La Razón La Paz - Bolivia, Estado Plurinacional de 22 de mayo de 2005
Las sanciones por la manipulación no permitida de Organismos Genéticamente Modificados (OGM) y su utilización en alimentos y medicamentos serán la prioridad de la nueva regulación.
Después de ocho años de vigencia, el Gobierno reemplazará hasta fin de año el Decreto Supremo 24676 que regula el manejo de Organismos Genéticamente Modificados (OGM), comúnmente llamados transgénicos.
El ámbito legal del nuevo decreto, que mejorará y actualizará la legislación en vigencia, enfocará las sanciones sobre la manipulación no autorizada de OGM y su incorporación en alimentos procesados y medicamentos, entre otros aspectos insuficientemente regulados.
El antecedente fue informado por Cecilia Berzaín, coordinadora nacional del proyecto TCP/BOL/2902, cuyo Programa de Fortalecimiento Institucional para la gestión de la Seguridad de la Biotecnología funciona en el Ministerio de Desarrollo Sostenible y Medio Ambiente.
Berzaín reconoció que, desde 1997, cuando ingresó en vigencia el decreto reglamentario sobre bioseguridad, se han identificado una serie de nuevos aspectos. Además, citó que en ese entonces aún no estaba en vigencia el Protocolo de Cartagena sobre seguridad de la Biotecnología, ratificado en el país desde el 2001.
La autoridad encargada de hacer cumplir el DS 24676 es el Ministerio de Desarrollo Sostenible y Medio Ambiente, en consulta con el Comité Nacional de Bioseguridad, que autorizan, o no, solicitudes para realizar OGM, evaluar riesgos e inclusive imponer las sanciones.
Pese a que en Bolivia sólo está permitida la importación y cultivos de Soya RR (Evento 40-3-2), un grano resistente al glifosato (herbicida), en el último tiempo se detectó y sancionó a un agricultor que introdujo otro tipo de soya transgénica, sin la autorización debida. El producto fue retenido por las autoridades.
Por otro lado, Bolivia aún no cuenta con una normativa para OGM en el tema de alimentos. De ahí que algunas organizaciones ecologistas han denunciado la introducción indiscriminada de productos que actualmente se comercializan libremente en el país, entre éstos destacan conocidas marcas de jugos de fruta, hojuelas y picados de soya y maíz e inclusive alimentos de donación. Asimismo, galletas, aceites, grasas, embutidos y conservas, muchos de los cuales ingresan inclusive de contrabando.
En el marco del Simposio, Comunicación, Biotecnología y Bioseguridad, realizado el 19 de este mes en Santa Cruz, la consultora internacional de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), Sandra Sharry, considera que, aunque se satanizó el uso de los transgénicos u OGM, la biotecnología de alimentos es sólo una aplicación de la biotecnología, una realidad y potencialidad moderna.
Repuso que, de acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), el uso de transgénicos en el mundo está permitido y, más aún, son bien vistas sus potencialidades en un mundo que puede confrontar problemas de alimentación y uso de suelos en el futuro. Considera que el falso debate sobre la utilización y el consumo de transgénicos tiene un origen comercial, pues no se ha probado que estos productos sean dañinos para la salud. Destacó que en algunos países está pendiente el tema de si se debe etiquetar o no el producto con uso de transgénicos.
¿Alergias por transgénicos?
Según un estudio comparativo del Ministerio de Salud en 52 municipios del país, los alimentos elaborados con soya transgénica habrían producido un alarmante incremento en la sintomatología de alergias.
Los resultados de aquel análisis —realizado en el período 2001-2002— están plasmados en una publicación del Foro Boliviano de Medio Ambiente (Fobomade), que se opone a la producción y consumo de OMG en el país.
De acuerdo a la publicación, los síntomas alergénicos detectados fueron estornudos, ojos llorosos, congestión nasal, erupción cutánea, escozor e hinchazón de la piel. dificultad al respirar e inflamación de garganta y lengua. En el municipio de Viacha, de 286 niños que consumieron hojuelas de soya transgénica, el 4 por ciento habría presentado alergias, de tipo 1 por consumo, y de tipo 2, citotóxica.
No obstante, Sandra Sharry, de la FAO, dijo que hasta el momento no hay estudios científicos que demuestren que la ingesta de productos con OGM (transgénicos) hayan provocado ese tipo de reacciones que pueden tener diverso origen |
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