La emergencia climática afecta considerablemente al sistema hídrico. Ésta es la amenaza mayor a los ecosistemas más vulnerables entre los que se encuentran, junto a las turberas, los lagos. El calentamiento global afecta por reducirse las precipitaciones y por tanto su volumen, caudal, y por el calentamiento de sus aguas. A su vez, estas afecciones acrecientan otros impactos como la contaminación, la falta de oxígeno, la invasión de especies, en suma, su equilibrio. Todo ello tiene un efecto directo en su vida y en otros ecosistemas asociados. Y debido a nuestra dependencia del líquido elemento, el efecto humano también es muy directo, siendo mayor en aquellas zonas más vulnerables.
La reducción de los lagos es algo que se ha comprobado que progresa paralelo al calentamiento planetario, al aumento de temperaturas, y que afecta a todos los lagos del mundo. Igualmente afecta a las grandes represas o embalses, afectando los objetivos para los que se crearon (regadío, abastecimiento de agua, hidroelectricidad).
Los Grandes Lagos de Norteamérica1 son el mayor grupo de lagos de agua dulce de la Tierra. Sustentan una gran variedad de ecosistemas y desempeñan un papel vital en la economía de esas dos potencias. Han visto su caudal reducido y su temperatura aumentada2. En este caso, además del cambio climático su caudal se ha visto afectado por el dragado, y el vertido de aguas residuales afecta en su contaminación pero también en su temperatura.
Afección local: Pirineos y el caso de Yesa
Aquí, afecta a las lagunas existentes en el Pirineo, o ibones, para los que la Red Pirenaica de Observatorios de Ecosistemas Vulnerables al Cambio Climático (REPLIM) evalúa el impacto y propone formas de mitigación. En el Pirineo existen 197 ibones que notan la reducción.
Un caso paradigmático de la afección del cambio climático y la reducción de precipitaciones a sistemas hídricos lo tenemos aquí, en el proyecto del recrecimiento de Yesa.3 Yesa ya sufre el descenso de su nivel paulatino, a causa, entre otras, del calentamiento global. Pero el recrecimiento proyecta triplicar su capacidad: de 447 Hm³ a 1525 Hm³. Para superar esa reducción, de caudal, idearon el transferir agua de otros embalses, aumentando para ello la capacidad de embalses existentes (Malvecino) y la construcción de otros (La Loteta4, Laverné y Aspurz).
El Plan Hidrológico del Ebro 19985 rescata el antiguo proyecto de “trasvasar las aguas del río Salazar al embalse de Yesa” mediante un embalse en este río pirenaico en la localidad de Aspurgi (Aspurz), del que se transferiría 170 hm3 (de sus 291 hm3 de caudal) al de Yesa mediante un acueducto subterráneo atravesando la sierra de Leire. Entre las pocas noticias positivas que tenemos, podemos incluir que este verano este proyecto desaparecía del nuevo Plan Hidrológico de la cuenca del Ebro 2022/2027.6 Ignoramos cómo piensa la CHE (Confederación Hidrográfica del Ebro) solucionar la falta de agua necesaria para el embalse de Yesa, debido a la emergencia climática. Pero así, el crecimiento de Yesa no tiene sentido (¡¡ni antes!!).
Los lagos más importantes de los Andes chilenos en recesión
Igual que los Pirineos, los Andes son una zona que por su riqueza hídrica cuenta con muchas represas y proyectos. Los Andes albergan numerosos lagos que son habitats y depósitos de agua indispensables para otros ecosistemas y para los humanos. Hace unos días se publicó el estudio7 del Journal of Hydrology8 que recoge la reducción en la superficie de los lagos más importantes en los Andes de Chile entre un 6% a un 25%. La causa es la megasequía que afecta a la región desde 2010.
El número de lagos y su respectiva área superficial decrecen latitudinalmente desde el sur al norte, lo que guarda relación con la disminución de precipitaciones. La disminución del agua en los lagos conlleva implicaciones para el abastecimiento humano de agua.
El cambio climático, otro frente para Kurdistán
Las implicaciones de esa reducción del volumen de ríos y lagos por el cambio climático siempre afecta más a lugares delicados y a las comunidades y sectores más vulnerables. Ese es el caso de Kurdistán, sobre todo en el lado sirio afectado por una guerra de 10 años que no ha terminado, y en el Iraquí también por la guerra, y en Turquía por la represión y desplazamiento. A todo ello sumar la crisis del Covid 19 que ha afectado a todo el mundo, pero en la que el agua también tiene una importancia crucial para garantizar higiene.
La ONU ha advertido que los periodos de sequía van a ser más largos y severos en todo el Mediterráneo. Según el Índice de Riesgo de Crisis Global 2019, Siria es el país que corre mayor riesgo, a lo que hay que unir sus condicionantes tras 10 años de guerra, y porque en muchos lugares ésta todavía no ha finalizado.
A la reducción hídrica causada por el cambio climático debemos añadir la reducción provocada por el gobierno de Turquía del flujo mediante embalses en las cabeceras de los ríos principales de los que dependen ecosistemas y miles de personas río abajo en Irak y Siria. Turquía lo utiliza para chantajear a Iraq y en especial a Basur (Kurdistán sur) para conseguir petróleo a mejor precio, y a Rojava y Siria para sabotear su proyecto revolucionario en el norte. Es lo que se denomina utilizar “el agua como un arma”, una forma más para combatir a la Federación Democrática del Norte de Siria (FDNS) a sumar a las operaciones militares, incendios de bosques y cosechas (ver más sobre este aspecto en el informe “Transición Democrática Energética en Rojava”).
Este verano el cambio climático provocó la peor sequía de los últimos 70 años, más grave aún que la de 2006-2009 que precedió a la guerra civil, y en Iraq la peor en 40 años. La sequía provocó la reducción de los niveles de agua del Tigris y el Éufrates a mínimos históricos, que ha afectado a Kurdistán y también al resto de países. El Éufrates nace en Turquía de donde proviene el 90% de su volumen, y atraviesa Siria. Siria además está afectado por la desertificación, por lo que la dependencia de este gran río es total. Pero en algunos lugares de Siria, su caudal casi ha desaparecido. Dos de cada tres estaciones de agua potable bombean menos agua o han dejado de funcionar. La sequía además conlleva mayor concentración de la contaminación haciéndola no potable.
Ello ha provocado una emergencia humanitaria. 12 millones de personas han sido afectadas por falta de agua y los efectos asociados en la agricultura, ganadería, en la producción eléctrica con las plantas hidroeléctricas interrumpidas. En agricultura, especialmente afecta a los cultivos de regadío pero también a otros más resilientes a la sequía como olivos que se han llegado a secar. En la ganadería muchos animales murieron. A nivel eléctrico, la represa de Tishrin ha visto este año el nivel del agua descender cinco metros, y ahora se sitúa a sólo unos centímetros del nivel en que ya no se puede producir electricidad. En septiembre en todo el noreste de Siria, la generación de energía cayó un 70% y los cortes de electricidad llegan a 19 horas diarias.
Esta situación está forzando a las personas a abandonar sus comunidades e incluso el país. El Consejo Noruego para los Refugiados preveía se provoque un nuevo éxodo de refugiados.
Notas:
1 Lago Superior, Michigan, Hurón, Erie y Ontario
2 .https://www.epa.gov/climate-indicators/great-lakes
3 Santxikorrota. El Salto, 2018. Amenaza de tormenta sobre Barrón y Aspurz https://www.elsaltodiario.com/agua/barron-embalse-che-aspurz-itoiz-canal-navarra-salazar
4 Éste también con problemas geotécnicos: https://rioaragon.wordpress.com/tag/la-loteta
5http://www.confederaciondelebro.es/contenido.visualizar.do?idContenido=7675&idMenu=3400
6 .https://aplaneta.org/2021/10/13/oso-berri-ona-zaraitzu-ibaiarentzat
7. https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S2214581821001816
8 De la Pontificia Universidad Católica de Chile, el Instituto de Ecología y Biodiversidad, de la Universidad de Chile y la Universidad de Tarapacá.
(ENGLISH)
Fuente: https://aplaneta.org/2021/11/10/emergencia-climatica-emergencia-hidrica-emergencia-humanitaria/
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