– Ante los hechos sucedidos en El Estor (Guatemala), Ecologistas en Acción nos sumamos a la condena por la represión policial y militar del Estado de Guatemala contra la población Q’eqchi’ en la defensa de su territorio, favoreciendo los intereses privados de las empresas extractivistas mineras.
– Por extensión, manifestamos también nuestro apoyo al paro nacional convocado para los días 15 y 16 de noviembre y que está siendo, de la misma forma, duramente reprimido por las fuerzas policiales.
En El Estor se localiza una mina de estaño explotada por la Compañía Procesadora de Níquel de Izabal, S.A. (PRONICO), subsidiaria de Solway Investment Group, una compañía Suiza con capital ruso, y la CGN (Compañía Guatemalteca de Níquel). La historia más reciente, como parte de un conflicto más amplio en la región por los proyectos mineros, se inicia en febrero de 2018, cuando integrantes del pueblo q’eqchi’ iniciaron un proceso legal contra el otorgamiento de la licencia de explotación por no haberse realizado la consulta a los pueblos afectados por la mina.
En enero de 2019, la Corte Suprema de Justicia ordenó la realización del proceso consultivo, y en julio de ese mismo año la Corte de Constitucionalidad suspendió provisionalmente la operación minera hasta la resolución del proceso legal. Pese a ello, la empresa PRONICO-Solway/CGN siguió operando con el auspicio del Gobierno y el Ministerio de Energía y Minas. El 18 de julio de 2020, la Corte de Constitucionalidad sentenció la orden de ejecutar el derecho a la consulta de los pueblos indígenas afectados y redujo el área de explotación minera, advirtiendo la violación de las leyes ambientales por la ausencia de una evaluación de impacto ambiental. Desde entonces, PRONICO-Solway/CGN han continuado su actividad sin acatar las resoluciones judiciales.
Por todo ello, el pasado 4 de octubre se inició una resistencia pacífica por parte del pueblo q’eqchi’ cortando el acceso de los camiones a la mina. Ante esta situación, representantes de la minera, acompañados por la Policía Nacional, iniciaron una aparente negociación. Finalmente, el 22 de octubre llegaron a la zona fuerzas antimotines de la policía y el ejército, haciendo un uso desmedido de la fuerza para desalojar la resistencia pacífica. La represión continuó hasta el día 24, momento en que el Gobierno decretó el estado de sitio en El Estor, lo que está permitiendo, durante 30 días, limitar el derecho de manifestación y realizar detenciones sin orden judicial.
Ante esta situación, Ecologistas en Acción manifestamos:
Indignación por las decisiones del Gobierno de Guatemala, culminadas con el decreto de estado de sitio militarizado, en contra de las resoluciones de la Corte Suprema de Justicia y la Corte de Constitucionalidad que sentencian la obligación de realizar una consulta avalada a los pueblos indígenas del territorio, en contra de los derechos humanos atacando con violencia a una manifestación pacífica, y en contra de la libertad de prensa atacando a los periodistas que daban cobertura a los hechos.
Solidaridad con la resistencia del pueblo q’eqchi’ en El Estor, y en especial con el comité de mujeres organizadas q’echies del Lote Ocho. Así mismo, nuestro apoyo al movimiento indígena y campesino que está movilizado a nivel nacional estos días.
Denuncia contra las prácticas corruptas de las empresas mineras para maximizar sus ingresos económicos esquilmando y destruyendo los ecosistemas y las comunidades locales.
Por ello hemos instado al Gobierno español, a través de una carta a la Embajada de España en Guatemala, a condenar, en virtud del derecho internacional, estas prácticas ilegales y la respuesta violenta del Gobierno del Estado Guatemalteco contra las comunidades de los pueblos originarios. Consideramos que el Gobierno español debe pronunciarse claramente llamando al cumplimiento de los Derechos Humanos y de las resoluciones judiciales nacionales que obligan a realizar una consulta avalada a los pueblos indígenas de El Estor.
Generalmente, los páramos son ecosistemas tropicales húmedos de alta montaña que se encuentra por encima del límite altitudinal del crecimiento continuo del bosque, alrededor de la franja tropical del planeta, pudiendo limitar con las nieves y glaciares de las montañas nevadas tropicales; que están normalmente por encima de 4800 msnm, y bosques nubosos en su límite inferior, entre 3000-3500 msnm. Hablamos de áreas tropicales húmedas de alta montaña de América, África, Asia y Oceanía (Balslev& Luteyn, 1992, Moraes, 2006).
Las formas de crecimiento de las plantas de altas montañas tropicales tienen numerosos ejemplos de convergencia evolutiva, entre puna, páramo, y otros trópicos de altitud de África y Asia (Rauh 1988).
Se trata de un conjunto de ecosistemas, por lo general no boscosos, adaptados a condiciones de casi permanente nubosidad, alta humedad, bajas temperaturas, alta radiación solar y baja presión atmosférica. Neblinas, lloviznas, granizos y nevadas.
A estos nuestros páramos australes, o páramos yungueños, también se los puede diferenciar por pisos de vegetación: subpáramo, páramo y superpáramo (pradera húmeda altoandina), pero de los Andes Tropicales centrales, que son parecidos en su composición, diversidad, estructura y fisionomía, a la flora de los Páramos “verdaderos” de los Andes Tropicales del hemisferio norte, pero cerca a la línea ecuatorial; desde el norte peruano, Ecuador, Colombia Venezuela, Panamá y Costa Rica (Balslev& Luteyn, 1992).
Los páramos yungueños, aquel tipo de vegetación se extienden desde el norte de Perú y en manchas cada vez más reducidas hacia el norte de Argentina (Halloy 1997, Rangel 2004).
Los páramos yungueños son un tipo de páramo NEOTROPICAL únicos del hemisferio sur, que como otros páramos del norte, carecen de asteráceas o compuestas del género Espeletia spp.
Los páramos de Costa Rica y Panamá también carecen de este género, pero son reconocidos como tal, a pesar de que en dichos páramos tampoco se distribuyen las rosáceas del género Polylepis spp. Este género de árboles si están presentes en páramos colombianos, ecuatorianos, sobre todo en aquellos páramos donde sí se distribuye la asteráceae Espeletia spp, pero tambíen en los páramos-jalcas peruanas y páramos yungueños bolivianos, dónde no se distribuye el Frailejón. Esta asterácea, de ampla distribución, se limitan a grandes áreas de los páramos de Venezuela, Colombia y Ecuador, pero no así a todos los páramos de esos países.
Estos paísajes deberían ser visualizados por academia y estado para ser reconocidos como tal, y sean plasmados como ecorregión en los mapas. Por lo tanto, no habría razón para no denominar a nuestras praderas parámicas húmedas y nubosas como PÁRAMOS yungueños.
En el libro “PARAMO” -un ecosistema andino bajo influencia humana- editado por Balslev& Luteyn (1992), en un artículo llamado: Aspectos biogeográficos de Cladoniaceae en los páramos presenta un listado de 50 especies de Cladoniaceae (hongos ascomicetos que forman líquenes) registradas en los páramos y subpáramos andinos desde Costa Rica hasta Bolivia. Concluye que las Cladoniaceae son comunes en numerosas comunidades del páramo y del pajonal, pero menos abundantes en el subpáramo (Ahti, 1992). Esta información es importante para agregar a los páramos yungueños bolivianos dentro los demás páramos neotropicales.
UBICACIÓN, GEOMORFOLOGÍA Y FISIOGRAFÍA
Según Beck& García (2006), Ribera (1992), Paniagua-Zambrana, N, Maldonado, C Goyzueta & Claudia Chumacero-Moscoso. (2003), Fuentes (2005) Sevilla-Callejo, M (2012) una franja no continúa en la Cordillera Oriental, por encima de los bosques montañosos, entre 3000-3.300 msnm para el subpáramo, 3400-3.800 msnm para el páramo como tal, y por encima de 3800 hasta 4.300 (4500) msnm la pradera altoandina húmeda de los Yungas de La Paz, Cochabamba, y Santa Cruz (Siberia).
Ocupa situaciones topográficas y climáticas particulares que permiten diferenciarla de la PUNA, pero en la vertiente oriental de la cordillera real, con un rango altitudinal similar, pero en una región montañosa de relieve mayormente abrupto a inclinado, con valles profundos de origen glaciar, no existen grandes extensiones planas. Suelos de origen fluvioglacial en los valles, superficiales primarios en laderas y crestas
CLIMA
El páramo yungueño de La Paz se diferencia de la puna húmeda por sus condiciones casi hiper húmedas. En la estación meteorológica de Cotapata, a 3.200 m.s.n.m, se midieron precipitaciones por debajo de 100 mm solamente para los meses de junio y julio mientras que, para el periodo entre octubre 1995 y septiembre 1996, se registraron 3485 mm (Capra,1996).
La estación Incachaca en Cochabamba, a una altitud de 3800 msnm registra una precipitación media anual cercana a 2000 mm, repartidos en por lo menos 10 meses húmedos. Las condiciones climáticas de esta ecoregión en cuanto a termicidad son oligotérmicas con temperaturas promedio anuales desde menos de 5°C hasta 12 °C con fuerte influencia de los vientos cordilleranos y frecuentes heladas gran parte del año. (Ribera, 1992)
Una característica relevante es la presencia frecuente de neblinas mojadoras, finas lloviznas, las cuales se condensan entre las hojas produciendo un goteo hacia abajo. Las condiciones de alta humedad atmosférica y condensación aumentan según la mayor exposición de las laderas o crestas al paso de los vientos. La frecuencia alta de nubes y neblina, acompañada de lloviznas sobre las fuertes pendientes de sus laderas.
ECOSISTEMAS, ECOREGIONES Y BIOGEOGRAFÍA
Comunidades y ecosistemas afines en estructura, función, compuestos por Pajonales, praderas, pastizales, herbazales, bosques y arbustales, turberas, bofedales, lagunas de origen glaciar, roquedales, etc., que forman paisajes de la ecoregión páramo yungueño (Ribero, Beck, Paniagua-Zambrana, Maldonado-Goyzueta &Chumacero-Moscoso) entre 3000- 4300 msnm que (Sevilla-Callejo, 2012) pertenecen al Reino Neotropical, Región Andes Tropicales (Navarro, 2011)
VIDEO
CONCEPTOS DE ECOSISTEMA, ECOREGIÓN Y BIOGEOGRAFÍA PARA ENTENDER LOS PÁRAMOS YUNGUEÑOS
VEGETACIÓN
Conjunto de comunidades, asociaciones de diferentes tipos de crecimiento y habito de plantas que conforman ecosistemas mayormente asociados a praderas y pastizales, con algunos bosques, y arbustos adaptados a las condiciones de frío y humedad. La vegetación se caracteriza por pajonales altos con especies de Cortaderia, Deyeuxia, Festuca, Calamagrostis, Carex y Poa, chusqueales con gramíneas bambusoides de Chusquea (Ch. depauperata y otras), especies no descritas de Neurolepis y ejemplares raros de otras gramíneas herbáceas como Aphanelytrum procumbens y Hierochloe redolens. Entre esos pastos se aprecian arbustos de Chilcas y Tolas (Baccharis spp) y bromeliáceas del género Puya spp.
Entre los 3800-4300 (4500) msnm, en el límite con el piso altoandino húmedo, está el "superpáramo", se aprecian pastos y pajonales de los géneros, Aciachne, Deyeuxia, Poa, Carex, Dielsiochloa, Anthochloa, hierbas como Nototriche, Perezia, Valeriana. Resalta en el paisaje uno de los pocos arbustos como Senecio rufescens. En los bofedales apreciamos Juncáceas como Distichia muscoides que forma cojines con Oxychloe andina y Plantago tubulosa. También se aprecian ciperáceas como Carex y Scirpus. La orquídea Myrosmodes paludosum junto con hierbas de Asteráceas o compuestas de los géneros, Cuatrecasasiella, Hypochaeris, Werneria, Oritrophium, Campanuláceas de los géneros Hypsela Lysipomia, Gentianaceas de los géneros Gentiana, Gentianella y Escrofulariáceas Castillea, Ourisia. Helechos del género Elaphoglossum y un tipo de yareta Azorella biloba. En los pastizales se distribuye Lachemilla pinnata. (Beck, Paniagua, 2010).
Debajo de los pajonales o del césped bajo, sobre los 3.800 m.s.n.m en la franja de condensación y acumulación de nubes, se forman bosquecillos de Polylepis pepei con un tapiz de 50 cm de espesor, formado por especies del briófito Sphagnum spp (Beck, 2006)
En el páramo yungueño (3400-3800 msnm) se encuentran franjas y manchas de pajonales, matorrales casi siempre húmedos, con aporte hídrico mayormente horizontal, es decir niebla. Los géneros más comunes son Stipa, Festuca, Brachyotum, Satureja, Mutisia, Chuquiraga, Baccharis, Calceolaria y Gnaphalium. Destacan también comunidades de Puya raimondii y la presencia de muchas especies de la familia Ericaceae, estas últimas con uso potencial como alimento. En lugares abiertos por el pastoreo intenso se forma un césped bajo. Entre las matas de gramíneas crecen postradas sobre el suelo las siguientes especies: arbusto Miconia chionophylla, herbáceas de Arcytophyllum, Oriotrophium, Laedstadia, helecho Jamesonia, y a veces unos helechos con un pequeño fuste, Blechnum (Lomariocycas) spp. Otros arbustos y subarbustos comunes del área son especies de las compuestas Baccharis, Gynoxys, Loricaria, Senecio, y arbolitos de Buddleja montana,Escallonia myrtilloides e Hypericum laricifolium. Por debajo de esta altitud aumenta las orquídeas y melastomatáceas.
En las manchas de bosque de ceja de monte, el subpáramo, hacia el límite inferior, por debajo de 3400 msnm, abundan los chusqueales (Chusquea spp) y Gunnera spp. Se aprecian géneros de árboles tales como Morella, Oreopanax, Gaultheria, Weinmannia, Alnus, Clusia, Miconia, Nectandra, Clethra, Cedrela, Prunus, Myrica, Myrsine, y coníferas nativas Pectinopitys, Prumnopitys, Retrophyllum.Incluso se ha reportado tres especies de palmeras que llegan a distrbuirse hasta 3000-3200 msnm, como Geonoma megalosphapata, y dos especies del género Ceroxylon; C. pityrophyllum y C. parvifrons. (Moraes, 2014)
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FAUNA
Mamíferos característicos del Reino Neotropical, Región de los Andes tropicales, propios (no necesariamente exclusivos) de los páramos, que pueden actuar como especies claves o bandera para la conservación, y manejo de grandes paisajes, por ende, del resto de la biodiversidad; tenemos al Jucumari(Tremarctos ornatus), Taruca (Hippocamelus antisensis) Zorro (Lycalopex culpaeus) Cóndor (Vultur gryphus), Puma (Puma concolor), Titis o gatos andinos (Leopardus spp) conejo (Sylvilagus brasiliensis), venado de cola blanca (Odocoileus virginianus), varias especies de roedores, murciélagos, y varias especies de águilas, gaviotas, patos, búhos y colibríes, así como una importante diversidad de otros reptiles, anfibios, peces, moluscos y artrópodos andinos de ambientes húmedos. Existen poblaciones de caballos asilvestrados (Ríos-Uzeda, 2001, Ribero& Liberman 2006)
VÍDEO BIODIVERSIDAD
DIVERSIDAD ENFOCADA A FUNCIONES ECOLÓGICAS Y SERVICIOS SOCIO-AMBIENTALES PARA ENTENDER LOS PÁRAMOS EN BOLIVIA.
RELACIÓN CON LOS HUMANOS: PAISAJES CULTURALES-NATURALES
Pocos trabajos se publicaron para estos ecosistemas en Bolivia (Ribera 1992, Capra 1996, Beck 1995, 1998) a pesar que numerosos viajeros y exploradores a lomo de mula de los siglos pasados, se refirieron a ellos, como lo hizo Troll (1959).
En estos páramos yungueños no se tienen las condiciones climáticas favorables para el uso agropecuario extensivo. En la actualidad casi no vive gente allá, pero el paisaje y la cobertura vegetal muestran signos de la presencia humana. Ocasionalmente se encuentran senderos empedrados y escalonados, llamados caminos del Inca, con restos de muros de las casas construidas por culturas pasadas. En la época de la Conquista y con el auge de la minería aumentaron los senderos.
La explotación minera favoreció los asentamientos permanentes, donde vivían familias con cultivos y hatos de ganado (García & Beck, 2006)
Prevalecen cultivos de papa (Solanum tuberosum), Isaño (Tropaeolum tuberosum), oca (Oxalis tuberosum) Papalisa (Ullucus tuberosus), habas (Vicia faba) Tarwi (Lupinus mutabilis) cebada y avena. Cerca de la casas y caminos se pueden ver con frecuencia árboles de Uvilla (Sambucus peruviana)
Es casi seguro que esta influencia humana puntual no es la causa de la transformación del paisaje boscoso de estos ambientes en un pajonal, ni el pastoreo incipiente, sino más bien las quemas ocasionales. Hasta hoy en día –en años de extrema sequía– los incendios mantienen estos ecosistemas (Laegaard 1992).
En varias zonas del páramo yungueño continúa el pastoreo y la explotación de maderas, cañas y leña. La comparación de la vegetación en el mismo piso altitudinal muestra ecosistemas distintos: El bosque bajo natural con numerosas especies endémicas y de distribución restringida fue cambiado a un mosaico de pajonal y bosque con especies, en su mayoría de distribución amplia y resistente a las quemas periódicas. La tendencia en el aumento de las sequías amenaza la sobrevivencia de estos fragmentos y de los bosques húmedos de la ceja de monte.
FUNCIÓN ECOLOGÍA Y SERVICIOS SOCIOAMBIENTALES
Debido a su gran altitud, cercanía a la línea ecuatorial, pero sobre todo a la exposición (barlovento) que tienen las masas montañosas a los vientos alisios, que al ascender se enfrían y condensan, produciendo lluvias orográficas, en formas de llovizna y neblinas, casi todo el año, es sin duda el mayor valor de estos paisajes sombríos: generació de agua.
Sin duda, son paisajes que ameritan una planificación estratégica para su conservación y manejo, sobre todo lo relativo a cuencas y biodiversidad: paisajes y seres vivos asociados a la captación de agua. Tiene un potencial para los sistemas agroforestales y permaculturales dado sus suelos profundos y orgánicos, e inmensa cantidad de agua disponible. Se podría implementar energía hidroeléctrica en pequeñas centrales, aprovechando la pendiente sin tener que dañar las cuencas con mega represas.
AMENAZAS
Se tratan de paisajes naturales y culturales de inminente recarga hídrica, cabeceras y divisorias de cuencas, donde se esta practicando una actividad minera descontrolada, que contamina por uso ineficiente de mercurio, y otras tecnologías obsoletas.
Esta economía, que no resuelven problemas sociales de las poblaciones que habitan la ecorregión, estaría mas bien agravándo la situación a largo plazo, dada la contaminación que provoca el uso de mercurio, sin considerar la cualidad y cantidad de agua que estos ecosistemas generan, perjudicando a otras poblaciones aguas abajo. Áreas protegidas como los parques nacionales, y áreas naturales de manejo integrado; Madidi y Cotapata están siendo afectadas por estas actividades.
¿QUÉ SON LOS PÁRAMOS YUNGUEÑOS?
Ve este vídeo hasta el minuto 23 y entra al siguiente vídeo:
Que son los Paramos?
VEGETACIÓN PAISAJES NATURALES Y CULTURALES DE LA ECOREGIÓN PÁRAMO YUNGUEÑO.
BIBLIOGRAFÍA
Ahti, T (1992). Biogeographic aspects of Cladoniaceae in the páramos.En: Balslev, H.& J. Luteyn (eds.) Páramo - an Andean Ecosystem Under Human Influence. Academic Press, Londres.
Balslev, H. & J. Luteyn. 1992. Páramo. An Andean ecosystem under human influence. Academic Press, Londres. 304 p.
Beck, S. G. & E. García. 1991. Flora y vegetación en los diferentes pisos altitudinales. Pp. 65-108 En: E. Forno & M. Baudoin (eds.). Historia Natural de un Valle en los Andes: La Paz. Instituto de Ecología, Universidad Mayor de San Andrés, La Paz.
Beck, S. G. 1995. El páramo yungueño de Bolivia, datos acerca de la flora y vegetación. Pp. 20-20. En: C. Josse & M. Ríos (eds.) Resumen II Congreso Ecuatoriano de Botánica. Pontificia Universidad Católica del Ecuador, Quito.
Capra S., M. E. 1996. El páramo yungueño. Estudios de la vegetación, clima y suelos en el área Pongo-Cotapata. Tesis en Biología, Universidad Mayor de San Andrés, La Paz.93 p.
García. E & S. Beck (2006). Puna. Botánica Económica de los Andes Centrales Editores: M. Moraes R., B. Øllgaard, L. P. Kvist, F. Borchsenius & H. Balslev Universidad Mayor de San Andrés, La Paz, 2006: 51-76.
Ergueta Sandoval, P & A. Álvarez (Eds) (2010). Transitando la Diversidad: Paisajes Naturales y Culturales
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Sevilla-Callejo, M (2012).Delimitación de la vegetación, los usos y las coberturas del terreno en un área de montaña tropical. El caso de la aplicación de las TIG al PN y ANMI Cotapata Bolivia.
Para mayor información comunicate con nosotr@s al mail: madalbo@gmail.com
Por segunda vez en lo que va del año, una desmesurada ofensiva represiva contra los campesinos miembros de la Asociación Departamental de Productores de Coca (Adepcoca) de La Paz ha puesto en evidencia la gravedad del conflicto de intereses que separa a los dos principales sectores cocaleros. Los de los Yungas de La Paz en un polo y los del Chapare en el otro.
Una advertencia sobre el potencial explosivo de ese conflicto se produjo en marzo pasado cuando un grupo de militantes del MAS quiso tomar la sede de Adepcoca, lo que estuvo a punto de desencadenar un incontrolable brote de violencia en pleno centro de La Paz. Como se recordará, en aquella ocasión el Gobierno asumió sin disimulo alguno una posición de firme apoyo a sus seguidores. Y ello llegó al extremo de movilizar a la Policía para respaldar la ofensiva contra los cocaleros yungueños. Fue tanto el riesgo de violencia, que el Gobierno se vio obligado a dar marcha atrás en el operativo que pretendía tomar el control de la organización de cocaleros yungueños.
Sin embargo, y como se ha podido comprobar durante los últimos días, ese fue sólo un repliegue táctico porque la presión contra los afiliados a Adepcoca con el pretexto de luchar contra los cultivos ilegales de coca no se detuvo. Y se llegó al previsible extremo de reanudar la contabilización de muertos y heridos.
La torpeza con que las fuerzas gubernamentales han reincidido en su ofensiva contra los cocaleros de los Yungas ha provocado nuevas movilizaciones en la Sede de Gobierno. Y esta vez ya no son solo los cocaleros los que se manifiestan sino que se ha involucrado en las marchas a un centenar de niños, compañeros de escuela de la hija de uno de los muertos en los enfrentamientos. Y como los ánimos están cada vez más caldeados, se teme que durante los próximos días se mantenga el ritmo ascendente de la espiral de violencia.
Paradójicamente, mientras eso ocurre con los cocaleros de los Yungas, los del Chapare no dejan de dar casi a diario muestras del poder del que disfrutan. El más reciente ejemplo lo dieron los colonos del ya famoso Polígono 7, área del Tipnis donde se multiplican los cocales ilegales, abundan las pozas donde se transforma la coca en cocaína y, ante la mirada condescendiente del Gobierno del MAS, se deja fluir todo el proceso que va de la plantación de coca a la exportación de cocaína.
Así, La Asunta y Polígono 7, y por extensión los Yungas de La Paz y el Chapare de Cochabamba, tienden a constituirse en los máximos símbolos de la manera como está siendo abordado el tema de la coca, la cocaína y el narcotráfico.
Tras revelar que un 83% de las muestras tenía contaminación, los análisis demostraron que miles de millones de personas en todo el mundo beben agua contaminada por partículas de plástico.
Llevada a cabo por la organización Orb Media, que compartió los resultados con el periódico the Guardian, la investigación partió de muestras de agua corriente tomadas en más de una decena de países para su análisis científico. En el 83% había contaminación por fibras de plástico.Tras hallarse contaminación por microplásticos en el agua corriente de países de todo el mundo, los científicos piden una investigación urgente que determine sus consecuencias para la salud.
EEUU lideraba el índice de contaminación con un 94% de muestras contaminadas: las fibras de plástico aparecieron en el agua corriente del Capitolio, de la oficina central de la Agencia de Protección Ambiental de EEUU y de la Torre Trump en Nueva York. Después de Estados Unidos, Líbano y la India tenían los índices más altos.
Los países europeos, entre ellos el Reino Unido, Alemania y Francia, tenían los índices de contaminación más bajos: aún así, llegaban al 72%. El valor promedio de fibras en cada muestra de 500 ml de agua corriente fue de 4,8 en EEUU a 1,9 en Europa.
Los nuevos análisis ponen de relieve el alcance omnipresente de la contaminación por microplásticos en el medioambiente. Estudios anteriores se han centrado principalmente en la contaminación de los plásticos en los océanos, por el que se presume que la gente ingiere microplásticos a través de los mariscos contaminados.
Microplásticos recogidos en aguas del Mediterráneo. /GP
“ Gracias a las observaciones que hemos hecho sobre la vida silvestre y sobre el impacto que el plástico produce allí, tenemos suficientes datos como para estar preocupados”, afirma la doctora Sherri Mason, experta en microplásticos de la Universidad Estatal de Nueva York en Fredonia. “Si tiene un impacto en la vida silvestre, ¿cómo es que pensamos que no nos va a afectar a nosotros?”, añade Mason, a cargo de supervisar los análisis de Orb Media.
Otro pequeño estudio, llevado a cabo en Irlanda y publicado en junio, también reveló contaminación por microplásticos en un puñado de muestras de agua del grifo y pozos de agua. “No sabemos cuál es el impacto en la salud y, por ese motivo, deberíamos seguir el principio de precaución y poner toda nuestra energía en esto ahora, inmediatamente, para que podamos saber cuáles son los verdaderos riesgos”, dijo la doctora Anne Marie Mahon, del Instituto de Tecnología Galway-Mayo, a cargo de esa investigación.
Pueden penetrar en las células
Según Mahon, hay dos grandes motivos de preocupación: las diminutas partículas de plástico y los químicos o patógenos que los microplásticos pueden albergar. “Si hay fibras, es posible que también haya nanopartículas que no podemos medir”, dijo. “Una vez que una fibra alcanza la escala del nanómetro, realmente puede penetrar una célula y eso quiere decir que puede penetrar órganos, y eso sería preocupante”. Los análisis de Orb encontraron partículas de un tamaño de más de 2,5 micrones, lo que equivale a un tamaño 2.500 veces mayor a un nanómetro.
De acuerdo con Mahon, los microplásticos pueden atraer a las bacterias en las aguas residuales: “Algunos estudios han demostrado que hay más patógenos dañinos en los microplásticos que salen de las instalaciones que depuran aguas residuales”.
También se sabe que los microplásticos contienen y absorben químicos tóxicos. Investigaciones hechas con animales silvestres demuestran que estos químicos se liberan en el cuerpo. El profesor Richard Thompson, de la Universidad de Plymouth (Reino Unido), le dijo a Orb: “Se hizo evidente de inmediato que el plástico liberaría esos químicos y que, en realidad, el entorno en los intestinos facilitaría esa rápida liberación”. Su investigación ha demostrado que los microplásticos se encuentran en una tercera parte de la producción pesquera del Reino Unido.
La escala de la contaminación global por microplásticos empieza a ser evidente, con varios estudios realizados en Alemania, donde se encontraron fibras y fragmentos en las 24 marcas de cerveza que se analizaron, así como en la miel y en el azúcar. En París, algunos investigadores descubrieron en el año 2015 microplásticos cayendo del aire. Según estimaron, cada año se depositaban entre tres y diez toneladas de fibras sobre la ciudad. También estaba en el aire dentro de los hogares.
Esta investigación llevó a Frank Kelly, profesor de salud ambiental en el King’s College de Londres, a decir durante una consulta del parlamento británico en 2016: “Si respiramos las partículas, es posible que estas puedan dejar químicos en las partes bajas de nuestros pulmones y tal vez hasta en nuestro sistema circulatorio”. Tras ver los datos de Orb, Kelly dijo a the Guardian que una investigación urgente era necesaria para determinar si la ingesta de partículas de plástico representa un riesgo para la salud.
Microesferas de plástico
La nueva investigación de Orb analizó 159 muestras y aplicó una técnica estándar para eliminar la contaminación de otras fuentes. Se llevó a cabo en la escuela de Salud Pública de la Universidad de Minnesota y las muestras llegaron de todas partes del mundo, incluyendo países como Uganda, Ecuador e Indonesia.
Todavía sigue siendo un misterio cómo llegan los microplásticos al agua potable, pero la atmósfera es uno de los orígenes más evidentes, por las fibras que se desprenden todos los días del uso y desgaste de telas y moquetas. Las secadoras de ropa son otro posible origen. Prácticamente en el 80% de los hogares de EEUU hay secadoras y, por lo general, su sistema de ventilación es al aire libre.
“ Realmente creemos que los lagos [y otras masas de agua] pueden ser contaminados por una acumulación de factores atmosféricos”, explica Johnny Gasperi, de la Universidad Paris-Est Créteil, responsable de los estudios sobre el agua de París. “Lo que observamos en París tiende a demostrar que una gran cantidad de fibras se encuentran en las emisiones atmosféricas”.
Las fibras de plástico también pueden ser arrastradas hasta las corrientes de agua. Un estudio reciente reveló que cada ciclo de las lavadoras podía liberar hasta700.000 fibras en el medioambiente. Las lluvias también podrían arrastrar los microplásticos que causan contaminación, lo que explicaría por qué los pozos de agua de los hogares de Indonesia estaban contaminados.
En Beirut, capital del Líbano, el suministro de agua proviene de manantiales naturales, pero en un 94% de las muestras había contaminación. “Esta investigación solo abarca un aspecto superficial, pero parece ser algo más grave”, dijo Hussam Hawwa, de la consultora ambiental Difaf, a cargo de recolectar las muestras para Orb.
Nada filtra al 100%
Según Mahon, los sistemas actuales de tratamiento de aguas estandarizados no filtran todos los microplásticos: “Realmente no hay ningún lugar del que se pueda decir que filtre el 100%. En lo que respecta a las fibras, el diámetro es de 10 micrones de ancho, y sería muy raro encontrar ese nivel de filtrado en nuestros sistemas de agua corriente”.
El agua embotellada podría no ser una alternativa al agua corriente. De acuerdo con los estudios de Orb, también estaban contaminadas algunas de las muestras de las marcas comerciales de agua embotellada analizadas en EEUU.
Cada año, se producen cerca de 300 millones de toneladas de plástico y, como solo se recicla o se incinera un 20% de esa cantidad, gran parte termina ensuciando el aire, la tierra y el mar. Según un informe publicado en julio, desde 1950 se produjeron 8.300 millones de toneladas de plástico. Los investigadores advierten de que los residuos plásticos se han vuelto omnipresentes en el medioambiente.
“E stamos ahogando cada vez más a los ecosistemas con el plástico y me preocupa mucho que pueda haber todo tipo de consecuencias indeseadas y adversas de las que nos enteraremos demasiado tarde”, dijo el profesor que encabezó el estudio, Roland Geyer, de la Universidad de California y Santa Barbara.
Según Mahon, los nuevos análisis del agua corriente representan un alerta, pero se necesita más trabajo para repetir los resultados, encontrar las fuentes de contaminación y evaluar su posible impacto sobre la salud.
Los plásticos son muy útiles, asegura Mahon, pero el manejo de los residuos debe mejorar radicalmente: “En nuestra vida cotidiana necesitamos el plástico, pero somos nosotros los que provocamos un daño al desecharlos de una manera muy poco cuidadosa”.