domingo, 23 de mayo de 2010

ABC: Sin licencia no va carretera sobre el Tipnis


Cambio , 23/05/2010

Noticia , Jimena Mercado Centellas , E5.3

La Paz- Cambio La Administradora Boliviana de Caminos (ABC) informó que en tanto no exista la licencia ambiental en el tramo 2 de la carretera Villa Tunari-San Ignacio de Moxos, sobre el Territorio Indígena del Parque Nacional Isiboro Sécure (Tipnis), no se construirá la ruta vial. "Siguiendo el paso marcado como ABC, en ningún momento vamos a empezar o vamos a dar orden de proceder a la construcción de la carretera si es que no se tiene la licencia ambiental respectiva", afirmó la gerente Socioambiental, Noemí Villegas, en entrevista con Cambio. La autoridad salió así al paso luego de que más de 60 comunidades indígenas que habitan el Tipnis, además de otro número similar de instituciones ligadas al cuidado del medio ambiente y a la defensa de los derechos de los pueblos originarios, se pronunciaran en contra del proyecto carretero que unirá a los departamentos de Cochabamba y Beni, por considerarlo ilegal y atentatorio. Villegas explicó que el proyecto carretero cuenta con tres tramos: el primero, Villa Tunari-Isinuta; el segundo, Isinuta-Monte Grande y el tercero, Monte Grande-San Ignacio de Moxos. La empresa brasileña OAS Ltda, encargada de ejecutar el proyecto, entregó, según la autoridad, el diseño final para el tramo uno, el cual además cumplió la fase de consulta pública con los actores sociales del sector. En el tramo 3 ya se cumplió con la consulta pública y el Estudio de Evaluación de Impacto Ambiental, el cual fue presentado a la Autoridad Ambiental Competente (AAC), para su posterior licencia ambiental. "Respecto al tramo 2, la empresa aun no ha entrado al área a hacer ningún tipo de estudios. La empresa para realizar el diseño, tiene que hacer una predeterminación porque sabemos que este tramo además de la sensibilidad ambiental, tiene sensibilidad social", manifestó. Señaló que la ABC trabaja en talleres informativos para que la empresa ingrese al "área sensible" del Tipnis a realizar estudios previos para la determinación del trazo del tramo y establecer los impactos que la carretera podría ocasionar, con el fin de determinar, las medidas de mitigación de corto y mediano plazo. Por la magnitud del proyecto, dijo que se categorizaron las fichas ambientales por tramos, para obtener del mismo modo, sus respectivas licencias ambientales. El medioambientalista Bady Mancilla de la ABC añadió que desde la entidad estatal se concibieron los tramos 1 y 3 con el enfoque de mejoramiento vial, debido a que entre Villa Tunari e Isinuta ya existe un camino consolidado (empedrado), al igual que entre Monte Grande y San Ignacio de Moxos, y "recién en el tramo 2 se pensó en la apertura de la ruta". Sin embargo, el proyecto denominado "Construcción de la Carretera Villa Tunari-San Ignacio de Moxos", señala textual que Bolivia, "como prioridad nacional ha decidido encarar la conexión y enlace del Corredor Vial mediante la conclusión del Tramo Villa Tunari-San Ignacio de Moxos de la Ruta F-24 de la Red Vial Fundamental, del país, que vinculará los departamentos de Beni y Cochabamba", el cual no menciona tres tramos. El proyecto bajo la modalidad "Llave en mano", implica en explicación de Villegas, que la empresa adjudicada tiene la cualidad de hacer en la primera etapa, el diseño del proyecto, en la segunda, la construcción de la obra, mientras que la supervisión estará cargo de la ABC a través del trabajo de un equipo de control y monitoreo ambiental para la fiscalización del proyecto. "Sabemos que vamos a penetrar el área de una reserva que es área protegida reglamentada, por lo cual nos debemos a una responsabilidad ambiental y social en el área. Los estudios van a plantear medidas que sean mitigables y remediables", afirmó la Gerente Socio Ambiental. Este criterio no es compartido con entidades medioambientalistas que advierten que la carretera podría ocasionar daños irreversibles. "EL TRAZO NO FUE DEFINIDO" Bady Mancilla explicó que la ABC no definió aun el trazo por el cual pasará el tramo 2, cuestionado por los pueblos indígenas, ya que a la fecha no se cuenta todavía con el estudio de evaluación del impacto ambiental analítico integral de todos los factores que inciden en la carretera. "Al momento, la empresa no ha logrado entrar al área protegida porque nosotros sabemos que debemos pedir un permiso al Sernap (Servicio Nacional de Áreas Protegidas) que nos permitirá entrar para definir el eje de la carretera por dónde va ir", subrayó. A partir de ese eje -dijo Mancilla- es que se hará el análisis integral de todos los factores ambientales y sus futuras consecuencias. De acuerdo al proyecto inicial, la carretera Villa Tunari - San Ignacio de Moxos alcanzaría a una longitud aproximada de 306 kilómetros y se conectaría de la siguiente manera: Villa Tunari-Eterezama-Puerto Patiño-Ichoa-Puerto Esperanza-Arroyo Tiyere y San Ignacio de Moxos. CONSULTA PÚBLICA El coordinador con los Movimientos Sociales de la ABC, Víctor Yoshiro Suzuki, informó que el proceso de consulta tiene varias etapas. La primera es garantizar la participación de todos los actores sociales que tienen que ver en la construcción de la carretera Villa Tunari-San Ignacio de Moxos. La ABC cumple la etapa de acercamiento con todos estos actores del Tipnis; que son de naturaleza distinta, pues hay colonizadores, además de comunidades indígenas. "Después habrá la etapa de información técnica, de otra índole también, de tal manera que aseguremos la calidad de la consulta pública", indicó. "El área de colonización está enmarcada por el INRA, hay una demarcación jurídica y legal, al igual que las tierras entregadas a las comunidades; indígenas y colonos conocen sus respectivas fronteras, y la federación de colonizadores sabe hasta dónde van a llegar, por supuesto está latente el dinamismos social", manifestó. Recordó que el presidente Evo Morales, en sus discursos en el Chapare, insistió una y otra vez en la importancia de respetar las fronteras territoriales y pidió a los colonos no plantar coca en el área protegida del Isiboro Sécure. Mientras, los colonos asentados en la parte baja del Tipnis piden la carretera, los indígenas milenarios se oponen. Una demanda largamente esperada El proyecto de la carretera Villa Tunari-San Ignacio de Moxos, para vincular a los departamentos de Cochabamba y Beni es una demanda de integración largamente esperada. La gerente Socioambiental de la Administradora Boliviana de Caminos (ABC), Noemí Villegas, se animó a señalar que la carretera incluso ya era visualizada por el presidente Antonio José de Sucre (1825-1828), quien soñaba en la integración caminera del país y la conexión entre Cochabamba y el entonces pueblo de Moxos. "Posteriormente en los 80, la carretera pasa a nivel de prioridad nacional en el Gobierno de Hernán Siles Zuazo y en los años 90 pasa a rango de ley", dijo. El proyecto Villa Tunari-San Ignacio de Moxos forma parte del programa de integración regional Cochabamba-Beni, que permitirá mejorar las condiciones del intercambio comercial entre ambas regiones, disminuyendo el recorrido de 900 a 306 kilómetros. Está ubicado en la ruta F-24 de la red fundamental de carreteras del país que tiene por objeto conectar con la ruta F- 4 que es parte del corredor Este-Oeste del país que permite acceder a nuevos mercados a través de los puertos del Pacífico y del Atlántico a través de Chile y Brasil respectivamente. En agosto del 2008, se adjudican los estudios y construcción a la empresa brasileña OAS Ltda. y el 22 de agosto de 2009 se firma el Protocolo de Financiamiento del Bandes con Brasil, bajo la modalidad "llave en mano". La obra asciende a 415 millones de dólares, de los cuales el 80 % es financiado por Brasil. "Exigimos el respeto a nuestra selva" El presidente de la Central de Pueblos Indígenas: mojeños, yuracaré y chimán, del Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure (Tipnis) -un joven líder de la amazonia- quien se trasladó hace algunos días a la sede de Gobierno en busca de ayuda para evitar que se construya la carretera Villa Tunari-San Ignacio de Moxos, pide el respeto de su casa; la selva, esa misma que habitan más de 60 comunidades. Moye en una entrevista con este medio dijo que la preocupación por la vía carretera que se pretende ejecutar -para unir los departamentos de Cochabamba y Beni- surge a raíz del diseño de la carretera "que atraviesa el territorio, justo por la parte más concentrada de recursos de biodiversidad, de fauna, flora y recursos no renovables del Tipnis". Cuestionó que por un lado, se maneje desde el Gobierno, un discurso de desarrollo a favor de las comunidades, cuando contrariamente, la carretera pasaría a cientos de kilómetros de las comunidades, porque pasa por plena selva virgen". "Nos preocupa la existencia de nuestros animales, plantas y comunidades que ahí viven", manifestó. Adolfo Moye, advierte que una carretera por el sector del núcleo de reserva, generaría más avasallamientos por parte de los colonos, quienes ya desde hace varios años invadieron la zona y plantaron coca. "Tuvimos bastantes avasallamientos; el último fue el 26 de septiembre de 2009, donde tuvimos hasta enfrentamientos contra colonos y cocaleros que están ingresando a proliferar la coca por esas selvas vírgenes donde no hay asentamientos humanos, que es una puerta abierta para la colonización y avasallamiento indiscriminado", sostuvo. El líder indígena dijo que hasta la fecha, no se aplicaron desde el Estado, mecanismos que garanticen la no penetración de colonos a sus selvas, y sobre todo, el cuidado del núcleo de reservas del Tipnis. "Esa zona por donde quieren abrir la carretera es la más vulnerable, ahí se encuentran animales totalmente mansos. Por donde caminas parece que estuvieras en el paraíso", dijo. Destacó que en la selva del Tipnis aún se encuentran especies animales que desaparecieron en otras áreas verdes, donde el hombre vive en completa armonía con su entorno. Cuando habla de los animales, de los ríos, de su infancia que le tocó vivir en plena naturaleza, retiene sus lágrimas, respira hondamente y vuelve con más energía a reclamar porque se respete su territorio. Con una carretera por el medio de la selva -dijo Moye- no hay garantías de que las comunidades indígenas sobrevivan, pues estas comenzarán a migrar a las ciudades, empezarán a proliferar las sendas conectadas a la carretera, los animales huirán a otras zonas en busca de su "loma santa" y la contaminación llegará inevitablemente al Isiboro Sécure. "Todo comenzará a desaparecer porque claramente se muestra que la zona colonizada como el Isiboro o el río Isinuta donde hay asentamiento de colonos, los ríos han quedado totalmente pobres, no hay vida, no hay animales", expresó. Pidió que el Presidente reflexione sobre la carretera y haga cumplir el respeto a la Madre Tierra, "porque él mismo, nos entregó de buena voluntad el título del Tipnis el 13 de julio del año pasado en Trinidad". "Se perderá un remanente único del ecosistema" El coordinador nacional del Programa de Investigación y Monitoreo Ambiental de la Liga de Defensa del medio Ambiente (Lidema), Marcos Ribera, advirtió que si el tramo de la ruta Villa Tunari-San Ignacio de Moxos atraviesa la selva virgen del Isiboro Sécure, se habrán vulnerado normas nacionales e internacionales, e impactado sobre un remanente único de ecosistema del continente. "Desde el Ichoa, el río Tayota, Lojojota, hasta el río Sécure, es una zona que ha sido considerada tradicionalmente como la Loma Santa, porque fue un espacio mítico religioso, en el cual buscaban refugio los indígenas de los avasallamientos coloniales", rememoró. El biólogo explicó que el Chapare, Yapacaní, Yucumo, San Carlos, Rurrenabaque, y algunas otras zonas como las comunidades de los chimanes y el Tipnis "eran los últimos relictos, remanentes de biodiversidad, pedazos de este tipo de ecosistemas que tiene el país, y que en el resto de Sudamérica se están perdiendo". Dijo que Bolivia comparte el mismo tipo de geografía a lo largo de la Cordillera con países como Ecuador y Perú y que una afectación socioambiental en el Tipnis, sería una pérdida no sólo nacional, sino también continental porque "se estaría perdiendo un remanente, un relicto, una muestra representativa de un ecosistema único". Ribera, quien realizó investigaciones en el Isiboro Sécure, dio testimonio científico de que el área es muy delicada, muy frágil, y extraordinariamente importante. El científico señaló que el tipo de bosque que se pretendería impactar con la ruta, es la franja al pie de montaña, pegada a la serranías, la cual presenta particularidades biológicas muy importantes y de recursos naturales es la zona. "Con esta carretera se va generar un proceso de deterioro irreversible", advirtió. Pero lo más grave -dijo- que los daños ambientales no pueden ser indemnizados porque se trata de bienes intangibles. Los impactos socio ambientales de la carretera, según el biólogo, se reflejarían en la desocupación desordenada de tierras, en la explotación forestal, en la caza furtiva de animales y recursos naturales, y en la expansión de colonizaciones al interior del Tipnis. VULNERACIÓN DE LA LEY Marcos Ribera advirtió que el Tipnis se encuentra en un Parque Nacional que al mismo tiempo es una Tierra Comunitaria de Origen (TCO) por lo que está bajo el paraguas de la protección de un marco legal de las áreas protegidas como la Ley del Medio Ambiente 1333 y la propia Constitución Política del Estado. "Se vulnera la propia Constitución Política del Estado y sus postulados, se vulnera un territorio que ha sido sustentado a lo largo de muchos años y que es producto de la marcha indígena de inicios del 90", sostuvo. En criterio de Rivera, es lamentable que la carretera proyectada inicialmente esté dentro de un área protegida. Observó que la empresa brasileña OAS Ltda. encargada de ejecutar el proyecto, "según los indicadores que tenemos, tiene muy baja responsabilidad socioambiental y es la que va liderar una consulta pública a su antojo y a su medida". En la Administradora Boliviana de Caminos (ABC) afirmaron que supervisarán el proceso. Señaló que Bandes, financiadora del proyecto, se mueve con normas ambientales del siglo pasado, por lo que no tendría "reparos" en impactar sobre la selva. En criterio del biólogo, existen muchos intereses detrás de la carretera, que van desde la explotación indiscriminada de madera, la expansión de cocaleros y nuevos proyectos de exploración petrolera.


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