Por La Noticia1
Entre los agrotóxicos se hallan inhibidores de la colinesterasa, prohibidos por el Ministerio de Salud de la Nación. También se utiliza el Glifosato y el Endosulfan (prohibido por el Servicio nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria – pero cuyo uso está permitido hasta el agotamiento del stock).
Un informe del Organismo para el Desarrollo Sostenible (OPDS) reconoce que se efectúan entre 20 a 23 aplicaciones de sustancias químicas por ciclo de cultivo en la provincia de Buenos Aires y que pueden comprender hasta 40 principios activos. Se trata del primer informe que es emitido por un organismo oficial bonaerense.
El trabajo se titula “Plaguicidas en el territorio bonaerense: información toxicológica, ecotoxicológica y comportamiento ambiental” y refiere a un relevamiento y monitoreo realizado por la Dirección Provincial de Recursos Naturales -Programa Gestión Ambiental en Agroecosistemas- dependiente de la autoridad ambiental bonaerense – sobre las distintas regiones de la Provincia de Buenos Aires, con el fin de inventariar los agrotóxicos de mayor uso por región y cultivos.
Uno de los puntos de investigación fue el cultivo de papa en el Partido de Balcarce y alrededores. El informe reconoce que se efectúan unas 20 a 23 aplicaciones de agrotóxicos por ciclo de cultivo (150 a 160 días hasta la cosecha) y que pueden comprender hasta 40 principios activos.
Entre los agrotóxicos se hallan los inhibidores de la colinesterasa, prohibidos por el Ministerio de Salud de la Nación en su carácter de dominosanitarios, como es el caso del Clorpirifós. También se señala que se utiliza el Glifosato y el Endosulfan (prohibido por el SENASA – Servicio nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria – pero cuyo uso está permitido hasta el agotamiento del stock).
Textualmente el organismo oficial reconoce que “Al tratarse de un cultivo con muchas labores mecánicas: alrededor de 3 labores de cincel, el control de malezas en los primeros estadios se realiza preferentemente mediante esta alternativa. No obstante, la tendencia es a realizar cada vez más aplicaciones de Glifosato tras la primera labor mecánica, y de esa manera sustituir las siguientes labores con la aplicación del herbicida”.
“Que se opte por una u otra forma de control depende en gran medida del precio del gas oil y del agroquímico. Actualmente, se usa algo de Glifosato durante el barbecho, en casos en que rebrotaron malezas tras las labores de labranza. Como curasemilla, el principal insecticida aplicado es elClorpirifós acompañado con algún fungicida“.
Luego agrega que “Entre los insecticidas más aplicados se destacan diversos piretroides yfosforados como el Metamidofós, Clorpirifós y el Dimetoato. También se emplea Endosulfán, Imidacloprid y específicos para Liriomyza como Abamectina y Cartap.”
La relevación de la OPDS muestra la gravedad que reina sobre el control de inocuidad alimentaria del cultivo de papa por tratarse de un producto de consumo directo. A ello se suma la reciente irresponsable e ilegal aprobación de la versión transgénica del tubérculo por parte del Estado Nacional, que ignoró las pautas mínimas para la evaluación de los riesgos de toxicidad crónica y carcinogenicidad.
Para más información: http://www.opds.gba.gov.ar/RNSite/Agroecosistemas/Plaguicidascorreccion2…
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