“A falta de carne de animales de monte, los movima son expertos cazadores de animales para extraerles los cueros (caimanes, lagartos, londras, tigrecillos), a fin de obtener dinero y surtir necesidades apremiantes. La pesca se hace con atajados, barbasco, anzuelos y redes. Recolectan, además, una gran diversidad de frutos silvestres, pero destacan especialmente la recolección de totora”.
Ubicados en la región amazónica de Beni, los movima tienen como principal actividad económica a la agricultura. El antropólogo Wigberto Rivera cuenta que “generalmente los montes donde están obligados a cultivar son poco aptos porque sufren inundaciones”. Por eso, deben combinar su actividad con la caza, la pesca y la recolección de frutos.
Antes de la llegada de los españoles, también eran agricultores semisedentarios y sabían aprovechar las tierras de terrazas y claros de bosque tratados por culturas anteriores (en especial por los moxeños).
La organización social se basa en la familia monogámica y nuclear con características de parentela extensa, pues los asentamientos incluyen una o dos familias emparentadas sobre la base de la primera residencia del matrimonio en casa de la madre de la mujer (matriarcado), aunque la línea de descendencia es la paterna. Mantienen un fondo de creencias relacionadas con el culto a los antepasados, a los “dueños” del monte, a los animales, pero sobre todo a los dioses del agua. La vigencia de esta espiritualidad está en riesgo a causa del alto grado de cristianización.
“También se sabe —prosigue Rivero— que los movima tienen conocimientos y prácticas de magia y que enlazan sus saberes sobre el manejo de la selva en sus distintos ámbitos y recursos con el mundo sobrenatural”. Hasta el día de hoy no se tiene una verificación antropológica o etnográfica de esa realidad. El sincretismo religioso ha sumido en el pasado creencias totémicas y mitológicas. Los médicos tradicionales o curanderos conocen innumerables plantas medicinales, y son llamados desde lejos para atender enfermos. Se puede presumir que también se trata de chamanes que mantienen su condición de tales en el secreto étnico.
Ecorregión: Amazónica.
Departamento: Beni.
Provincia: Yacuma.
Municipio: Santa Ana del Yacuma, Exaltación, San Joaquín, San Ignacio, San Borjay Reyes.
Comunidad: Son 270 comunidades, las más importantes son: Santa Ana del Yacuma, Carnavales, Miraflores, San Lorenzo, Carmen de Iruyañez, 20 de Enero, Buen Día, 18 de Noviembre, Bella Flor, Ipimo, Navidad, etc.
Actividad Principal: Agricultura.
Productos: Arroz, maíz, cítricos, yuca, plátano, zapallo, camote y fríjol.
Vías de acceso: Aérea: se puede acceder por avión o avioneta a la población de Santa Ana del Yacuma. Terrestre: no hay caminos carreteros en toda la región, sólo los de herradura o carretón entre algunas comunidades, utilizables en tiempo seco. Fluvial: el acceso a las comunidades principales, como Santa Ana del Yacuma, El Perú y Desengaño es posible por el río Yacuma y el Apere; a las otras comunidades, por los mismos afluentes y además por los ríos Rapulo, Mamoré o Matos y Maniquí. El transporte fluvial es posible todo el año.
Ubicados en la región amazónica de Beni, los movima tienen como principal actividad económica a la agricultura. El antropólogo Wigberto Rivera cuenta que “generalmente los montes donde están obligados a cultivar son poco aptos porque sufren inundaciones”. Por eso, deben combinar su actividad con la caza, la pesca y la recolección de frutos.
Antes de la llegada de los españoles, también eran agricultores semisedentarios y sabían aprovechar las tierras de terrazas y claros de bosque tratados por culturas anteriores (en especial por los moxeños).
La organización social se basa en la familia monogámica y nuclear con características de parentela extensa, pues los asentamientos incluyen una o dos familias emparentadas sobre la base de la primera residencia del matrimonio en casa de la madre de la mujer (matriarcado), aunque la línea de descendencia es la paterna. Mantienen un fondo de creencias relacionadas con el culto a los antepasados, a los “dueños” del monte, a los animales, pero sobre todo a los dioses del agua. La vigencia de esta espiritualidad está en riesgo a causa del alto grado de cristianización.
“También se sabe —prosigue Rivero— que los movima tienen conocimientos y prácticas de magia y que enlazan sus saberes sobre el manejo de la selva en sus distintos ámbitos y recursos con el mundo sobrenatural”. Hasta el día de hoy no se tiene una verificación antropológica o etnográfica de esa realidad. El sincretismo religioso ha sumido en el pasado creencias totémicas y mitológicas. Los médicos tradicionales o curanderos conocen innumerables plantas medicinales, y son llamados desde lejos para atender enfermos. Se puede presumir que también se trata de chamanes que mantienen su condición de tales en el secreto étnico.
Datos
Habitantes: Censo INE (2001): 1.173. Censo Conniob (Confederación Nacional de Nacionalidades Indígenas Originarias de Bolivia) (2004): 7.100.Ecorregión: Amazónica.
Departamento: Beni.
Provincia: Yacuma.
Municipio: Santa Ana del Yacuma, Exaltación, San Joaquín, San Ignacio, San Borjay Reyes.
Comunidad: Son 270 comunidades, las más importantes son: Santa Ana del Yacuma, Carnavales, Miraflores, San Lorenzo, Carmen de Iruyañez, 20 de Enero, Buen Día, 18 de Noviembre, Bella Flor, Ipimo, Navidad, etc.
Actividad Principal: Agricultura.
Productos: Arroz, maíz, cítricos, yuca, plátano, zapallo, camote y fríjol.
Vías de acceso: Aérea: se puede acceder por avión o avioneta a la población de Santa Ana del Yacuma. Terrestre: no hay caminos carreteros en toda la región, sólo los de herradura o carretón entre algunas comunidades, utilizables en tiempo seco. Fluvial: el acceso a las comunidades principales, como Santa Ana del Yacuma, El Perú y Desengaño es posible por el río Yacuma y el Apere; a las otras comunidades, por los mismos afluentes y además por los ríos Rapulo, Mamoré o Matos y Maniquí. El transporte fluvial es posible todo el año.
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