miércoles, 30 de marzo de 2016

Sobre Amianto: un genocidio impune (y temáticas afines)



Novedad editorial: "Desvelando el silencio sobre el amianto. Conversaciones con Francisco Báez Baquet" (Ediciones del Genal, 2016)

Rebelión


Presentación: “Prólogo lóbrego” por Francisco Báez BaquetI. Abogo por una prohibición mundial, que debería ser absoluta, sin excepciones.
II. La deuda de la sociedad española con los activistas contra el amianto es inmensa.
III. Resulta penoso cómo puede haber quienes de todo ello quieren sacar rédito.
IV. Hay conocimientos que sólo la percepción directa de los propios trabajadores / as puede suministrar.
V. Existe una insensibilidad hacia los trabajadores, en sus padecimientos laborales y en las maniobras del diagnóstico.
VI. Nada más revolucionario que la verdad y la cultura, si por cultura entendemos el conocimiento de todo lo que vitalmente nos afecta o podría hacerlo
VII. La conspiración se instaura cuando las grandes empresas transnacionales se configuran en una estructura de cartel oligopolístico.
VIII. La acción de lobby de la industria del amianto en diversos ámbitos geográficos ha logrado frenar leyes que perjudicaban sus intereses.
IX. Hay que crear una jurisdicción específica para todo lo relativo al amianto, un tribunal especializado, en suma.
X. Existe la tendencia a atender en exclusiva a los datos cuantitativos, con olvido de toda una realidad subyacente, que habitualmente permanece oculta.
XI. Quienes hacen trampas no pueden ser tratados con el mismo rasero de respetabilidad académica que quienes no incurren en ellas
XII. La extensión de principio de precaución al campo de lo laboral es, por supuesto, pertinente.
XIII. El amianto está presente en varios hospitales españoles.
XIV. Soy partidario de que siempre haya un levantamiento del velo societario; que, como en los estrenos teatrales, podamos reclamar que salga el autor.
XV. El énfasis y la atención, hay que ponerlos en los corruptores, más que en los corruptos.
XVI. El fenómeno asociativo de las víctimas del amianto, tanto en España como a nivel mundial, responde a una necesidad.
XVII. No hay ninguna variedad de amianto que sea inocua
XVIII. El subregistro, en el caso de las patologías asociadas al amianto, abarca a todo un amplio abanico de comportamientos deliberados
XIX. Las Mutuas substraen al registro los casos de enfermedades profesionales, dándolas como comunes, para eludir el pago de indemnizaciones.
XX. En el caso del amianto, los acuerdo extrajudiciales son auténticos chantajes.
XXI. Jamás una sentencia condenatoria por mesotelioma ha dejado de ser recurrida por la empresa demandada.
XXII. La ciencia corrupta no busca la verdad, sino la falsa concordancia de los supuestos resultados con los intereses de quienes subvencionan
XXIII. Sustituir 3.000 pleitos individuales por un único macro-proceso tenía las ventajas de la repercusión mediática y la economía procesal, pero también un riesgo
XXIV. Los familiares de los presos políticos de la colonia penitenciaria fueron los que constituyeron la plantilla de la fábrica de amianto-cemento.
XXV. El modelo de actuación de la industria del tabaco es el referente inmediato en el que se ha basado la acción de la del amianto.
XXVI. El lobby trata de ocultar su parcialidad a través del instrumento del think tanks.
XXVII. Un relator de la ONU para las víctimas del amianto comentó que jamás pondría los pies en determinados países.
XXVIII. La ciencia, estadísticamente hablando, es fiable pero siempre hay que tener cuidado con las 'setas envenenadas' de su jardín
XXIX. La voz inaudible de las víctimas silenciadas grita su ausencia en esos balances contables.
XXX. El colmo de la incoherencia: un mismo partido político puede asumir actitudes sobre este asunto abiertamente contradictorias.
XXXI. El cenit de la explotación capitalista es la obligación de estar incondicionalmente contento.
XXXII. En lo relativo a determinadas cuestiones, las empresas actúan de forma solidaria, sin fisuras.
XXXIII. El pretendido uso responsable del crisotilo es una inmensa patraña.
XXXIV. No perdonamos a los grandes inversores representados en los sucesivos consejos de administración y a los directivos del más alto nivel.
XXXV. Los que, sabiendo lo que sabemos, persisten en seguir explotando la extracción, uso y comercio internacional del asbesto, son de una condición infra-humana que no tiene nombre.
XXXVI. Cuanto más 'primitiva' y 'artesanal' era la fabricación, más trabajadoras y más pésimas las condiciones de higiene industrial.
XXXVII. Lo que impera es la Europa de los mercaderes. Ninguna nueva directiva viene a mejorar la salud laboral de europeos.
XXXVIII. El amianto no está presente en los debates políticos, tampoco en esta campaña electoral; siempre ha sido así.
XXXIX. El dinero es muy poderoso, tanto a la hora del asesoramiento jurídico como a la de comprar voluntades, induciendo a delitos.
XL. La familia de Kafka fue propietaria de una industria del amianto en la que él trabajó
XLI. No nos engañemos: no es que el trabajador esté legalmente bien protegido sino que el simple ciudadano que no trabajó con amianto lo está de peor forma todavía.
XLII. Lo que parece fuera de toda duda es que Cuba queda adscrita al grupo de naciones que han optado por el 'uso seguro' y reglado del amianto.
XLIII. Las estimaciones están sistemáticamente desviadas a la baja. Son más los años de vida potencial que el amianto cercena.
XLIV. Desgraciadamente muchas personas jamás han oído hablar del amianto, y menos todavía del peligro que su permanencia representa.
XLV. Entrevista a Salvador López Arnal sobre Amianto: un genocidio impune.
Primera parte: “Un horror desalmado, un proyecto-mecanismo social de características infernales”.
Segunda parte: “¡Seamos realistas, pidamos lo imposible!”
Epílogo: “El capitalismo, un gigante estúpido y malicioso” Salvador López Arnal
GLOSARIO. Francisco Báez Baquet
CRONOLOGÍA ESENCIAL
BIBLIOGRAFÍA ESENCIAL
VIDEOREPORTAJES SOBRE EL AMIANTO
ÍNDICE ANALÍTICO
ÍNDICE NOMINAL
Dedicatoria.
Para los trabajadores fallecidos y sus familiares. Para que no habite jamás el olvido.
Para los ciudadanía resistente, para los activistas de todo el mundo que no cesan de gritar “Justicia, justicia, justicia” Es inemsna nuestra deuda con ellos.
Para los científicos que practican y luchan por una ciencia con consciencia.
Para nuestro amigo y maestro Paco Puche
La intencionalidad ha quedado también demostrada en el proceso de Turín que, en junio de 2013, ha condenado a Schmidheiny a 18 años de cárcel. Como he relatado en otro lugar a propósito de este juicio se puede decir que “con mucho, lo más importante ha sido el descubrimiento de que Stephan Schidheiny tenía perfecto conocimiento de la letalidad del trabajo con amianto y que a pesar de eso continúo con el negocio. En efecto, el tribunal ha demostrado cómo en la conferencia de Neuss celebrada en Alemania en 1976, S. Schmidheny, ante una audiencia de unas 30 personas todos ellos gerentes de sus empresas Eternit en Europa, dijo que él sabía que el asbesto era nocivo y peligroso para la salud, que ellos debían ser conscientes de ello pero que si otras personas se hacían también conscientes tendrían que cerrar o tomar medidas económicas al respecto. Por lo tanto advirtió a sus directivos que había que medir muy bien el tipo de información que se daba, decir que el asbesto no era perjudicial y que, en cualquier caso, no causaba la muerte dado que su riesgo podía ser controlado. Por ello, obviamente, la sentencia le acusa de “desastre intencionado”. Por esta razón el Presidente del Tribunal ha comparado a Schmidheiny con Hitler. En efecto, durante la tercera audiencia celebrada el 19 de febrero de 2013, el juez Ogge comparó la estrategia de Eternit con la estrategia nazi de deportar judíos a Madagascar (1939 a 1941), un plan que más tarde fue reemplazado por las deportaciones a los campos de exterminio. La prensa era muy contundente en sus comentarios, decía: “paralelo entre Schmidheiny y Hitler”. Así lo recogía la Stampa de Turín al día siguiente de las declaraciones del presidente del tribunal.
Paco Puche (2014).Para mayor información comunicate con nosotr@s al mail: madalbo@gmail.com

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