Hoy, 9 de diciembre, toda la atención está puesta en el resultado que anunciarán los grupos de negociación cerrados. Los negociadores lanzarán una propuesta de acuerdo que parece casi cerrada para el día de hoy. A pesar de la opacidad de las negociaciones, la información a la que ha tenido acceso Amigos de la Tierra indica que el texto es ambiguo y carece de contenido.
Amigos de la Tierra alerta que el texto no reconoce explícitamente la necesidad de mantener el aumento de la temperatura por debajo del umbral seguro 1,5ºC, sino solamente de manera ambigua. La organización resalta que este grado y medio es un compromiso completamente nulo si no se acompaña de las medidas necesarias para mantener la temperatura por debajo de este límite. Precisamente la exclusión de estas herramientas parece ser la intención de los negociadores, por lo que el objetivo de un grado y medio aunque se incluyese en el texto final quedaría en papel mojado. Esta apreciación es un punto clave para entender la decisión de mencionar el 1,5ºC, y el descontento de la organización ecologista.
Del acuerdo quedan excluidas también referencias a la ciencia, las cuales servirían para justificar y señalar el acuerdo ante la opinión pública como un texto con muy poca ambición. De la misma forma, la organización denuncia la falta de referencias a la “descarbonización” de la economía (reducir las emisiones de CO2, no compensarlas a través de sumideros de carbono, etc.), un pulso que no ha sabido ganar la Unión Europea, que responde a las exigencias de un pequeño número de países con reservas de combustibles fósiles, cuya postura ha quedado escondida detrás de Arabia Saudí. Así, queda excluida también cualquier tipo de mención a un horizonte temporal cercano y urgente para reducir las emisiones en todo el planeta a cero.
“El acuerdo, donde todo resulta ambiguo, incluso las menciones al calentamiento, no contiene apenas herramientas, salvo las financieras, y aún así siguen siendo insuficientes: una hoja de ruta para seguir transfiriendo a cuentagotas pequeñas cantidades de dinero a los países más vulnerables. El texto no contiene una visión a largo plazo ni en la reducción de emisiones ni en la financiación. Lo que llevamos viendo estas semanas es la continuidad de la improvisación dentro la financiación climática”, ha declarado Alejandro González, portavoz de Amigos de la Tierra en la COP21. “Si los países más vulnerables aceptan el texto que se publicará a las 13:00h. de hoy, tal y como está, solo lo podrían asumir bajo la presión conjunta de Estados Unidos y la Unión Europea y un chantaje económico a través de la transferencia de fondos por parte de las dos regiones”, ha concluido González.
Amigos de la Tierra recuerda también que el carácter de las responsabilidades compartidas pero diferenciadas recogido en la convención queda absolutamente diluido en el acuerdo; esto es que cada país asuma responsabilidades y compromisos según su capacidad y su deuda ecológica. Si bien es cierto que ya no existe una diferenciación igual a la del Protocolo de Kioto entre países, sigue habiendo una línea roja entre países ricos y responsables y los países más vulnerables. Así, la ONG ha denunciado que el acuerdo incumpliría a día de hoy un principio vital de la Convención, ligado al reclamo de justicia climática de la sociedad civil en todo el mundo.
Amigos de la Tierra exige al Gobierno y al resto de las partes que el texto incluya la descarbonización (reducción de emisiones), y deje de lado el concepto de neutralidad (el cual incluye falsas soluciones como los mercados de carbono). A su vez la referencia al 1,5ºC debe ir de la mano de las herramientas y una ruta para no sobrepasar el límite de temperatura que afectará a los países más vulnerables al cambio climático, entre ellos España.
Amigos de la Tierra alerta que el texto no reconoce explícitamente la necesidad de mantener el aumento de la temperatura por debajo del umbral seguro 1,5ºC, sino solamente de manera ambigua. La organización resalta que este grado y medio es un compromiso completamente nulo si no se acompaña de las medidas necesarias para mantener la temperatura por debajo de este límite. Precisamente la exclusión de estas herramientas parece ser la intención de los negociadores, por lo que el objetivo de un grado y medio aunque se incluyese en el texto final quedaría en papel mojado. Esta apreciación es un punto clave para entender la decisión de mencionar el 1,5ºC, y el descontento de la organización ecologista.
Del acuerdo quedan excluidas también referencias a la ciencia, las cuales servirían para justificar y señalar el acuerdo ante la opinión pública como un texto con muy poca ambición. De la misma forma, la organización denuncia la falta de referencias a la “descarbonización” de la economía (reducir las emisiones de CO2, no compensarlas a través de sumideros de carbono, etc.), un pulso que no ha sabido ganar la Unión Europea, que responde a las exigencias de un pequeño número de países con reservas de combustibles fósiles, cuya postura ha quedado escondida detrás de Arabia Saudí. Así, queda excluida también cualquier tipo de mención a un horizonte temporal cercano y urgente para reducir las emisiones en todo el planeta a cero.
“El acuerdo, donde todo resulta ambiguo, incluso las menciones al calentamiento, no contiene apenas herramientas, salvo las financieras, y aún así siguen siendo insuficientes: una hoja de ruta para seguir transfiriendo a cuentagotas pequeñas cantidades de dinero a los países más vulnerables. El texto no contiene una visión a largo plazo ni en la reducción de emisiones ni en la financiación. Lo que llevamos viendo estas semanas es la continuidad de la improvisación dentro la financiación climática”, ha declarado Alejandro González, portavoz de Amigos de la Tierra en la COP21. “Si los países más vulnerables aceptan el texto que se publicará a las 13:00h. de hoy, tal y como está, solo lo podrían asumir bajo la presión conjunta de Estados Unidos y la Unión Europea y un chantaje económico a través de la transferencia de fondos por parte de las dos regiones”, ha concluido González.
Amigos de la Tierra recuerda también que el carácter de las responsabilidades compartidas pero diferenciadas recogido en la convención queda absolutamente diluido en el acuerdo; esto es que cada país asuma responsabilidades y compromisos según su capacidad y su deuda ecológica. Si bien es cierto que ya no existe una diferenciación igual a la del Protocolo de Kioto entre países, sigue habiendo una línea roja entre países ricos y responsables y los países más vulnerables. Así, la ONG ha denunciado que el acuerdo incumpliría a día de hoy un principio vital de la Convención, ligado al reclamo de justicia climática de la sociedad civil en todo el mundo.
Amigos de la Tierra exige al Gobierno y al resto de las partes que el texto incluya la descarbonización (reducción de emisiones), y deje de lado el concepto de neutralidad (el cual incluye falsas soluciones como los mercados de carbono). A su vez la referencia al 1,5ºC debe ir de la mano de las herramientas y una ruta para no sobrepasar el límite de temperatura que afectará a los países más vulnerables al cambio climático, entre ellos España.
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