las capas sociales con menos recursos. Por un lado la educación ambiental, la educación para la salud y la educación en la justicia social son vitales a la hora de concienciar sobre los beneficios de un consumo lento. Por otro lado, esto no es posible sin una adecuada planificación urbanística. Necesitamos remodelar nuestras ciudades, creando espacios de encuentro donde poder intercambiar experiencias y fomentar las relaciones sociales, donde se restrinjan las grandes superficies comerciales en favor del pequeño comercio. Crear barrios dormitorio, calles sin pequeños comercios, sin espacios de reunión de la comunidad o sin parques a lo único a lo que conducen es al aislamiento y el egoísmo, porque uno de los pilares básicos de un consumo lento es la solidaridad con los productores, con el entorno natural y con las generaciones futuras.
Por otra parte, es complicado invertir tiempo en comprar en las tiendas, en la preparación de la comida cuando se trabaja todo el día y se tiene muy poco tiempo para disfrutar fuera del trabajo. Es por ello por lo que el movimiento slow debería aplicarse a todos los ámbitos de la vida, ya que si el trabajo te permite tener tiempo libre ello te facilitará hacer la compra, cocinar, dar un paseo… en definitiva, disfrutar de los pequeños momentos de la vida, aprovechándolos y evitando así esa sensación de vacío que produce el consumo rápido de “usar y tirar”. La tecnología y una planificación urbanística adecuada son unos aliados que pueden ser de gran utilidad para poder disfrutar de una vida lenta, que nos permita saborear cada segundo de nuestras vidas.
Quiero volver al inicio de este pequeño artículo, a la Plaza de España de Roma. Por razones de trabajo me encuentro viviendo temporalmente en Roma y es sorprendente ver cómo en esta plaza no hay negocios de consumo rápido, sino que ahora la Plaza está rodeada de tiendas de alto nivel como Valentino, Prada… No es un consumo rápido, pero tampoco es socialmente justo. Se trata de una perversión del consumo lento. Sin embargo, algo de esperanza albergo cuando caminando por las calles de Roma es tan complicado encontrar un local de una famosa conocida marca de coMida rápida que para que la encuentres fácilmente tiene carteles indicadores distribuidos por algunas de las principales calles de la ciudad. Es, sin duda, una pequeña victoria.

Fuente original: http://www.elsalmoncontracorriente.es/?Movimiento-slow-contra-la



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El problema de la obsesión con el crecimiento


El Salmón Contracorriente


La mayoría de los líderes globales parecen estar convencidos de que el crecimiento económico es la panacea para todos los problemas sociales.
Sin embargo, abundan las conexiones entre la adicción al crecimiento económico, la gravísima crisis ecológica, el aumento global de la desigualdad y la degradación de las prácticas democráticas.
Desafortunadamente, estos temas se suelen explorar de manera fragmentada y, a menudo, son manipulados o malinterpretados con el fin de apoyar argumentos preconcebidos o ideologías de diversa índole. En realidad se trata de procesos profundamente interconectados que no pueden entenderse sin atender a sus relaciones sistémicas. Numerosas investigaciones recientes en ciencias sociales y ecológicas han procesado cantidades ingentes de datos cuyos resultados iluminan dichas conexiones.
Límites de la biosferaEstudios en ciencias sociales sugieren que, en los países ricos, el crecimiento económico no contribuye necesariamente a mejorar el bienestar social. Sin embargo, la reducción de la desigualdad es la manera más eficaz para resolver problemas sociales tales como violencia, criminalidad, número de prisioneros per cápita, obesidad y enfermedad mental. Además, la reducción de la desigualdad también mejora el rendimiento escolar, aumenta la esperanza de vida de la población e incrementa los niveles de confianza y movilidad social.
Estudios comparativos en epidemiología demuestran que las sociedades con menos desigualdad salarial obtienen mejores resultados en todos los aspectos mencionados, independientemente de su producto interior bruto (PIB). Por otra parte, en su libro reciente Capital en el siglo XXI, el economista francés Thomas Piketty ha recopilado y procesado montañas de datos para mostrar cómo, históricamente, el capitalismo desregulado tiende a aumentar la desigualdad y a dificultar las prácticas democráticas. Por ello, la prioridad de una política social coherente debería de ser reducir la desigualdad social, no aumentar el PIB.Paralelamente, el desarrollo reciente de la ciencia del sistema terrestre pone de manifiesto el hecho de que la frenética actividad económica humana ya ha transgredido varios límites ecológicos planetarios que ponen a la humanidad en una situación de riesgo inaceptable, cuyas consecuencias ya están resultando devastadoras en algunas regiones. Desde varias disciplinas académicas se sugiere que estamos inmersos en una nueva época geológica, el antropoceno, debido a que la actividad humana está transformando drásticamente todos los sistemas de la Tierra. Dicha transformación, además de acelerar la extinción masiva de especies o el cambio climático en curso, podría comprometer la continuidad de la civilización humana tal cual la conocemos hoy en un plazo de tiempo no muy largo. Numerosos informes insisten en que si los seres humanos no modifican su manera de relacionarse con el planeta las consecuencias inminentes serán probablemente nefastas.
Nuevo marco conceptualSi consideramos todas estas aportaciones recientes de las ciencias sociales y ecológicas de manera integrada sacaremos la siguiente conclusión: el crecimiento económico constante en el marco de una biosfera finita es una imposibilidad biofísica, por lo que cuanto más rápido crece la economía más rápido colapsan los sistemas vivos del planeta. Además, dicho crecimiento económico, en el contexto de políticas neoliberales, aumenta la desigualdad social y dinamita los procesos democráticos amplificando así otros problemas sociales que erosionan el bienestar de las comunidades humanas.
En resumidas cuentas, hemos creado un sistema económico disfuncional que, cuando funciona acorde con su propia lógica de aumentar el ritmo de producción y consumo, destruye los sistemas vivos de los que depende, pero que cuando no crece lo suficiente se vuelve socialmente insostenible. ¡En un juego con semejantes reglas es imposible no perder!
La buena noticia es que romper con esta espiral de desastre social y ecológico podría ser (teóricamente) más fácil de lo que pensamos. No haría falta ni un milagro tecnológico ni colonizar nuevos planetas, bastaría con cambiar el marco de referencia.
Asumamos por un momento que todas las personas estamos de acuerdo con tres premisas básicas:
  • La biosfera contiene todos los sistemas vivos del planeta.
  • Los humanos son una de las múltiples especies contenidas por la biosfera y dependientes de su adecuado funcionamiento.
  • Un sistema económico es (o debería ser) un instrumento que los humanos emplean para organizar sus sociedades de manera funcional.
Si nos basamos en dichas premisas resulta obvio que la economía es un subsistema de la biosfera y no al revés. La economía convencional es disfuncional porque asume que los ecosistemas y las sociedades deben adaptarse a la economía de mercado. En cambio, si comenzáramos a organizar nuestras prioridades según la realidad biofísica, en vez de hacerlo según las demandas del mercado, quedaría claro que nuestro sistema económico dominante es absurdo, dado que destruye los ecosistemas que son la fuente de su riqueza.
Alternativas a la obsesión con el crecimientoUna economía con sentido común debería organizar la actividad humana de tal forma que incremente el bienestar social al tiempo que respete los límites ecológicos. En un modelo económico deseable y sostenible el objetivo principal sería facilitar el bienestar de las comunidades y los ecosistemas, no la acumulación de capital.
A nivel global la humanidad no puede permitirse más crecimiento económico desbocado y asimétrico. De hecho deberíamos reducir el flujo de energía y materiales movilizado por la economía global en, por lo menos, un tercio para ser sostenibles. Sin embargo, esa reducción biofísicamente inevitable del crecimiento global no significa que ciertas regiones o grupos no deban alcanzar un nivel de vida digno. Todo lo contrario, es la condición indispensable para que haya justicia medioambiental.
Una vez que quedan reconocidos los límites biofísicos y sociales del crecimiento económico, el siguiente paso sería adoptar la economía ecológica como el instrumento adecuado para alcanzar los nuevos objetivos. No hace falta comenzar de cero, pues ya existen numerosas fuentes sobre el tema y un número significativo de activistas e investigadores promoviendo teorías y prácticas relacionadas con decrecimientopost-desarrollopost-extractivismoeconomía del bien común, buen vivir, etc.
Desde estas perspectivas se exploran y analizan diversas políticas diseñadas explícitamente con el fin de reducir el consumo superfluo de materiales y energía, al tiempo que se generan comunidades más justas, vivibles y sostenibles para todas las personas. Algunas de estas políticas se han puesto en práctica de manera muy exitosa en algunas regiones y municipios a pesar de las presiones neoliberales a nivel nacional y global. Muchas de ellas son bastante simples y no requieren de grandes macro-estructuras ni inversiones, sino de comunidades participativas. Es decir, que ya existen las políticas económicas (en la teoría y en la práctica) para vivir en comunidades deseables, justas y sostenibles. Pero para que sean implementadas a mayor escala hay que abandonar las omnipresentes fantasías neoliberales que tanto políticos como economistas ortodoxos perpetúan. Asimismo se debe dejar de priorizar el crecimiento económico sobre la sostenibilidad ecológica y social. Precisamente todo lo contrario a lo que recomienda la Troika y a lo que ha estado haciendo el gobierno de España. Así nos va.

La versión inglesa de este artículo se publicó originalmente en The Conversation en abril del 2015.
Luis I. Prádanos es profesor en la Miami University. Se pueden encontrar sus trabajos en el siguiente enlace.




Fuente original: http://www.elsalmoncontracorriente.es/?El-problema-de-la-obsesion-con-el




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El pescado de Fukushima tiene otro sabor




AFP


Los peces que Satoshi Nakano pesca con sus redes no tienen el mismo sabor. La vida era muy distinta antes de la catástrofe de Fukushima, el 11 de marzo de 2011.
En cinco años, Satoshi ha vivido momentos de duda, de rencor, de desolación y de resignación. A finales de 2013, la pesca se reanudó, pero a otro ritmo.
"La reglamentación fijada por el Estado no nos prohíbe técnicamente pescar (salvo a menos de 20 kilómetros de la central); limita la distribución. El tema es saber en qué estado está el pescado de la prefectura de Fukushima", explica a la AFP este responsable del sindicato de pesca de Onahama, a unos 50 kilómetros de las instalaciones nucleares devastadas.
Él y sus colegas zarpan dos veces por semana para analizar unas 70 especies de peces. Sólo se venden los que presenten un nivel de radiactividad cuatro veces inferior a la norma establecida por las autoridades japonesas (100 becquereles por kilogramo).
Pero por mucho que hagan los pescadores y las autoridades para tranquilizar a la población, la procedencia de 'Fukushima' se asocia con la "radiactividad".
Cuando se produjo la catástrofe atómica provocada por un terremoto y un tsunami gigantesco, alrededor del 80% de los elementos radiactivos vertidos por los reactores acabó en el mar, según Shaun Burnie, experto de la organización ecologista Greenpeace.El Estado afirma que todo se encuentra "bajo control". Se basa en las campañas de medidas marinas efectuadas por la empresa TEPCO y por la Autoridad de regulación nuclear, según el protocolo aprobado por la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA).
La situación no es uniforme, advierte Burnie. "La principal preocupación es el impacto en un radio de 20 kilómetros de la costa porque ahí se concentra la mayor cantidad de cesio radiactivo", explica el experto a bordo del 'Rainbow Warrior III', en la costa de Fukushima. La organización ecologista toma muestras del fondo marino en una decena de lugares frente a la costa noreste, cerca de la central. Las analizan dos laboratorios independientes, en Japón y en Francia.
"Intentamos comprender lo que sucede aquí, en este medio costero muy cercano. Es cierto que los pescadores ya no vienen hasta aquí, pero su entorno y sus vidas se vieron afectados", afirma Burnie.
El pescado, más controlado
Greeenpeace emplea un submarino teledirigido y equipado con instrumentos que permitirán crear mapas en tres dimensiones sobre la distribución de la radiactividad en Fukushima Daiichi. "Algunas de las zonas muy contaminadas son muy pequeñas, quizá un metro cuadrado, pero otras miden cientos de metros de largo", detalla, añadiendo que esto explica que ciertas especies marinas estén más expuestas a las radiaciones.
"Son informaciones muy importantes para los pescadores, porque hay zonas seguras donde se puede pescar y vender el pescado con total seguridad, mientras que en otras no es el caso. Nuestra búsqueda permite localizar el problema", añade su colega Jan Vande Putte, a bordo del pesquero que toma las muestras.
El otro problema es el agua. El accidente "sigue generando desechos nucleares, todos los días se vierte agua muy contaminada. Constituye una amenaza a largo plazo para el medio ambiente", afirma Burnie.
Con todo, Burnie reconoce que el programa de control de pesca es "uno de los más avanzados del mundo". "Me gustaría que la gente tuviera una mejor imagen del pescado de Fukushima, que un día piense que nuestros análisis rigurosos convierten los productos en los más seguros del mercado", concluye con una sonrisa Nakano.

Fuente original: http://www.afp.com/es/noticias/el-pescado-de-fukushima-tiene-otro-sabor

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viernes, 26 de febrero de 2016

Una nueva maleza pone en jaque la autorización de maíz transgénico en España



Rebelión

Organizaciones de la sociedad civil solicitan a la Ministra Tejerina la prohibición inmediata del maíz propiedad de Monsanto ante el peligro de contaminación genética con su ancestro silvestre, el teosinte, una especie invasora.

Diversas organizaciones de la sociedad civil han enviado hoy una carta [1] al Gobierno en funciones y a la Comisión Europea alertando sobre un ancestro silvestre del maíz, el teosinte, que ha aparecido en el Estado Español y se está dispersando en las zonas productoras de maíz como una especie invasora. Este pariente lejano del maíz, el teosinte, puede cruzarse con el maíz cultivado y formar híbridos. Por este motivo advierten del peligro para la biodiversidad y la producción agraria que supone el flujo genético entre esta maleza y el maíz modificado genéticamente MON810, del cual se cultivan más de 100 000 hectáreas en el Estado español. Organizaciones de agricultores, consumidores y ecologistas entre otras, han solicitado a la Comisión Europea y al Gobierno Español la prohibición del cultivo de maíz transgénico en la próxima temporada de siembra.

Las plantas de teosinte fueron descubiertas en el Estado en 2009, pero su presencia no ha sido todavía comunicada a la Comisión Europea por las autoridades españolas ni tampoco por parte de Monsanto. Mientras, el teosinte se está expandiendo en las regiones de Aragón, Navarra y Cataluña, lo que supone una seria amenaza para los productores de maíz [2]. En algunas zonas, la población de teosinte ha alcanzado una densidad tal que ha llevado a las autoridades a prohibir el cultivo de maíz en los campos afectados, como parte de las medidas previstas para prevenir que se propague.

“El cultivo de maíz es la principal fuente de ingresos del sector agrario en estas zonas y su viabilidad está seriamente amenazada por la aparición de esta mala hierba invasiva. Los peores temores respecto a los cultivos transgénicos se están haciendo realidad, por ello reclamamos al Gobierno medidas urgentes, para que evite la proliferación de la maleza y su cruzamiento con el maíz transgénico” declaró Andoni García Arriola de la Coordinadora de Organizaciones Agrarias y Ganaderas.

“Este pariente silvestre del maíz ha aparecido en regiones donde se cultivan también miles de hectáreas de maíz transgénico, modificado genéticamente para producir la toxina insecticida Bt. Si el maíz transgénico se cruza con el teosinte la maleza se hará aún más invasora”, afirma María Dolores Raigón de la Sociedad Española de Agricultura Ecológica.

Hasta el momento no ha habido ninguna alerta o comunicación formal por parte de las autoridades españolas a la UE. En respuesta a una pregunta escrita de una europarlamentaria en noviembre de 2014, la Comisión explicó que “no tenía ningún dato sobre la aparición del teosinte” [3]. El teosinte no fue incluido como especie invasora en el listado publicado por la Comisión en 2015 [4]. “Es muy preocupante que ni el Gobierno español ni Monsanto hayan informado oficialmente sobre esta importante amenaza para la agricultura y el medio ambiente. Europa se podría encontrar pronto en una situación en la que plantas transgénicas persistan y se dispersen en el medio ambiente, no sólo en nuestro país, sino también en otras regiones maiceras de Francia, Italia o Portugal”, añadió María Carrascosa de la Red de Semillas “Resembrando e Intercambiando”.

La empresa Monsanto publica informes anuales de seguimiento sobre el cultivo del maíz MON810 en la UE y sus posibles impactos ambientales, pero nunca ha mencionado la presencia de la especie invasora. El hecho de que el maíz no pudiese cruzarse e hibridarse con ninguna otra especie de la UE fue una condición clave para autorizar el cultivo del maíz modificado genéticamente en la UE. Según el último informe de Monsanto, en 2014 el maíz MON810 se cultivó en República Checa, Portugal, Rumanía, Eslovaquia y el Estado Español. España es, con diferencia, el país con mayor superficie de cultivos transgénicos, unas 107.700 hectáreas en 2015, según el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente [5].

“La aparición del teosinte en Europa invalida todas las evaluaciones de riesgo del maíz transgénico. La presencia de un pariente silvestre con el que puede cruzarse implica nuevos riesgos e impactos. El Gobierno debe suspender el cultivo de manera inmediata, antes de la siguiente campaña de siembra”, declara Blanca Ruibal de Amigos de la Tierra

En su carta, las organizaciones firmantes urgen al Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente a iniciar investigaciones de forma urgente sobre la expansión del teosinte en el Estado Español, a tomar medidas para informar a los agricultores y a iniciar acciones para frenar nuevas introducciones y la proliferación del teosinte. A su vez solicitan que suspenda de inmediato la autorización del cultivo de todas las variedades de maíz transgénico MON810 en el Estado Español y que no se renueve su autorización para cultivo en la UE que venció en 2007 y que lleva desde entonces en proceso de evaluación.
Notas

[1] Carta enviada a la Ministra de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente: http://www.tierra.org/spip/IMG/pdf/carta_trejerina_teosinte.pdf

[2] Gobierno de Aragón INFORMACIONES FITOSANITARIAS, septiembre 2014. Tesosinte. http://www.aragon.es/estaticos/GobiernoAragon/Departamentos/AgriculturaGanaderiaMedioAmbiente/TEMAS_AGRICULTURA_GANADERIA/Areas/03_Sanidad_Vegetal/PUBLICACIONES_CSCV/I_F_TEOSINTE.pdf

[3] Respuesta del Señor Vella en nombre de la Comisión Europea (17 de diciembre de 2014).
http://www.europarl.europa.eu/sides/getAllAnswers.do?reference=E-2014-008766&language=EN

[4] Draft COMMISSION IMPLEMENTING REGULATION (EU) …/... adopting a list of invasive alien species of Union concern pursuant to Regulation (EU) No 1143/2014 of the European Parliament and of the Council. http://ec.europa.eu/transparency/regcomitology/index.cfm?do=search.documentdetail&R9HrcEYe4tlrO+25Okz6MGrVuD/qT+00S/ETod9Zc7XVqHZGdIwy2rS97ztb5t8b

[5] MAGRAMA (2015). Estimación de la superficie total de variedades OMG cultivadas en España. Datos 2015.
http://www.magrama.gob.es/es/calidad-y-evaluacion-ambiental/temas/biotecnologia/2015_tcm7-399015.pdf 

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Los mismos procesos que privaron a Marte de su atmósfera se están repitiendo en la Tierra

La NASA y su desalentador pronóstico


Diario Ecología


El astronauta estadounidense Scott J. Kelly, cuya misión en la Estación Espacial Internacional (EEI) está a punto de finalizar, ha alertado sobre el deplorable estado de la atmósfera de la Tierra, la cual es la clave de la evolución y permanencia de la vida en nuestro planeta. 
Cuando te fijas en la atmósfera, en el limbo de la Tierra (…) se ve muy, muy frágil y como una capa delgada. Es algo que definitivamente tenemos que cuidar”, ha declarado Kelly en una entrevista desde la Estación Espacial Internacional.
El astronauta, que en repetidas ocasiones ha publicado en sus redes sociales imágenes sobre la contaminación atroz de la Tierra vista desde el espacio, ha afirmado que el problema más agudo asociado a la desaparición de la atmósfera lo sufren gran parte de Asia y América Central. “Cuando te fijas en ellas desde el espacio siempre se ve una neblina de contaminación”, indica. Asimismo, Kelly ha apuntado que si se comparase a la Tierra con un ser humano, “definitivamente esas áreas estarían enfermas”.
Ya en 2003, la NASA advirtió de que nuestra atmósfera está adelgazando a una velocidad alarmante como resultado de las emisiones de carbono, siendo visibles los efectos desde el espacio. Según estudios del Laboratorio de Investigación Naval de EE.UU., la densidad de la termosfera (capa de la atmósfera que se extiende entre los 80 y los 500 kilómetros de altitud) ha disminuido en más de un 10% durante los últimos 40 años.
El pasado noviembre, los expertos de la NASA revelaron que hace 4.000 millones de años, el planeta rojo quedó privado de atmósfera debido al devastador impacto del viento solar. De esta forma, el planeta rojo, a pesar de contener agua suficiente como para contener vida bacteriana, no fue capaz de mantener agua líquida de forma constante ya que, o bien se evaporaba rápidamente o bien se congelaba. Los científicos advirtieron de que estos mismos procesos pueden repetirse en relación con la Tierra.
Fuente original: http://diarioecologia.com


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Tepco confiesa que minimizó la gravedad del estado de los reactores en Fukushima


Agencias


Cinco años después de la catástrofe de Fukushima en marzo de 2011, el operador de la central, Tepco, reconoció el miércoles haber minimizado la gravedad del estado de los reactores, al no reconocer rápidamente que tres de ellos estaban en fusión.
"Nos disculpamos profundamente por haber afirmado por error que nada permitía determinar una fusión en curso en el núcleo del reactor", declaró Tepco en rueda de prensa y en un comunicado.
La operadora Tokyo Electric Power (Tepco) esperó dos meses, hasta mayo de 2011, para emplear la palabra fusión, pese a que el uso correcto de sus propios manuales de gestión de crisis les habría permitido obtener más rápido un análisis más exacto de la situación, explicó.
Sin embargo, la compañía disponía de informaciones que permitían determinar que este proceso estaba en curso en los primeros días posteriores al 11 de marzo, cuando un tsunami provocado por un sismo de magnitud 9 devastó la central.
La situación se volvió rápidamente casi incontrolable con las instalaciones inundadas, la electricidad cortada y los sistemas de enfriamiento del combustible nuclear detenidos. El núcleo de tres de los seis reactores de Fukushima Daiichi se fundió.
Los técnicos emplearon tres meses para retomar el control del complejo, mientras que se necesitó medio año más antes de decretar que la situación estaba estabilizada.
Desde entonces, miles de trabajadores trabajan cada día en esta central para preparar su desmantelamiento, que podría durar unos 40 años.

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La desesperación de Monsanto


Cultura Común


La corporación estadounidense Monsanto, mayor semillera y compañía de biotecnología agrícola del mundo, está en una situación desesperante. Terminó el 2015 botando a la calle a unos 2,600 empleados, y en enero de 2016 anunció que botaría a mil más. Esto equivale a 16% de su fuerza laboral. Según el International Business Times, esta drástica reducción de personal obedece a una reestructuración que aspira a ahorrarle a la compañía $500 millones para el fin del año fiscal 2018. (1)

Fundada en 1901 originalmente como una compañía dedicada a la química, Monsanto comenzó a apostarle en grande a la biotecnología transgénica y al negocio de las semillas a fines del siglo XX. En los años 80 y 90 devoró numerosas compañías agrícolas y de genética como Asgrow, Calgene, Dekalb y Holden, y en 2000 se reorganizó, redefiniéndose como una empresa de “ciencias de la vida”. En 2005 se convirtió en la semillera número uno del mundo al comprar el conglomerado mexicano Seminis.

La mayor parte de sus semillas transgénicas son genéticamente modificadas para tolerar su propio herbicida basado en glifosato, el Roundup, haciendo posible así vender la semilla y el agroquímico como un paquete tecnológico integrado. Estos cultivos transgénicos de Monsanto se conocen como Roundup Ready. La combinación de semillas transgénicas y herbicida ha resultado ser una de las historias de éxito empresarial más impresionantes de la historia reciente de la agricultura, pero ésta va en vertiginosa zozobra, poniendo en jaque el futuro de la compañía.
El derrumbe del modelo de negocios Roundup Ready se debe a varios factores. En primer lugar, el glifosato se está convirtiendo en un agroquímico inútil debido al surgimiento de malezas resistentes. “Tras dos décadas de guerra continua basada en Roundup , ‘supermalezas’ resistentes al glifosato se están proliferando y cultivos Roundup Ready se están sofocando en campos infestados de hierbas”, dice el Grupo ETC, organización no gubernamental con sede en Canadá. “En Estados Unidos, granjeros ahora enfrentan casi 100 millones de acres de hierbas resistentes a herbicida en 36 estados. A nivel mundial, al menos 24 especies de maleza ya son resistentes al glifosato.” (2)

Según un editorial de la revista científica Nature publicado en junio de 2014:

“La hierba de puerco (Amaranthus palmeri) no es una maleza que uno pueda tomar a la ligera. Puede llegar a más de dos metros y medio de altura, crecer más de seis centímetros por día, producir 600 mil semillas, y tiene un tallo duro y maderoso que puede arruinar equipo agrícola que trate de arrancarla. También se está haciendo más y más resistente al popular herbicida glifosato. La primera población resistente fue confirmada en 2005 en un campo de algodón en Georgia, y la planta ahora atormenta a granjeros en al menos 23 estados de EEUU. Hay un amplio acuerdo en cuanto a que la proliferación de estas plantas resistentes tiene sus raíces en la amplia aceptación de cultivos modificados para ser resistentes a glifosato.”

“Para 2012, hierbas resistentes a glifosato habían infestado 25 millones de hectáreas de tierras agrícolas en Estados Unidos. También han aparecido en otros países que han dado la bienvenida a cultivos tolerantes al glifosato, incluyendo Australia, Brasil y Argentina. El arropar cultivos año tras año con el mismo herbicida es la manera perfecta de fomentar hierbas resistentes.” (3)
Además, la supuesta inocuidad del herbicida está siendo cuestionada cada vez más. En 2015 la Organización Mundial de la Salud declaró que el glifosato es un probable carcinógeno humano, y además informaciones recientes sugieren que los estudios que validan el glifosato no aguantan escrutinio crítico. Según un informe de la organización británica GM Watch publicado en noviembre de 2015:

Monsanto ha sabido por cuatro décadas que el glifosato causa cáncer, según un nuevo documento publicado por los investigadores Anthony Samsel y Stephanie Seneff. Samsel es el primer investigador independiente en examinar los estudios secretos de toxicología de Monsanto sobre el glifosato. Obtuvo los estudios, que se le habían negado a otros investigadores, mediante una petición a su senador. Revisó los datos de Monsanto con su co-investigadora, la doctora Stephanie Seneff del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT). Samsel y Seneff concluyeron que ‘se encontró evidencia significativa de tumores’ durante sus investigaciones.” (4)

Ese mismo mes, otro informe científico revisado por los pares expuso a la luz pública la dudosa ciencia utilizada en estudios de inocuidad sobre glifosato patrocinados por la propia Monsanto cuando la empresa buscaba la aprobación de las autoridades de EEUU:

“El doctor Marek Cuhra ha llevado a cabo un cuidadoso estudio de todas las evaluaciones hechas sobre la toxicidad del glifosato a organismos acuáticos- y en particular la mosca de agua Daphnia magna. Descubrió que el estudio patrocinado por la industria llevado a cabo por McAllister y Forbis en 1978 para ABC Laboratories (que nunca fue publicado) pretendía demostrar que el glifosato era 300 veces menos tóxico que lo que estudios subsecuentes determinaron. Y sin embargo ese estudio con profundas fallas fue usado en la evaluación de toxicidad del glifosato por la agencia estadounidense EPA y por otros reguladores en el mundo, bajo la suposición de que era completamente confiable. El estudio pretendía demostrar que el glifosato era efectivamente inofensivo, y eso fue aceptado como ‘hecho’ científico.” (5)

Además de estos dos estudios, también tenemos información sobre la toxicidad del glifosato gracias al fallecido científico argentino Andrés Carrasco (6) y al equipo francés dirigido por el valeroso Gilles-Eric Seralini. (7)

La gerencia de Monsanto entiende que la supervivencia de la compañía depende de comprar más competidores y adquirir así nuevas líneas de productos agrotóxicos y cultivos transgénicos resistentes a éstos. Pero el paisaje de negocios ha cambiado en las últimas tres décadas, hoy no hay tantas opciones como antes. En la década de los 80 había miles de compañías semilleras, mientras que hoy día el negocio de semillas comerciales y venenos agrícolas es controlado por un cartel de sólo seis compañías- Monsanto y cinco competidores. Y lo que es peor, de estos cinco competidores, dos se están fusionando: Las norteamericanas Dupont-Pioneer y Dow Agrosciences. Entre ambas le pueden dar una buena patada a Monsanto.
La única opción que ven los estrategas de Monsanto es comprar a la europea Syngenta, la mayor compañía de pesticidas del mundo. Ya en 2015 le presentó dos ofertas de compra, la segunda de $45 mil millones, y comenzó el 2016 con una tercera oferta, la cual Syngenta está estudiando y considerando en estos momentos.

Otro beneficio de tal fusión sería un alivio a su carga contributiva, ya que la megacorporación resultante probablemente se incorporará fuera del territorio de Estados Unidos. Según un informe citado por el Grupo ETC, Monsanto podría ahorrarse $500 millones al año en impuestos si se muda a otro país.

Si contrae matrimonio con Syngenta, Monsanto seguramente aprovechará la ocasión para cambiarse de nombre. Para millones de personas en el mundo entero el nombre de Monsanto es sinónimo de maldad, escándalo, controversia y contaminación tóxica, así que no estaría mal retirarlo y cambiarlo por otro. ¿Para qué mantener el nombre de todos modos? Hoy día Monsanto parece tener poca o ninguna relación con la familia Monsanto, con la cual se casó el fundador de la compañía, John Francis Queeny, al final del siglo XIX. Un cambio de nombre no sería una maniobra inusual. Otras corporaciones lo han hecho, como Andersen Consulting, Blackwater, Kentucky Fried Chicken, KPMG, Philip Morris y Vivendi.

Desgraciadamente para Monsanto, la fusión con Syngenta, aunque probable, no es inevitable. Las compañías alemanas BASF y Bayer Cropscience, ambas integrantes del cartel de las “Big Six”, también han presentado ofertas a Syngenta, al igual que la estatal china ChemChina. (8)
¿Y si Syngenta le dice no a Monsanto? La compañía podría acabar aplastada entre dos gigantes, Dow-Dupont por un lado y Syngenta-ChemChina por el otro. Según el Grupo ETC, “No importa qué fusiones lleguen a ocurrir (en 2016), hay poca duda de que el infame nombre de Monsanto pronto será historia.”

Carmelo Ruiz Marrero es periodista, educador ambiental y autor de El gran juego de ajedrez botánico: Escritos sobre biotecnología y agroecología (Editorial Tiempo Nuevo 2015). Desde 2004 dirige el Blog de Bioseguridad (http://bioseguridad.blogspot.com/search/label/es). Su más reciente proyecto bloguístico es El Mundo Según Carmelo (http://carmeloruiz.tumblr.com/tagged/esp) y su cuenta en Twitter es @carmelorui

Notas:
1) http://www.ibtimes.com/monsanto-layoffs-seed-maker-just-said-its-going-cut-lot-more-jobs-2252250
2) ETC Group. “Breaking Bad: Big Ag Mega-Mergers in Play” 15 de diciembre 2015. http://www.etcgroup.org/content/breaking-bad-big-ag-mega-mergers-play
3) Nature. “A growing problem”. 11 de junio 2014. http://www.nature.com/news/a-growing-problem-1.15382?WT.ec_id=NATURE-20140612
4) GM Watch. “Monsanto’s secret studies reveal glyphosate link to cancer” 6 de noviembre 2015. http://www.gmwatch.org/news/latest-news/16515-monsanto-s-secret-studies-reveal-glyphosate-link-to-cancer
5) GM-Free Cymru. “More Monsanto scientific fraud in early glyphosate ‘safety studies’”http://www.gmfreecymru.org/news/Press_Notice07Nov2015.html
6) http://bioseguridad.blogspot.com/search/label/Carrasco
7) http://bioseguridad.blogspot.com/search/label/Seralini
8) Carmelo Ruiz. “Syngenta and the Chinese factor” Counterpunch, 28 de enero 2016. http://www.counterpunch.org/2016/01/28/syngenta-and-the-chinese-factor/
Ecoportal.net



Fuente original: http://www.culturacomun.com

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jueves, 25 de febrero de 2016

Wwoofing, recorrer el mundo intercambiando trabajo

Una organización internacional con presencia en más de 100 países propone recorrer el mundo intercambiando trabajo en granjas orgánicas

Buena Siembra


Hace dos años, mi prima Terry me habló de una forma diferente de conocer un país, trabajando en establecimientos de agricultura orgánica en muchos lugares del mundo. Cuando me gradué en la universidad, entré en la página de Wwoof International y elegí la Argentina.Quería conocer América del Sur, amo la naturaleza y algún día quiero tener mi propio establecimiento en Connecticut, donde vivo, para dedicarme a la producción de miel. Aprendí muchísimo durante estos meses acá", cuenta la norteamericana Lauren O'Neill, de 23 años, que viajó con una amiga y desde octubre recorre la Argentina, Uruguay y Chile siguiendo una ruta de granjas y chacras que las reciben como voluntarias.
El Bolsón. En la Granja Valle Pintado, Belén Frieria pone en práctica la agricultura biodinámica. En el establecimiento que dirige junto con Alex Edleson tienen una extensa lista de espera de Wwoofers.


Wwoof viene de World Wide Opportunities in Organic Farms (Oportunidades internacionales en granjas orgánicas), una organización internacional que abarca más de 100 países, y que invita a trabajar y vivir en establecimientos que desarrollen actividades sustentables: permacultura, construcción viva, alimentos orgánicos y un estilo de vida en armonía con el entorno natural que los rodea.
El intercambio es trabajo en la granja por casa y comida, no hay dinero de por medio. La idea nació en Londres, en 1971, cuando Sue Coppard, una secretaria, invitó a unos compañeros a una granja orgánica en las afueras de la ciudad. La pasaron tan bien que repitieron la experiencia y más personas quisieron participar.
Armaron una organización que llamaron Working Weekends on Organic Farms (Trabajando los fines de semana en granjas orgánicas) y con el tiempo cambiaron su acrónimo al actual, que los identifica mejor.



La mayoría de los voluntarios son jóvenes, graduados universitarios, que quieren hacer una experiencia viajera diferente de la de los mochileros que paran en hostels y se mueven con paquetes turísticos diseñados para ellos. Los que lo eligen buscan conocer las culturas de las sociedades que visitan en forma más profunda, en una convivencia en la que se construyen lazos más sólidos y en donde el intercambio es más espiritual que monetario.
Nyasha Weinberg es británica, tiene 24 años y trabaja como empleada gubernamental en Londres. Quería visitar el país de Borges y Sabato, y aprender el español en contacto con la gente. Está muy comprometida con el estilo de vida sustentable y en Yporá, un establecimiento en la segunda sección de las islas del Delta, pudo aprender sobre construcción en adobe y agricultura orgánica.
"Como Wwoofer uno se queda por largos períodos y hay oportunidad para desarrollar relaciones humanas más profundas y duraderas. Los hostels generalmente están ubicados en el centro de grandes ciudades y no permiten conocer el país por dentro, como yo lo conocí. Estuve en una isla en el Delta, uno de los lugares más hermosos que haya visitado, y nunca lo hubiera encontrado si no hubiera sido por Wwoofing, ya que no está en la lista de las «10 cosas para hacer» que presentan las guías de turismo", reflexiona.
En marzo retornará a Londres para seguir trabajando como maestra, pero desea volver a la Argentina cada dos años, visitar Yporá y ver cómo avanzan las obras que se realizan allá. Sueña con construir un lugar parecido en su país.

El sistema de Wwoofing funciona de manera muy simple: el voluntario accede a la página web de la organización, completa un formulario y paga anualmente una suma cercana a los 38 dólares para acceder a toda la información que cada país le ofrece para contactar a sus granjeros y agricultores asociados. Una vez que se pone en contacto con el que elige, acuerda libremente cuándo y cuánto tiempo establecerse y qué deberá llevar, así como las condiciones del lugar y las reglas de convivencia que tengan.
Los voluntarios deberán trabajar de 4 a 6 horas en el establecimiento a cambio de casa y comida. Andrew Strange es el Director de Wwoof Internacional, tiene una pequeña oficina en Nueva Zelanda y trabaja solamente con tres personas más. Es granjero orgánico, igual que su mujer, que fue criada en una chacra Wwoof. Ambos desean que todos conozcan el estilo de vida en lugares así. Él describe una relación de mucha libertad de acción entre las partes, lo que les permite alargar o acortar los tiempos de estadía.
Pero no deja de remarcar que en caso de mala conducta les llega la denuncia por la página web y comienzan una investigación que puede llevar a la desvinculación de algunas de las partes. "Hay cerca de 11.000 granjas alrededor del mundo, la mayoría autosustentables. Algunas hacen mucho esfuerzo para sostenerse económicamente y este tipo de intercambio es muy bueno para ellas", aclara. En el país no hay oficina, sólo se contactan por la página web y allí se establece la comunicación con los anfitriones.
El espíritu que une a todos los wwoofers entrevistados por LA NACION es el mismo: conocer la Argentina en profundidad, compartiendo con la gente su día a día, aprendiendo nuestro idioma y nuestra cultura. Hay 160 granjas y chacras desparramadas por todo el territorio e invitan a las más diversas experiencias.
La Patagonia concentra la mayor cantidad de lugares, seguida por Mendoza, Salta y Buenos Aires. La pampa húmeda no deja de deslumbrar a aquellos que vienen con la mítica imagen de los infinitos amaneceres y atardeceres en llanuras sin fin, así como la sorpresa de encontrarse con uno de los deltas más bellos del planeta.
Estas imágenes abundan de a miles en las redes sociales de todos los que quieren mostrarle al mundo estos paraísos que descubren viajando y que no están en las clásicas fotos de las agencias de turismo.
Yporá. Los wwoofers que se hospedan durante varios meses en el Delta, en un ámbito construido para realizar talleres y retiros, quedan deslumbrados con la belleza del Paraná y de sus islas.
En Chascomús, provincia de Buenos Aires, Gabriel Logarzo, junto con su compañera y otros amigos más, construyó Apakacha ("la tierra de acá"), un espacio de formación holística, con cabañas de construcción natural y donde se dictan talleres de diferentes saberes y religiones.
Tienen constantes visitas de wwoofers que vienen a aprender sobre huerta orgánica, cocina vegana y construcción viva. Muchos de ellos se han quedado más de lo planeado porque disfrutan de la cotidianeidad como una celebración diaria, cuyo momento más importante es el almuerzo y el intercambio de experiencias. La gente de la ciudad también se va acercando lentamente a esta nueva propuesta cultural.
"El pueblo de Chascomús nos recibió muy bien. La presencia de los wwoofers en la vida social de la comunidad es llamativa y enriquecedora. Ellos aprenden nuestro idioma y nosotros aprendemos lo que ellos nos vienen a mostrar. La actividad empieza temprano con yoga y meditación a las 7 AM, desayuno a las 8 y luego comienza el trabajo, coordinado semanalmente por alguno de nosotros, hasta las 13, cuando nos reunimos a almorzar. Luego de una siesta, trabajamos unas horas más y, luego, el descanso.
No he tenido problemas jamás porque si hacemos las cosas desde la intención positiva, desde el amor, todo se va integrando", describe Gabriel, que en este momento cuenta con 4 wwoofers: Luigi Galiazzo, de Italia, Bruno y Mónica Figueiredo, de Brasil, y Charlie Thäsler, de Alemania.
La filosofía Wwoof está claramente unida a una filosofía que se opone al consumismo, no sólo porque la base económica que lo sustenta es un trueque de trabajo físico y enriquecimiento espiritual, sino porque los lugares en los que los anfitriones los albergan están construidos con valores que defienden un estilo de vida sustentable, en el que la relación entre el hombre y la naturaleza sea de respeto y agradecimiento, no de utilitarismo y abuso.
El consumo de alimentos se realiza de acuerdo con su época de producción y la geografía del lugar. Su elaboración es en forma natural (la mayoría de los granjeros son vegetarianos, veganos o crudiveganos). Todo esto busca alejar lo tóxico de nuestra alimentación diaria y la idea es propagarlo para que se haga hábito en todos los que quieran aprender a alimentarse en forma más natural y sana.
"Creo que la gente de las ciudades tendría que estar más cerca del trabajo agrícola y no sólo conectarse con la naturaleza cuando está de vacaciones. Este tipo de experiencias tendrían que ser más frecuentes y deberían estar abiertas a cualquiera, debería haber más granjas en los suburbios de las ciudades y así la gente estaría mejor informada sobre el origen de sus alimentos. (De acuerdo con una investigación de la British Nutrition Foundation, del año 2013, el 30% de los niños británicos creen que el queso viene de las plantas.) Además, otra de las razones por las que los granjeros necesitan a los wwoofers es porque sus ingresos son muy malos y no pueden pagar empleados.
Si el Wwoofing ayuda a que una mayor cantidad de gente entienda la importancia que tiene la agricultura orgánica para el mundo, es el camino para la sustentabilidad", dijo el economista y profesor universitario inglés Raj Patel a LA NACION. El autor de Obesos y famélicos hizo un amplio estudio sobre la crisis alimentaria mundial y con mucha firmeza aconseja a todos que nos informemos sobre lo que consumimos así como de su proceso de producción
César, Inés y Juan tienen diferentes proyectos, pero un mismo objetivo: llevar un estilo de vida familiar y comunitario, en contacto con la naturaleza y con los afectos. A su vez, abrir a los demás esos espacios que construyen, compartir experiencias y conocimientos, y ayudarse mutuamente.
Junto con amigos, César Rodríguez inició Teshuva hace 5 años, en Verónica, provincia de Buenos Aires. Recibe wwoofers todo el tiempo y con su ayuda va construyendo la casa donde vive él y también sus húespedes. Diariamente, también trabajan la huerta y preparan pan casero para vender en el pueblo. Ya pasaron por su establecimiento más de 25 wwoofers y hay lista de espera.
Diferente es el caso de Juan Laso, fundador de Las Tierras de Avalon, en Canning, provincia de Buenos Aires. Con una familia en "construcción" (cuatro niños que van de los 6 años al mes de vida), el espacio construido se va ampliando constantemente y la ayuda de los wwoofers es fundamental: ellos aprenden de agricultura y construcción, además de disfrutar de un intercambio cultural intenso, y él con su familia va avanzando con el proyecto comunitario, abierto a todo aquel que quiera acercarse.
Inés Lopez Crook, junto con su familia, construyó Yporá, en las islas del Delta, un lugar que lentamente servirá para encuentros, talleres, retiros y hospedaje con fines educativos. Uno de los muchos wwoofers que ya pasaron por allí es Cédric Allain, un francés de 23 años, que dejó su máster en finanzas en París para hacer un viaje lo más lejos posible de Francia.
Había conocido el Wwoofing en Nueva Zelanda, pero su experiencia no había sido buena. En la Argentina, en cambio, destaca lo mucho que aprendió junto a Inés y su familia durante los tres meses que se quedó con ellos. "Tuve una experiencia maravillosa. Encontré mucha gente interesante, aprendí mucho y viví en plena naturaleza. En Nueva Zelanda mi experiencia fue muy mala. No había intercambio ni comunicación. Lo viví más como un trabajo gratis que como una experiencia de aprendizaje", describe.
Como todo sistema, el Wwoofing también tiene sus sombras. Cedric vivió algo que es un riesgo posible dentro de las buenas intenciones que encierra esta modalidad de viaje: el abuso de los anfitriones en lo que exigen de los voluntarios y las malas condiciones de vivienda, aseo y alimentación que puedan ofrecerles.
Hay distintos foros que informan sobre estas cosas para denunciar los casos que trasgreden las normas tácitas de este encuentro entre ambas partes. Lo importante es informarse muy bien sobre el lugar en el que uno se va a establecer y buscar la opinión de wwoofers que ya hayan pasado por allí.
Otro de los riesgos de la falta de información es tomar esta vivencia como algo fácil, liviano, una forma "alternativa" de hacer turismo. Es una vivencia que requiere mucha fortaleza física, tolerancia y respeto por la diversidad cultural.
El Wwoofer va a vivir a la casa de una familia que le abre laas puertas de su hogar y que eligió vivir en armonía con la naturaleza, generalmente con un estilo de alimentación sana y con prácticas religiosas diversas. Es importante saber respetar esto y no agredir con costumbres o miradas diferentes de cómo hacer las cosas.
En el camino a un mundo más armonioso, con más conexión entre la gente, con menos impacto ambiental, el Wwoofing es un paso, un avance que permite que todos aquellos que quieran vivir en comunión con el medio ambiente y con su entorno social puedan encontrarse a lo largo y ancho del planeta.
Así la comunidad se agrandará. "Piensa globalmente, actúa localmente", planteó en 1915 Patrick Geddes, un activista que en su libro Ciudades en evolución ya planteaba una forma diferente de pensar la vida urbana. Un siglo más tarde, la humanidad empieza a sentirla más posible.

Fuente original: http://buenasiembra.com.ar/

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