martes, 19 de diciembre de 2017

Neutralidad

Por elNoiDelTeclat

Neutralidad en la red, ¿ruptura o continuismo?

Muchas veces tendemos a pensar, inevitablemente, que el tiempo en el que vivimos es radicalmente distinto a otros periodos históricos. Sobre todo nos ocurre a los que estamos en la plenitud de la vida, pongamos que entre los 20 y los 50 años. A los más jóvenes les pasará más tarde mientras que los más mayores suelen añorar los años de su juventud y tienden a idealizarlos. Por El Noi del Teclat

Desde luego, tenemos parte de razón, este tiempo es el más importante de la Historia o, al menos, de nuestra Historia. Pero siempre conviene mirar con perspectiva y ver que la Historia de la humanidad está plagada de antes y despueses, cambios radicales y momentos únicos e irrepetibles.
Toda esta reflexión metafísica está provocada por la Bonilista de hoy. He de reconocer que David Bonilla, semana tras semana, siempre me hace darle un par de vueltas al coco. Independientemente de si coincido con él -a veces sí y a veces no, como es normal-, las temáticas que trata son esas a las que todos los que nos dedicamos a esto, los camaradas del metal, deberíamos echarles unos minutitos de hormigonera.
El caso es que esta semana tocaba la neutralidad en la red. Y decía David que “por primera vez en la Historia, la tecnología había logrado que ninguna élite pudiera restringir o censurar el acceso a la información”. No me gusta descontextualizar, así que les recomiendo que la lean entera .
Hoy discrepo profundamente… Me parece que, con todo el respeto del mundo, en esta ocasión peca de exceso de optimismo o de cierta ingenuidad y que se queda en la superficie. Me explico; el hecho de que en una red neutral podría caber, remotamente, la posibilidad de una relación entre iguales desde luego no implica que la neutralidad nos traiga directamente esta relación de equidad ni que actualmente exista. Cualquiera que conozca, aunque sea de pasada, como funcionan los negocios en Internet sabe de sobra que el mito del garaje de Silicon Valley no es más que eso, un mito. Y que para triunfar en Internet hace falta lo mismo que en cualquier otro negocio; entre otras cosas, pasta gansa.
Hablamos de que la falta de neutralidad puede acarrear que, por ejemplo, sólo los medios de comunicación más potentes sean los que visite la gente. Pero, ¿es que ahora no sucede así? ¿Cuánta gente sale de los circuitos de comunicación convencionales? ¿Cuántos contrastan las noticias de los grandes medios?
Exceptuando los tristes tiempos de estricta censura, cualquiera que haya mostrado interés por informarse más allá ha tenido la posibilidad. Antes con panfletos, ahora con páginas web. La información “alternativa” existe, ha existido y existirá. Eso sí, con un alcance que ni por asomo se acerca al de los que tienen posibilidad de invertir ingentes cantidades de dinero esperando el retorno a largo plazo que supone moldear la hegemonía cultural. Por supuesto, una gran inversión no asegura el éxito, pero muchas grandes inversiones frente a los que apenas tienen nada que invertir provoca un panorama de desigualdad por mucho que el medio de difusión -Internet- pueda parecer, a priori, neutral. Es una zancadilla más, sí, pero no la única ni seguramente la más relevante. Si de verdad quieres contrastar información, ¿vas a dejar de visitar las alternativas porque no vayan a la velocidad del rayo?
Se pregunta también David que, con la falta de neutralidad, “¿cómo podré competir con Amazon o El Corte Inglés?”. Y yo me pregunto, ¿cómo puedes hacerlo ahora? Si de verdad eres capaz y consigues un modelo de negocio tan potente como para plantar cara a estos mastodontes, obviamente con el respaldo económico que necesitarás en cualquier caso, ¿la falta de neutralidad va ser realmente un escollo insalvable? Con bien de panojaencima de la mesa -que te hará falta con o sin neutralidad, no nos engañemos- ¿no vas a conseguir colarte y que las ISPs te incluyan en los servicios máxima velocidad? Efectivamente supone una barrera más, más gasto de establecimiento que asumir. Pero si hablamos de competir con los gigantes no me parece ni de lejos la barrera más difícil ni la más cara de saltar.
Por supuesto, creo que hay que luchar y defender la neutralidad en la red. Pero no seamos ilusos, si nos quedamos ahí estaremos condenados. Tendremos una ilusión de libertad mientras en el Mundo Real™ una pequeña parte de la población controlará los mass media, ya sean digitales o tradicionales. Y de este modo seguiremos, como apunta Chomsky, con el control de la propaganda, mal llamada información, en manos de unos pocos ejerciendo en las democracias el papel de las porras en las dictaduras. El arte del engaño de los que pueden permitirse costosas campañas de marketing, bombardeos propagandísticos y, parece que dentro de poco, también carril VIP en las telecomunicaciones.
El fin de la neutralidad no supone, por tanto, una ruptura radical con lo que conocemos. Más bien parece un peldaño más, otro paso en la misma dirección que nos conduce inexorablemente a un control cada vez mayor del poder económico, el más ilegítimo y menos democrático de todos.
Pienso que, para competir con Amazon, quizá sería más valioso exigirle que respete los derechos de sus trabajadores y mejore sus condiciones laborales. Perdiendo la enorme la ventaja competitiva que supone no tener escrúpulos y explotar al trabajador, sería mucho más fácil competir. Y además, de este modo, a lo mejor los trabajadores de Amazon (y los del bar de abajo) nos ayudan a nosotros a ganarnos nuestros derechos empezando por alcanzar un convenio digno. Sería más ético y mejor para los que vivimos de nuestro trabajo y no del ajeno, ¿no os parece? Si logramos eso, exigir la neutralidad en la red sería coser y cantar y, a mi entender, tendría mucho más sentido.


Para mayor información comunicate con nosotr@s al mail: madalbo@gmail.com

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