Página Siete , 06/07/2011
Noticia , M1
A Brasil le interesa llegar al océano Pacífico y, de esta manera, facilitar su llegada al mercado chino. También le interesa consolidar sus objetivos geopolíticos de influencia regional y para eso financia y participa de proyectos viales y energéticos en la región. Son algunas de las explicaciones que otorgaron parlamentarios, ex autoridades de Gobierno e incluso una institución brasileña que estuvo en el país para exponer las consecuencias de la instalación de la carretera Villa Tunari - San Ignacio de Moxos, que cruzaría por parte del Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS). El senador Julio Salazar, del Movimiento Al Socialismo (MAS) por Cochabamba, reconoció a Página Siete que Brasil obtendrá un beneficio económico y abrirá su mercado hasta el océano Pacífico gracias a la vía interoceánica. "Por supuesto que va a haber un beneficio (para el país vecino) porque los productos del Atlántico van a llegar al país. Va a haber llegada al océano Pacífico, se conectará a Perú. El país también saldrá muy beneficiado, no debería haber susceptibilidad". El asambleísta señaló que ningún otro ente financiero habría ofrecido un crédito con las facilidades que otorgó Brasil y pidió a los "críticos" que no desconfíen de los intereses de aquel país. Sin embargo, Raúl Prada, ex viceministro de Planificación Estratégica, señaló que el sentido mismo de la carretera y otros proyectos es favorecer al país vecino y a sus mercados. "Nos estamos metiendo en el juego de la burguesía brasileña. Nuestro proyecto industrial piensa en Brasil. Carreteras interoceánicas, energía, empresas. A Brasil le interesa que sus productos lleguen al mercado chino". La ex autoridad gubernamental rubricó un manifiesto junto a otros actores del proceso que cuestiona el sometimiento de las políticas nacionales al interés de la potencia sudamericana. "(El Gobierno) ha asumido en su totalidad el diseño subimperial del capitalismo brasileño. (...) es el caso dramático de la carretera que se pretende construir, con capital y empresa brasileños, en el TIPNIS". Guilherme Carvalho, representante de la Federación de Organizaciones para Asistencia Social y Educacional (FASE) de Belem, Brasil, manifestó que esta clase de proyectos endeuda a Bolivia y permite la ampliación de la industria brasileña. "La integración económica sudamericana es un medio utilizado por el Estado brasileño para que sus empresas puedan entrar a controlar los mercados y al mismo tiempo garantizar que las obras de infraestructura de su interés sean ejecutadas para viabilizar todo el comercio internacional brasileño", manifestó . El diputado indígena Pedro Nuny, de línea oficialista, pidió al Gobierno que se cumpla con la consulta a los pueblos antes de la instalación de la carretera. La carretera Villa Tunari-San Ignacio Tramo La carretera unirá a la población chapareña de Villa Tunari con San Ignacio de Moxos en el Beni. El tramo aún no está definido pero se adelantó que cruzará por una parte del Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure. Alcances Además de unir dos departamentos y materializar una demanda de hace décadas, la carretera será parte de una gran vía interoceánica que acercará al Pacífico con el océano Atlántico. Observaciones Varios actores señalan que Brasil financia la carretera precisamente para alcanzar los mercados del Pacífico y Asia. Indígenas dicen que el Gobierno les miente "Pedimos el respeto a nuestros derechos, que no pueden engañarnos y decir vamos a llevar un desarrollo a las comunidades y en el fondo nos están mintiendo", afirmó el presidente del Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS), Adolfo Moye. De tez morena, estatura regular, fornido y hombre de pocas palabras, así es Moye, a quien le tocó asumir la dirección de esa organización indígena en un momento difícil y decisivo, sobre todo por la posición del presidente Evo Morales de cristalizar la construcción de la carretera Villa Tunari San Ignacio de Moxos con o sin el consentimiento de los pueblos indígenas. "Al margen de querer impulsar un desarrollo para las comunidades indígenas, en el fondo este proyecto (carretero) no beneficia ni desarrolla a ninguna de las comunidades", aseveró. El Gobierno aseguró que los pueblos indígenas que habitan en el TIPNIS serán los más beneficiados con esa vía. Sin embargo, para Adolfo Moye la propuesta tiene un tinte extractivista. "El objetivo de la carretera apunta más que todo a la explotación de hidrocarburos y al final se destrozará el TIPNIS, porque con la carretera se abrirán caminos ramales para la explotación de los recursos que hay en la zona", indicó. La mayoría de las 64 comunidades que se asientan en el TIPNIS se encuentra en los polígonos seis, cinco, cuatro y dos. Se estima que el segundo tramo pase por el polígono siete, donde colonizadores se asentaron hace aproximadamente 20 años. Por lo cual podrían ser tres hasta cinco las poblaciones indígenas las afectadas.
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