Marina Martínez
El Salto
En Portugal se está organizando gente para detener un auge de la minería de litio, a la vez que el Gobierno se apresura en convertirse el máximo proveedor europeo del valioso mineral. |
No a las minas de litio, manifestación en septiembre de 2019. Foto de WNV/Lusa/António Pedro Santos.
La transición global hacia la energía renovable y los vehículos eléctricos —tecnologías que funcionan actualmente con baterías de litio-ion— está creando una alta demanda de litio, popularmente conocido como oro blanco, entre otros minerales. En Portugal, donde están situadas algunas de las mayores reservas de litio en Europa, el Gobierno lanzó recientemente una estrategia para aumentar la extracción y suministro del mineral para este mercado emergente. Sin embargo, vecinos y organizaciones de todo el país están cuestionando los impactos de ese plan de minería a gran escala y quién se beneficiará realmente de él.
“La minería de litio en Portugal incluye grandes minas a cielo abierto que rompen grandes extensiones de suelos y ecosistemas”, dice Laura Williams, residente en el centro de Portugal, que está teniendo que tratar con actividades de minería de litio en la puerta de su casa. “Utiliza enormes cantidades de agua en el procesamiento, que después contamina el agua subterránea y fluvial. Las enormes máquinas que se utilizan tienen un gran impacto en términos de ruido y vibraciones en las comunidades locales”.
AUMENTA LA CONCIENCIA
En agosto, Williams colaboró en la organización de una protesta creativa en el punto más alto del Portugal continental, en Serra da Estrela. Cerca de 400 vecinos y organizaciones se juntaron para representar un ‘die-in’ [hacerse el muerto] y enviar un mensaje colectivo: “No a las minas, el agua es vida”. La manifestación se filmó con drones y se distribuyó a los medios de comunicación para aumentar la conciencia sobre los impactos medioambientales y sociales de la minería de litio y otros minerales, que a menudo no se revelan oficialmente.
“No hago campaña por este tema simplemente para sacar a las minas de Portugal y mandarlas a algún otro sitio”, explica Williams. “Para mí, el asunto real es que intentar solucionar un problema ecológico con una solución que implica más extracción –en este caso, minería de litio para fabricar coches eléctricos para reducir las emisiones de CO2- no es una solución. De hecho, se dirige en dirección contraria a lo que se pide en este momento: proteger y restaurar los ecosistemas”.
Sólo en los últimos tres años, Portugal ha recibido cientos de solicitudes para hacer prospección y exploración de litio por empresas nacionales y extranjeras. Hoy se estima que la prospección de litio ya cubre más del 10% del territorio del país. Y en algunos casos, las zonas propuestas para exploración son adyacentes a lugares protegidos o clasificados, lo que está impulsando la oposición.
En la región de Serra da Estrela, por ejemplo, recientemente se hicieron varias peticiones para hacer prospección de litio y otros minerales. Sin embargo, el área está rodeada de lugares de importancia cultural, ecológica y geológica, como el Parque Natural Serra da Estrela, que está en proceso de ser clasificado como un Geoparque Global por la UNESCO. Como resultado, cuatro organizaciones locales hicieron pública una declaración escrita conjunta para expresar su “profunda preocupación” y motivos para oponerse a los intereses mineros en esa área. Los grupos también declararon que se están preparando para dar “consejo técnico más riguroso y detallado sobre este asunto” e instaron a las autoridades locales a que también dejen clara su posición.
ORGANIZACIÓN COMUNITARIA
“Hemos estado trabajando al unísono con otras asociaciones que están luchando contra este mismo problema”, dice Maria do Carmo Mendes, miembro de los Guardianes de Serra da Estrela, uno de los grupos que se enfrentan a la minería en lugares de importancia comunitaria. Dice que el grupo ya ha enviado una carta de protesta a la Dirección General para la Energía y la Geología, la administración que supervisa los desarrollos mineros en Portugal. Y junto a otras organizaciones locales, están presionando a la dirección general en pro de “absoluta transparencia en el proceso de concesión de licencias mineras”, además de hacer que una entidad externa lleve a cabo estudios de impacto medioambiental antes de que se tome una decisión.
En el norte de Portugal, en una pueblo llamado Covas do Barroso, un grupo de vecinos se ha unido para defender su tierra y formas de vida frente a los grandes intereses mineros. Se juntaron tras descubrir solicitudes para minería de litio a cielo abierto en su zona, que está clasificada como un Sistema de Patrimonio Agrícola de Importancia Global por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura. Un portavoz de la Asociación Unida en Defensa de Covas do Barroso anunció que la comunidad local se dio cuenta de que tendría que luchar contra “poderosos intereses económicos y políticos”. Por lo tanto, decidieron “unirse y hablar al unísono” para asegurar que se respetan los derechos y necesidades de la comunidad.
El grupo ha estado trabajando para educar a la comunidad y ha organizado protestas para persuadir al Gobierno nacional de que retire las concesiones de prospección de litio en Covas do Barroso, que ya están causando problemas medioambientales y sociales. El mes pasado, tras una visita del secretario de Estado para la Energía en el Ayuntamiento de Covas, decenas de vecinos rodearon el vehículo del secretario, obstaculizándole la salida. Mientras mostraban carteles con mensajes contra la minería de litio en la zona, los manifestantes gritaban: “No a la mina, sí a la vida”.
También, ciudadanos de dos municipios vecinos en el centro de Portugal se han unido para defender la preservación de la región de Serra da Argemela y para “proteger el patrimonio medioambiental, sanitario, económico y cultural” de su comunidad. El Grupo para la Preservación de Serra da Argemela, o GPSA, ha organizado varias manifestaciones, encuentros públicos e intervenciones contra la minería de litio y otros minerales en la región desde 2017. Este año, tras una petición que consiguió la firma de muchos vecinos, organizaciones y representantes del Gobierno local, el grupo persuadió a las autoridades nacionales de que rechazaran las actuales solicitudes mineras en la Argemela (al menos, hasta que un Estudio de Impacto Medioambiental sea presentado oficialmente por las empresas mineras).
“Sería una gran victoria si los ciudadanos pudieran descansar con la convicción de que sus derechos siempre serán defendidos por el Estado”, dijo Ana Morao, miembro del GPSA, cuando se le preguntó si la acción del Gobierno portugués era una victoria para ellos. “Hasta entonces, además del derecho a manifestarse, el GPSA ejercitará sus derechos de réplica y contestación, particularmente en el contexto de la consulta pública que se llevará a cabo junto al Estudio de Impacto Medioambiental”.
ORGANIZACIÓN ONLINE
Vecinos de todo el país se han estado organizando online, a través de grupos de Facebook, por ejemplo, para intercambiar información sobre los planes de desarrollo minero y sus implicaciones, y para organizar manifestaciones fuera de internet.
El Movimiento contra la Minería en Beira Serra es uno de los grupos de Facebook creados en 2019 en respuesta al auge de la minería de litio, y ahora tiene más de 5.000 miembros. Nik Völker, un administrador del grupo, dice que actualmente se están centrando en aumentar la conciencia sobre el tema, pero ya han participado en manifestaciones locales y nacionales, sesiones informativas y campañas en cooperación con otros movimientos parecidos.
“Nuestra principal demanda es el derecho al libre, previo e informado consentimiento de cualquier comunidad local que sea considerada para cualquier nuevo proyecto de exploración o explotación de minerales”, dice Völker. “Mientras no se cumplan estas condiciones, tanto las empresas como el Gobierno tendrán que afrontar nuestra protesta pacífica local y nacional, y posibles intervenciones legales en el futuro próximo”.
Vítor Afonso, uno de los miembros del Movimiento Contra la Explotación de los Recursos Minerales en el Municipio de Montalegre, un grupo de Facebook con más de 3.600 miembros creado en mayo de 2019, explica que él está en contra de la minería a cielo abierto de litio y otros minerales no sólo en su zona sino en todo el país. “No es un modelo de desarrollo deseable o sostenible”, dice. “El planeta no tiene capacidad de regenerarse si sigue siendo explotado de la forma que lo ha sido”.
Como forma de protesta contra los planes de minería de litio en Montalegre, los vecinos decidieron boicotear las elecciones europeas en mayo y las elecciones locales en octubre. Además de manifestarse en las calles durante el día de las elecciones, también colocaron pancartas en las que se leía “No a la mina, sí a la vida” frente al Ayuntamiento y en espacios públicos.
Recientemente se creó una plataforma nacional llamada Di No a las Minas para facilitar la formación y cooperación entre los activistas y movimientos que se oponen a los planes mineros, especialmente de litio, adoptados en Portugal. Pero la gente de Portugal no está sola en este esfuerzo. Sí a la Vida, No a la Minería es una red global de y para comunidades que están batallando contra proyectos mineros destructivos y buscando alternativas sustentables para la vida.
IMPUGNANDO LA ESTRATEGIA DE LA POLÍTICA ECONÓMICA
La explotación de litio —considerada un paso fundamental para una “transición energética” por el Gobierno portugués— ha sido sistemáticamente rebatida por la Asociación Nacional para la Conservación de la Naturaleza, llamada Quercus. La organización demandó públicamente una “suspensión inmediata de la estrategia del Gobierno para el litio”, tras llevar a cabo un estudio que concluyó que el proceso de minería de litio, un recurso no renovable, dará como resultado “altos niveles de emisiones de CO2”. Estimaron que cada mina de litio emitirá 1,79 millones de toneladas adicionales de gases de efecto invernadero cada año, lo que significa que es un plan de desarrollo energético insostenible medioambientalmente.
Quercus también organizó el primer Foro Nacional sobre el Medio Ambiente y el Litio, el 22 de junio, al que asistieron varios representantes de movimientos, organizaciones y partidos políticos, preocupados por las consecuencias de la minería de litio. El evento se desarrolló en asociación con la organización Medio Ambiente en Zonas Uraníferas, que ha estado luchando por la recuperación medioambiental de minas de uranio abandonadas que todavía afectan a la salud de poblaciones locales en diversas partes del país, desde 2002.
En el foro también se debatieron las alternativas a la minería de litio, incluidas las diversas tecnologías que pueden apoyar una transición energética sostenible y la movilidad eléctrica, como el uso de combustible de hidrógeno y biogás, que son renovables y generan emisiones de carbono bajas o cero. Los próximos pasos acordados en el evento incluyen la organización de un encuentro formal con todos los partidos políticos, el ministro de Medio Ambiente y Transición Energética y el presidente de Portugal para debatir los problemas con la estrategia de minería de litio y las alternativas potenciales.
El movimiento antiminería que está surgiendo en Portugal, y creciendo a nivel global, es un claro signo de que el modelo de desarrollo tradicional —orientado a la siempre creciente explotación de los recursos naturales y las prácticas económicas injustas— ya no es aceptado por la sociedad. Y los responsables de las decisiones tendrán que responder de manera acorde.
“El Artículo 66 de la Constitución Portuguesa afirma que ‘todo el mundo tiene derecho a un medio ambiente de vida humana, saludable y equilibrado ecológicamente, y el derecho de defenderlo”, dice Afonso. “El deber de defender nuestros territorios desde luego será ejercido [por la gente]”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario