Oficina de prensa de la FAO www.fao.org Roma - Italia 21 de marzo de 2005 Decenio Internacional para la Acción El agua fuente de vida | Dirección de Fomento de Tierras y Aguas, FAO (inglés) | Declaración del Director General de la OMS, Dr. LEE Jong-Wook La producción de un kilogramo de trigo consume una tonelada de agua"Se necesitan políticas adecuadas y buenas prácticas de gobierno para alentar y orientar a los agricultores hacia un mejor aprovechamiento del agua", declara hoy la FAO, en vísperas del Decenio Internacional para la Acción 2005-2015, cuyo lema es "El agua, fuente de vida". Las Naciones Unidas y los gobiernos inauguran mañana, 22 de marzo, este decenio internacional, con ocasión del Día Mundial del Agua. La agricultura es el sector que más agua consume. En promedio −informa la FAO− se necesita una tonelada de agua para producir un kilogramo de trigo. La mayor parte del agua que utiliza la agricultura es la lluvia conservada en el suelo. El 20% de las tierras agrícolas disponen de riego, pero proporcionan el 40% de la producción agrícola mundial. Para la producción agrícola es estratégico garantizar la disponibilidad de agua. La demanda de alimentos no es negociable "La demanda de alimentos no es negociable. Para satisfacer la demanda cada vez mayor de alimentos entre 2000 y 2030, se prevé que la producción de cultivos alimentarios en los países en desarrollo aumentará un 67%. A la vez, el aumento constante de la productividad debería permitir contener el incremento de la utilización de agua en la agricultura en un 14%", declaró Kenji Yoshinaga, Director de la Dirección de Fomento de Tierras y Aguas de la FAO. En el pasado, los grandes sistemas estatales de riego contribuían sustancialmente a incrementar la producción agrícola y a mejorar los medios de subsistencia de los agricultores, a la vez que se producían alimentos a menor costo en beneficio de la población urbana y de la rural por igual. Sin embargo, esos sistemas se han adaptado lentamente a la acelerada transformación del entorno económico y el costo de sus repercusiones en el medio ambiente se ha subestimado mucho. Muchos de esos sistemas están mal dotados en materia institucional y técnica para responder al desafío que representa la escasez cada vez mayor de agua y la necesidad de diversificación agrícola, bajo la presión de los cambios del mercado y la veloz globalización, señala la FAO. Responder a las necesidades de los agricultores "La modernización de la agricultura de riego, mediante mejora tecnológica y reforma institucional, será esencial para incrementar la productividad del agua", indica Jean-Marc Faurès, experto de la FAO en gestión del agua. "Las instituciones encargadas de la irrigación deben responder a las necesidades de los agricultores y garantizar un suministro flexible y fiable de agua, incrementar la transparencia en su gestión y equilibrar la eficacia con la equidad en el acceso al agua", explicó. "La agricultura ahora está sometida a una vigilancia mucho mayor debido a la contracción de los recursos hídricos, el crecimiento demográfico y la intensificación de la competencia entre los sectores. Las políticas agrícolas necesitan ajustes considerables." En muchos casos la explotación del agua ha tenido un costo demasiado alto para el medio ambiente. Es imprescindible encontrar cómo reducir las repercusiones negativas de la agricultura, no sólo para mantener la integridad y la productividad de los ecosistemas, sino también para que la agricultura pueda seguir contribuyendo a la seguridad alimentaria, a reducir la pobreza y al crecimiento económico. "Ya es hora de avanzar hacia una valoración real del agua, mediante un mecanismo que trascienda la economía e incorpore valores sociales, de equidad y ambientales", señala Yoshinaga. Este tema tiene particular pertinencia en Africa, donde la seguridad alimentaria y la reducción de la pobreza siguen teniendo prioridad inmediata. Africa necesita seguir invirtiendo en agricultura y la iniciativa de la NEPAD −que ha elegido la agricultura, la infraestructura y los mercados para atender los intereses específicos de Africa− debería contribuir a afrontar estos problemas, señala la FAO. Complejo desafío El sector agrícola afronta un complejo desafío: producir más alimentos de mejor calidad con menos agua por unidad de producción; proporcionar a la población rural recursos y oportunidades para vivir una vida sana y productiva; aplicar tecnologías limpias que garanticen la sostenibilidad ambiental; y contribuir en forma productiva a la economía local y nacional. Esto no sólo requiere modificar actitudes sino también hacer inversiones sustanciales y bien dirigidas en infraestructura, modernización, reestructuración institucional y perfeccionamiento de la capacidad técnica de los agricultores y de los responsables de la gestión del agua. El decenio "El agua, fuente de vida", ofrece una oportunidad extraordinaria de adaptar las políticas agrícolas y rurales, acelerar el cambio en la gestión del agua y, mediante instituciones y leyes adecuadas en materia de agua, dar apoyo a la integración de las necesidades sociales, económicas y ambientales de la población rural, concluye la FAO. |
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