Zadie Neufville
IPS
La herramienta le ha permitido a este país caribeño pronosticar de forma precisa varios períodos sin lluvias o de sequías, incluso el más destructivo de 2014, cuando se perdieron unos 1.000 millones de dólares en cultivos, que se pudrieron o se quemaron en incendios, causados por las excepcionales condiciones secas.
En la vecina Cuba, la fama del Centro para la Física Atmosférica, del Instituto de Meteorología se apoya en el desarrollo de herramientas que “ofrecen información oportuna y confiable sobre el clima” que le permite al país prepararse para condiciones secas y lluviosas extremas, así como huracanes.
Científicos regionales creen que los extendidos periodos secos son una de las muchas señales del impacto del recalentamiento planentario que sufre toda la región.
El subdirector y asesor científico del Centro de Cambio Climático de la Comunidad del Caribe (CCCCC), Ulrich Trotz, opina que ese fenómeno afecta el “estilo de vida caribeño”.
“Algunos países del Caribe, como Barbados y Antigua tienen una escasez de agua inherente. Es de esperar que el cambio climático exacerbe esa situación ya crítica”, alertó.
“Vimos en los últimos tiempos la ocurrencia de sequías extendidas en el Caribe, un fenómeno que es de esperar que ocurra con más frecuencia en el futuro”, añadió Trotz.
“Las sequías tienen serias implicaciones en todos los sectores, el agua, la salud, la agricultura y el turismo, y ya vemos los desastrosos efectos de las sequías generalizadas en todo el Caribe, en especial en la agricultura, en las economías, los medios de vida y el bienestar la población caribeña”, acotó.
Las experiencias de Cuba y Jamaica con las herramientas de pronostico muestran que estas deben replicarse en toda la región, así como en América Central y América del Sur.
El CCCCC, encargado por la Comunidad del Caribe de coordinar la respuesta regional al cambio climático, busca desde 2014 apoyo económico investigando y reuniendo los recursos regionales para ayudar a los países a hacer frente a las consecuencias del fenómeno.
En la actualidad, introducen y capacitan a planificadores en la aplicación y el uso de una serie de herramientas que ayudarán a las autoridades de sus países a prepararse para los avatares climáticos.
Los especialistas opinan que la preparación para hacer frente al cambio climático debe incluir la recolección de datos y el uso generalizado de herramientas de variabilidad, previsibilidad y planificación que guíen el desarrollo que mitiga los impactos de las condiciones climáticas extremas.
El último Informe del Clima Marino del Caribe refleja las conclusiones del último informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático, que señala la necesidad de que los países mejoren sus estrategias de adaptación.
Los dos documentos subrayan los riesgos significativos que implicará el recalentamiento planetario para las economías regionales que dependen mucho de las industrias basadas en los ecosistemas, y donde la principal infraestructura está ubicada a lo largo de la costa y las poblaciones son principalmente pobres.
El informe señala las amenazas a la biodiversidad que supone el blanqueamiento de los corales, el aumento de la temperatura de mar y las tormentas más intensas, que pueden destruir la economía regional y, en algunos casos, inundar comunidades enteras.
Las herramientas no solo permiten a los usuarios generar información climática específica, sino que los organismos de meteorología, de gestión de desastres y otros relacionados pueden evaluar las consecuencias probables de eventos extremos en sectores como la salud, la agricultura y el turismo, sobre las instalaciones y la infraestructura crítica, así como sobre las poblaciones vulnerables.
La capacitación está a cargo del Programa de Adaptación al Cambio Climático (CCAP) en países del Caribe Oriental y Sur, con fondos de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid).
El CCAP se pensó para aprovechar tanto la Estrategia de Cooperativa para el Desarrollo Regional, que atiende las dificultades en materia de desarrollo en países caribeños, así como el Marco Regional para Lograr un Desarrollo Resiliente al Cambio Climático y su Plan de Implementación asociado, respaldado por los gobernantes de la Caricom.
Los especialistas y funcionarios de la región que trabajan en agricultura, recursos hídricos, gestión costera, salud, planificación urbana y reducción del riesgo de desastres de Antigua y Barbuda, Barbados, Dominica, Granada, Guyana, San Cristóbal y Nieves, Santa Lucía, San Vicente y las Granadinas, Suriname y Trinidad y Tobago aprenden a usar una variedad de herramientas.
El programa procura construir resiliencia en las iniciativas de desarrollo al tiempo que deben de hacer frente a los desafíos que supone el cambio climático, que ya experimentan los países de la región.
El meteorólogo de Santa Lucía, Glen Antoinne, elogió las herramientas adquiridas y opinó que “pueden ser útiles para su país porque están directamente relacionadas con nuestra capacidad para pronosticar cualquier variación climática”.
En particular, Antoinne espera que su gobierno “apoye al departamento de climatología en el análisis de tendencias, los pronósticos de sequías y los ayude a determinar cuándo tomar medidas en la planificación de políticas y en la gestión de desastres”.
Las herramientas funcionan permitiendo a los investigadores y otros especialistas en desarrollo usar una variedad de datos climáticos para generar información científica y realizar análisis sobre los impactos probables en países de la región.
Son de acceso libre, con lo que se evita la necesidad de productos similares caros, pero efectivos, subrayó, de Arnoldo Bezamilla Morlot, de Insmet.
“Vimos la necesidad de desarrollar una herramienta para la sequía que no solo fuera fácil de usar, sino gratuita para que los países del Caribe no tuvieran que gastar grandes sumas de dinero en los programas”, indicó.
“Cuantos más países usen los datos, habrá más información disponible para que usen los países y la región”, prosiguió Morlot, al señalar que los datos se usan para generar información, que luego alimenta los procesos de toma de decisión.
CCAP también incluye actividades destinadas a expandir el Sistema de Alerta Temprana de los Arrecifes de Coral para la instalación de boyas para la recolección de datos en cinco países del Caribe oriental que, entre otras cosas, se usarán para realizar pronósticos ecológicos sobre el blanqueamiento de corales y otros eventos marinos.
El proyecto también contribuye al fortalecimiento de sistemas de medición hidrometeorológico en los países participantes. Eso permitirá un mejor monitoreo de los parámetros climáticos del día y para la generación de datos que alimenten los modelos climáticos y otras herramientas.
Entre las herramientas desarrolladas en el marco del proyecto está la Evaluación del Caribe sobre la Sequía Regional, el Generador Climático del Caribe y el Modelo de Tormenta Tropical, diseñados para ayudar a los expertos a desarrollar escenarios de climas futuros en cualquier ubicación geográfica y usarlos para pronosticar mejor e informar las acciones de mitigación.
“La información resultante ayudará a los gobernantes a tomar decisiones informadas sobre proyecciones y pronósticos de los probables niveles de impacto en su infraestructura y economías”, destacó Lavina Alexande, del Departamento de Desarrollo Sostenible, al señalar que las últimas experiencias con huracanes y eventos de lluvia extrema y huracanes.
En su calidad de diseñador de herramientas, Morlot cree que mediante el acceso gratuito, el proyecto asegura que “más países comiencen a recolectar y usar los datos, suministrando a los científicos regionales la capacidad de realizar pronósticos más precisos”, explicó.
Al poner toda la información y las herramientas en un lugar accesible para todos será bueno para la región, opinó.
Traducido por Verónica Firme
http://www.ipsnoticias.net/2017/08/caribe-se-vuelca-a-la-meteorologia-contra-el-cambio-climatico/
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