La Razón
La Paz - Bolivia, Estado Plurinacional de
22 de mayo de 2005
ControlÀ Los estados abiertos a la OGM deben adoptar mayores recaudos y controles.
Descubierta la herramienta, todo es posible, incluso el bioterrorismo como una distorsión de la ciencia o un instrumento de malas prácticas. Así lo admitió la experta y funcionaria de la FAO, Sandra Sharry, quien señaló que se debe tener cuidado con el uso de las nuevas tecnologías de manipulación genética.
Por ello, en su criterio, se imponen marcos y códigos de bioética, pero además la bioseguridad que atañe a las legislaciones de los países. “De hecho se puede usar la biotecnología para llegar a hacer cosas nocivas, como se hacen cosas beneficiosas”, afirmó la experta de la FAO.
En esa medida, Sharry considera que los niveles de bioética y bioseguridad deben bajar en forma de regulaciones, aun para laboratorios, además de verificar capacidades y hacer seguimientos de los proyectos.
Asimismo, se considera imprescindible llevar adelante cursos constantes de capacitación y reflexión bioética para técnicos y cientistas.
Por otro lado, la FAO también ve como riesgos, respecto de la utilización de OGM, algunos efectos de carácter social y económico. Entre estos, la creación de oligopolios empresariales, cuando unas cuantas empresas pretenden dominar la tecnología y la propiedad intelectual, que puede restringir el acceso a la tecnología y a las denominadas tecnologías “terminator” que permitan la reutilización de las semillas de los organismos genéticamente modificados.
Una plataforma demanda prohibir los transgénicos
Objetivos À El Fobomade afirma que los OGM son un riesgo para la biodiversidad.
Bolivia es un país con una megadiversidad biológica y está en riesgo de contaminar todo su potencial con el uso de transgénicos que no son seguros en su producción ni consumo.
La conclusión corresponde al Foro Boliviano de Medio Ambiente (Fobomade), que coorganiza la plataforma nacional antitransgénicos.
La plataforma plantea como demanda nacional la ratificación del protocolo de Bioseguridad de la cual Bolivia es signataria.
Aquel instrumento, según el Fobomade, permite que frente a los riesgos de salud y medio ambiente los países prohíban la comercialización de estos productos en el país.
La plataforma promueve el intercambio de información y análisis sobre los riesgos del ingreso de mayores semillas transgénicas para la biodiversidad nacional, como el maíz BT, algodón BT y algodón RR, resistentes a plagas y herbicidas.
Sin embargo, para Sandra Sharry de la FAO, el dilema sobre el uso de transgénicos en Bolivia y en otras partes del mundo está fuertemente influenciado por los intereses económicos, según algunos investigadores.
madalbo@gmail.com
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