SENA-Fobomade
San Ignacio de Moxos y La Paz, (SENA-Agencias).- Campesinos, activistas del MAS y otros partidarios del oficialismo bloquearon la VIII Marcha Indígena y cercaron a más de un millar de caminantes en San Ignacio de Moxos. Las huestes oficialistas advirtieron que los indígenas no saldrán de esa localidad beniana mientras no dialoguen con autoridades del Poder Ejecutivo.
El 15 de agosto partió desde Trinidad con rumbo a la sede de gobierno la denominada VIII Marcha Indígena por los Territorios, la Vida, la Dignidad y los derechos de los Pueblos Indígenas que habitan el Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS). Los movilizados rechazan la construcción de la carretera Villa Tunari-San Ignacio de Moxos que devastará el TIPNIS.
Después de cinco días de caminata, más de mil movilizados arribaron este viernes 19 de agosto a San Ignacio de Moxos, donde tuvieron que enfrentar a grupos de presuntos “antisociales” que intentaron frenar su marcha hacia la ciudad de La Paz, y que incluso quisieron tomar el vehículo del Defensor del Pueblo.
A primera hora, entre 150 y 200 personas bloquearon la carretera San Ignacio-Trinidad, a unos dos kilómetros de San Ignacio, presuntamente a la cabeza de la esposa del asambleísta Omar Ruiz y otras personas que en diferentes oportunidades apoyaron públicamente la carretera impulsada por el gobierno de Evo Morales.
“Nos detuvieron a los miembros de la Comisión Política y nos bajaron en la tranca (de San Ignacio de Moxos) buscando que la marcha no pueda pasar; pero acudimos inmediatamente al subgobernador (Sixto Bejarano) y se tomó los recaudos que corresponde….”, informó a la red Erbol el máximo dirigente de la Cidob Adolfo Chávez.
Una comisión del gobierno a la cabeza de los ministros de la Presidencia y de Obras Públicas, Carlos Romero y Walter Delgadillo, respectivamente, llegó esta mañana a San Ignacio de Moxos para instalar una mesa de diálogo con los indígenas. Durante toda la jornada fue aumentando la presión para que los marchistas acepten el diálogo, mientras los campesinos se movilizaban para evitar que la marcha se reanude y otros anunciaban que no dejarían que los indígenas abandonen San Ignacio.
Los indígenas movilizados reiteraron que sólo dialogarán con el Presidente Evo Morales y no con los Ministros, cumpliendo el mandato que la comisión política de la VIII Marcha. “Nuestros hermanos indígenas que marchan de Beni a La Paz piden la presencia (del Presidente, pero) por razones de tiempo estamos delegando al Ministro de la Presidencia para que rápidamente puedan reunirse, preparar reuniones, avanzar algunos temas”, les respondió el Presidente Evo Morales.
Morales se negó a negociar en persona con los indígenas en San Ignacio de Moxos, pero viajó a Villa Tunari a reunirse con representantes de 18 comunidades del TIPNIS que apoyan la construcción de la carretera. “Ellos ven cifradas sus esperanzas en la carretera; hasta ahora las ONGs los han tenido postrados en la situación en la que se encuentran, pero este camino los liberará y tendrán mayores posibilidades de depender de ellos mismos”, explicó el asesor de la Gobernación de Cochabamba Freddy San Miguel. (ABI)
La dirigencia de los pueblos Yuracaré, Mojeño y Trinitario decidieron apoyar la carretera “por ser beneficiosa para las comunidades y población en general”. Según San Miguel, de las 64 comunidades que integran el TIPNIS, 44 están de acuerdo con la construcción de la carretera, y “solamente una parte está con intereses extranjeros, con las ONGs y los madereros”.
Autoridades de las comunidades de San Antonio, Limo del Isiboro, Sisarzama, Fátima, San José de Langosta, 3 de Mayo, Carmen de la Nueva Esperanza, San Juan del isiboro y Puerto Pancho oficializaron su respaldo al proyecto carretero en una reunión con autoridades municipales de Villa Tunari, entre ellos el secretario de Coordinación general Asterio Romero; el secretario general de la Federación del Trópico Mario Castillo y el coordinador de las ocho Centrales cocaleras Lorenzo Porco.
Evo Morales se reunió esta tarde con un grupo de dirigentes del Consejo de Indígenas del Sur (Conisur), desconocidos por traficar con tierras. “Han vendido tierras de forma ilegal a los colonizadores; por eso se los ha desacreditado (…) ellos negocian a nuestras espaldas con el gobierno, pero no nos representan”, declaró el sub Alcalde del TIPNIS Pedro Tamo a la Agencia de Noticias Indígenas de Erbol.
Tamo recordó que el principal representante del Conisur, Gumercindo Pradel, habría además negociado concesiones madereras del Polígono 2 del Isiboro Sécure, sin autorización de las comunidades a las que representa. La autoridad indígena recalcó a la agencia AINI que las comunidades que se reunieron con Morales no son parte del TIPNIS. “Si esas comunidades van a sostener alguna reunión con el gobierno lo harán por su propia cuenta sin representar a los indígenas que vivimos en el TIPNIS… Si el gobierno quiere dialogar lo tiene que hacer respetando nuestra estructura orgánica”.
El principal dirigente del TIPNIS Fernando Vargas manifestó que “si el gobierno sólo quiere dialogar con los indígenas del TIPNIS, no nos vamos a sentar a la mesa pues estaríamos eludiendo las decisiones orgánicas de la Confederación; hay 13 demandas que tienen que ser atendidas”.
Por su parte, el líder de la Cidob Adolfo Chávez lamentó que el Presidente discrimine a sus hermanos indígenas. En su criterio, este “signo de soberbia con un pueblo humilde” no hace más que dañar la propia reputación de Morales.
“Dice que no tiene tiempo para los pueblos indígenas, y eso es una muestra clara de racismo y la discriminación que tiene hacia los pueblos indígenas. El Presidente dialoga con Potosí, con El Alto, ayer ha estado en Santa Cruz y se ha ido a comer un majadito; cuando lo llaman para inaugurar una canchita en cualquier rincón de La Paz o Potosí, el Presidente viaja hasta ahí y juega un partido de futbol; si él tiene tiempo para eso, debería tener tiempo para dialogar con los indígenas”, reclamó la dirigente indígena Justa Cabrera.
El gobierno decidió cambiar su slogan de “gobernar obedeciendo al pueblo” por el de “gobernar sólo con quienes lo apoyan”, según se desprende de los últimos conflictos que enfrentó con los sectores sociales y últimamente con los indígenas de tierras bajas que exigen la paralización de las obras de construcción de la carretera que partirá en dos el corazón del TIPNIS.
Durante el conflicto más fuerte que enfrentó el gobierno en abril de este año ya se empezó a observar una fuerte división con las organizaciones que lo habían apoyado, como es el caso de los mineros, a quienes acusó de gestar un “golpe de Estado” por utilizar cachorros de dinamita en sus movilizaciones por mayor incremento salarial “Si la Policía (los) dejaba entrar (para) que dinamiten la plaza Murillo, hubieran dinamitado el Palacio Legislativo, el Palacio de Gobierno. Si me encontraban, seguro que me dinamitaban. Es como un golpe de Estado”, se quejó Morales en esa oportunidad.
En las movilizaciones de la Central Obrera Boliviana (COB) por un aumento salarial mayor al 10 por ciento, el vicepresidente Álvaro García Linera fue más lejos y convocó a “resistir esta prepotencia y abuso de los dirigentes” y advirtió que las confederaciones campesinas “tomarán represalias” contra los profesores rurales que “no cumplan su labor con los niños”.
El presidente de la Asamblea de los Pueblos Guaraníes (APG) Celso Padilla comentó días atrás que el gobierno no puede gobernar sólo con el apoyo de la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB) y la Confederación Nacional de Mujeres Campesinas Indígenas Originaria de Bolivia Bartolina Sisa.
“Queremos recordar al gobierno que nosotros también lo llevamos al poder al primer Presidente indígena, que nosotros fuimos en 1990 los que abrimos la lucha indígena en el país; no entendemos por qué se olvidó tan rápido de nosotros y nos da la espalda; no entendemos de qué Estado Plurinacional nos habla cuando nuestros derechos están vulnerados por el mismo gobierno que elegimos”, criticó Padilla. (Erbol)
Durante las movilizaciones sociales de abril y agosto de este año, el gobierno esgrimió los mismos argumentos y amenazas para intimidar a sus oponentes, como por ejemplo recurrir a unos 100 campesinos para que procedan a bloquear las principales salidas del municipio de San Ignacio de Moxos para obligar a los indígenas a que negocien con sus ministros.
Bloqueo y presión
A esta hora, decenas de campesinos bloquean las principales salidas del municipio San Ignacio de Moxos que se encuentra casi paralizado. Se estima que alrededor de 250 personas cerraron la ruta que conduce a San Borja. Los marchistas retenidos responsabilizan al ministro Romero del clima de tensión y confrontación que se vive en la localidad.
La discriminación del Presidente Morales molestó mucho a los manifestantes, quienes ratificaron su decisión de arribar a la ciudad de La Paz, tal como lo hicieron en 1990. Sin embargo, los más de mil marchistas, entre mujeres, hombres y niños, temen que el principal dirigente de los cocaleros, Evo Morales, hubiera dispuesto la movilización de sus bases para frenarlos y hasta provocarlos.
Los cocaleros del trópico de Cochabamba analizan la posibilidad de convocar a una “contramarcha” e incluso una vigilia para respaldar la construcción de la carretera Villa Tunari-San Ignacio de Moxos. “Hay una reunión muy importante en el TIPNIS con la Federación del Trópico y seguro que en el transcurso de mañana o el lunes van a salir a respaldar esta carretera tan importante", aseveró el asambleísta y dirigente cocalero Edgar Tórrez.
La secretaria Ejecutiva de la Confederación Sindical de Mujeres de Comunidades Interculturales de Bolivia (CSMCIB) Natalia Quispe declaró a La Prensa que a su sector “no nos importa lo que pidan” los indígenas, y adelantó la posibilidad de que junto con representantes de los colonizadores se trasladen a San Ignacio de Moxos para demostrar el respaldo al Presidente y a sus ministros.
Y mientras los dirigentes nacionales de la CSUTCB pedían al Presidente Morales que cambie el trazo del tramo II de la carretera Villa Tunari-San Ignacio de Moxos, otro sector amenazaba con protagonizar movilizaciones cuando los indígenas arriben al norte de La Paz. El dirigente del sector Javier Rea aseguró que los cocaleros de los Yungas cerrarán el paso a los indígenas en la localidad de Palos Blancos.
Entre tanto, el Ejecutivo intensifica la campaña mediática para desprestigiar a la VIII Marcha Indígena y al mismo tiempo promocionar la vía desde el Cochabamba a Beni. “No es parte de la cultura de los indígenas poner condiciones para el diálogo, nosotros negociamos y buscamos siempre soluciones concertadas”, declaró hoy el canciller David Choquehuanca, supuesto representante “indígena” en el Ejecutivo.
Los principios de los indígenas llevan a “no jerarquizar, ni discriminar, porque todos los pueblos tienen la misma importancia… Yo soy indígena y nosotros siempre estamos abiertos al diálogo, negociamos, hablamos con los niños, con los abuelos, con todos, es un principio para no discriminar”, reflexionó Choquehuanca.
La secretaria general de la Confederación Nacional de Mujeres Indígenas Originarias de Bolivia Bartolina Sisa (CNMIOC-BS) Felipa Huanca instó “a los hermanos dirigentes del TIPNIS y principalmente de la CIDOB que no confundan a nuestros hermanos indígenas, porque no les están diciendo la verdad, les están desinformando, no están actuando con transparencia y están llevando adelante una marcha injusta”.
Por su parte, el senador del MAS y ex dirigente campesino Isaac Avalos exigió a los indígenas “dejar a un lado la intransigencia… Yo le pido a Adolfo Chávez que no sea soberbio, que no sacrifique a su pueblo. Si se siente un verdadero líder que dialogue sin soberbia. Los asuntos que los impulsan en sus supuestas reivindicaciones son técnicos, y para eso están los ministros. No son peticiones políticas para pedir la presencia del Presidente del Estado, pero aquí más que los indígenas son las ONG que están pidiendo que baje a la marcha el Presidente para tratar de hacer carne de cañón…”.
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