sábado, 5 de marzo de 2016

¿Por qué se aplica el glifosato a los cultivos poco antes de la cosecha?

Los tiempos de la naturaleza no son los de la economía
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Ecowatch

Traducción del inglés por Carlos Riba García.

Se sabe que el glifosato, principal componente del herbicida Roundup de Monsanto, es el desmalezador químico más utilizado en el mundo. Lo que no se sabe tan bien es que algunos productores agrarios utilizan también el glifosato en cultivos como el trigo, la avena, las leguminosas comestibles y otros justo antes de la cosecha suscitando preocupaciones ante la posibilidad de que el herbicida puede entrar en los productos alimenticios.


Uso cada vez mayor de un posible carcinógeno
En los últimos años el glifosato ha sido objeto de un escrutinio cada día mayor. El año pasado el grupo especializado en cáncer de la Organización Mundial de la Salud, la Agencia Internacional de Investigación del Cáncer (IARC, por sus siglas en inglés), lo clasificó como “probablemente carcinógeno”. El estado de California también se pronunció en ese sentido y clasificó el herbicida como “probable carcinógeno”. Un creciente conjunto de investigaciones está documentando preocupaciones sanitarias que asocian el glifosato con problemas endocrinos y con la muerte de bacterias intestinales beneficiosas, con daños en el ADN de embriones humanos, en las células de la placenta y el cordón umbilical, y lo vinculan con deformaciones fetales y con problemas reproductivos en animales de laboratorio.
Un documento publicado recientemente describe el uso cada vez mayor del glifosato: desde su introducción en 1974, en todo el mundo se han rociado 85.617.000 toneladas de Roundup; esto lo ha convertido en el desmalezador más ampliamente usado en la historia de la agricultura química. Significativamente el 74 por ciento del glifosato rociado en cultivos desde la mitad de los setenta lo ha sido en los últimos 10 años, en coincidencia con la expansión del maíz y la soja genéticamente modificados en Estados Unidos y en el mundo.


El glifosato se utiliza para acelerar la cosecha del trigo
El doctor en medicina Charles Benbrook, que publicó el trabajo sobre la paulatina utilización del glifosato dice que la práctica de fumigar el trigo con glifosato antes de la cosecha, conocida en EEUU como ‘desecado’, se realizó por primera vez en Escocia, en los ochenta del siglo pasado.
“En ese país los agricultores tenían problemas porque no conseguían que el trigo y la cebada se secaran uniformemente como para poder iniciar la cosecha. Entonces se les ocurrió la idea de matar las plantas (con glifosato) una semana o dos antes de cosechar para acelerar el secado del grano”, dice Benbrook.
El uso del glifosato antes de la trilla permite que los productores agrícolas cosechen hasta dos semanas antes de lo que hacían normalmente, una ventaja en las regiones más norteñas y frías. La práctica se extendió a las zonas trigueras de América del Norte como el norte del Medio Oeste de Estados Unidos y las provincias canadienses de Saskatchewan y Manitoba.
“La desecación se hace principalmente en los años de clima húmedo, cuando el trigo seca lentamente”, dice Joel Ransom, un ingeniero agrónomo de la Universidad del Estado de North Dakota. Ranson dice que la desecación del trigo mediante glifosato es una herramienta útil para los agricultores. “Ayuda a acelerar el secado del cereal y a controlar las malezas que dificultan la labor de la trilla”, dice. “Esto es importante en las zonas húmedas”. Ranson dice que en los últimos 15 años esta práctica se ha extendido en North Dakota, el estado de mayor producción triguera de Estados Unidos, debido a que el clima se ha hecho más húmedo.
Así como se ha hecho una práctica común en el norte de los estados del Medio Oeste, donde hay más humedad, la desecación es menos probable que se utilice en las zonas trigueras más secas como Kansas, Oklahoma, Washington y Oregon.


Todos los agricultores convencionales de Saskatchewan desecan el trigo
Según un productor de trigo de Saskatchewan, la desecación del trigo con glifosato es lo más común en su región. “Yo creo que todos los agricultores no-ecológicos de Saskatchewan utilizan el glifosato todos los años en sus parcelas de trigo”, dijo el agricultor, que no quiso dar su nombre. A él le alarma esta práctica. “Me parece que los productores necesitan darse cuenta de que todos los productos químicos que usamos son ‘malos’ en alguna medida”, dice. “Monsanto ha hecho un trabajo tan eficaz vendiendo el glifosato como un producto ‘seguro’ y ‘biodegradable’ que los agricultores de esta zona siguen creyéndolo, aunque esos argumentos sean falsos”.
La gran mayoría de los agricultores de Manitoba –la tercera provincia productora de trigo de Canadá– también utilizan el glifosato para desecar el trigo, según Gerald Wiebe, un ex productor y consultor en agricultura. “Mi estimación es que entre el 90 y 95 por ciento de la superficie sembrada de trigo de Manitoba se fumiga con glifosato antes de la cosecha; la excepción sería en las zonas secas de la provincia donde el nivel de humedad en el momento de la trilla no es un tema importante”, dice.


La política es “No preguntes, no hables”
Según Tom Ehrhardt, copropietario de Semillas Albert Lea, de Minnesota, saber si un grano no ha sido desecado con glifosato antes de la trilla es todo un desafío. “He hablado con molineros que trabajan con grano producido en forma convencional; todos ellos coinciden en que es muy difícil enterarse de si la avena, el trigo, el lino o el centeno han sido rociados o no con glifosato antes de ser cosechados”, dice. En esta industria, la política es “No preguntes, no hables”. Ehrhardt también dice que normalmente los cultivos cuyo propósito es producir simientes no son rociados con glifosato antes de la cosecha porque esto puede afectar al poder germinativo de las semillas.
La empresa Grain Millers tiene instalaciones de procesamiento de granos en Estados Unidos y Canadá, anunció el año pasado que no compraría cebada producida en Canadá que hubiese sido desecada con glifosato. El gerente de compras de la compañía, el canadiense Terry Tyson, le dijo al periódico Western Producer que el glifosato afecta al proceso natural de maduración y de formación del almidón; el resultado es copos de cereal y harinas de menor calidad. Agregó que la decisión adoptada no tiene nada que ver con las preocupaciones por la salud y la seguridad.


Sería mucho mejor no comer un pan que contenga glifosato”
Aun así la inquietud por la presencia de glifosato en los alimentos es lógica. “Se nos ha dicho (los restos del glifosato) son demasiado pequeños para preocuparnos por ellos, pero ¿es creíble esto?”, se pregunta el agricultor de Saskatchewan. “Yo creo que quienes, incluso los agricultores que usan y aman el glifosato, preferirían no comer un pan en el haya glifosato.”
Wiebe coincide con esta intranquilidad. “Cuando compran los artículos producidos a partir del trigo, como harina, galletitas o pan, los consumidores no se dan cuenta de que en ellos hay residuos de glifosato”, dice. “Rociar lo que vamos a comer con glifosato unos días antes de la cosecha es una barbaridad.” Wiebe cree que el empleo de glifosato en el trigo puede estar conectado con el aumento de la enfermedad celiaca. “Estamos viendo un crecimiento explosivo de la intolerancia al glúten”, dice. “¿Qué está pasando en realidad?”
“¿Puede imaginar usted la respuesta de la gente si supiera que se está rociando glifosato en la avena de su cereal favorito para el desayuno solo unas semanas antes de su alaboración?”, preguntó Ehrhardt.
En la harina de trigo se ha encontrado glifosato. El año pasado, Joel Ransom informó de que el Consejo de la Calidad del Trigo de Estados Unidos, que analiza muestras de harina provenientes de EEUU y Canadá encontró que en todas ellas había vestigios de glifosato. Sin embargo, Ransom dijo que los hallazgos estaban bien por debajo del límite máximo de rastros de glifosato en la harina: 30 partes por millón, en Estados Unidos. Aun así, Ransom dijo: “No me sorprendería si alguien repitiera las pruebas y encontrara rastros también”.
En respuesta a la creciente inquietud por el cada vez mayor uso de glifosato la Administración de Alimentos y Drogas de Estados Unidos dijo recientemente que empezaría a analizar los alimentos para comprobar su contenido de restos de glifosato.


Importantes consecuencias en el sistema alimentario
El glifosato no solo se usa para desecar la avena y el trigo; esta práctica es utilizada en una gran variedad de otros cultivos: lentejas, guisantes, soja no OGM*, maíz, lino, centeno, trigo sarraceno, mijo, colza, remolacha azucarera y patatas. El girasol también puede ser tratado antes de la trilla con glifosato, según la Asociación Nacional del Girasol.
Benbrook dice que una buena parte de las leguminosas comestibles que se cultivan en los estados de Washington e Idaho son desecados con glifosato. Según Joel Ransom, no hay estadísticas sobre la cantidad de hectáreas dedicadas al trigo y otros cultivos en los que se practique la desecación mediante el glifosato.
Si bien es cierto que el uso del glifosato para desecar vegetales antes de la cosecha es una proporción menor del herbicida utilizado en la agricultura, Benbrook dice que de cualquier modo su impacto es enorme. “Es posible que este uso agrícola del herbicida ronde el 2 por ciento; sin embargo, la exposición en la dieta humana supera con creces el 50 por ciento”, dice.
Más aún, dice Benbrook: “No entiendo por qué Monsanto ni la industria de los alimentos no ponen fin voluntariamente a esta práctica. Saben que con ella están contribuyendo a una alta exposición alimentaria (al glifosato)”.
La visión que Wiebe tiene de la situación es muy grave. “Lo más trágico es que la industria alienta el uso del glifosato en el trigo, los agricultores lo están usando, los consumidores no tiene conciencia de ello y las consecuencias en el sistema alimentario son enormes”, dice.

Referencias
1. Romano RM, Romano MA, Bernardi MM, Furtado PV, Oliveira CA. “Prepubertal exposure to commercial formulation of the herbicide Glyphosate alters testosterone levels and testicular morphology”, en Arch Toxicol. 2010; 84: 309-317.
2. Awad A. Shehata, Wieland Schrodl, Alaa. A. Aldin, Hafez M. Hafez, Monika Kruger. “The Effect of Glyphosate on Potential Pathogens and Beneficial Members of Poultry Microbiota In Vitro”, en Curr Microbiol. 9 de diciembre de 2012.
3. Mañas F., Peralta L., Raviolo J., et al. “Genotoxicity of glyphosate assessed by the Comet assay and cytogenic tests”, en Env Toxicol Pharmacol. 2009; 28:37-41.
4. Antoniou M., Habib MEM, Howard CV, et al. “Teratogenic effects of glyphosate-based herbicides: Divergence of regulatory decisions from scientific evidence”, en J Env Anal Toxicol. 2012; S4:006. DOI:10.4172/2161-0525.S4-006.
5. Benbrook, C. “Trends in glyphosate herbicide use in the United States and globally”, en Environmental Sciences Europe (2016, 28:28) DOI: 10.1186/s12302-016-0070-0.
6. Arnason, Robert. “Oat buyer says no glyphosate pre-harvest”, en Western Producer. 22 de abril de 2015.
7. Gillam, Carey. “Fears Over Roundup Herbicide Prompts Testing Of Cereals, Breastmilk, and More”, en Reuters News Service. 10 de abril de 2015.
8. Gillam, Carey. “FDA to Start Testing for Glyphosate in Food”, en Civil Eats. 17 de febrero de 2016.
9. “Preharvest Staging Guide.”
10. eu. “Clarification of Preharvest use of Glyphosate.”

* OGM, siglas de ‘organismo genéticamente modificado’. (N. del T.)
Fuente: http://ecowatch.com/2016/03/05/glyphosate-sprayed-crops-before-harvest/


Para mayor información comunicate con nosotr@s al mail: madalbo@gmail.com



Glyphosate, the main ingredient in Monsanto’s Roundup herbicide, is recognized as the world’s most widely used weed killer. What is not so well known is that farmers also use glyphosate on crops such as wheat, oats, edible beans and other crops right before harvest, raising concerns that the herbicide could get into food products.
Escalating Use of Probable Carcinogen
Glyphosate has come under increased scrutiny in the past year. Last year the World Health Organization’s cancer group, the International Agency for Research on Cancer, classified it as a probable carcinogen. The state of California has also moved to classify the herbicide as a probable carcinogen. A growing body of research is documenting health concerns of glyphosate as an endocrine disruptor and that it kills beneficial gut bacteria, damages the DNA in human embryonic, placental and umbilical cord cells and is linked to birth defects and reproductive problems in laboratory animals.
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What is not so well known is that farmers also use glyphosate on crops such as wheat, oats, edible beans and other crops right before harvest.
A recently published paper describes the escalating use of glyphosate: 18.9 billion pounds have been used globally since its introduction in 1974, making it the most widely and heavily applied weed-killer in the history of chemical agriculture. Significantly, 74 percent of all glyphosate sprayed on crops since the mid-1970s was applied in just the last 10 years, as cultivation ofGMO corn and soybeans expanded in the U.S. and globally.
Glyphosate Used to Speed Up Wheat Harvest
Charles Benbrook, Ph.D., who published the paper on the mounting use of glyphosate, says the practice of spraying glyphosate on wheat prior to harvest, known as desiccating, began in Scotland in the 1980s.
“Farmers there often had trouble getting wheat and barley to dry evenly so they can start harvesting. So they came up with the idea to kill the crop (with glyphosate) one to two weeks before harvest to accelerate the drying down of the grain,” he said.
The pre-harvest use of glyphosate allows farmers to harvest crops as much as two weeks earlier than they normally would, an advantage in northern, colder regions.
The practice spread to wheat-growing areas of North America such as the upper Midwestern U.S. and Canadian provinces such as Saskatchewan and Manitoba.
“Desiccation is done primarily in years where conditions are wet and the crop is slow to dry down,” Joel Ransom, an agronomist at North Dakota State University, said.
Ransom says desiccating wheat with glyphosate has been a useful tool for farmers.
“It does help hasten dry down and controls grain weeds and other material that slows down the threshing practice,” he said. “It has an important role in areas where it’s wet.”
Ransom says the practice has increased in North Dakota, which is the leading wheat-producing state in the U.S., over the past 15 years due to wetter weather.
While more common in Upper Midwestern states where there is more moisture, desiccation is less likely to be done in drier wheat growing areas of Kansas, Oklahoma, Washington and Oregon.
All Conventional Farmers in Saskatchewan Desiccate Wheat
According to a wheat farmer in Saskatchewan, desiccating wheat with glyphosate is commonplace in his region. “I think every non-organic farmer in Saskatchewan uses glyphosate on most of their wheat acres every year,” the farmer speaking on condition of anonymity said.
He has concerns about the practice. “I think farmers need to realize that all of the chemicals we use are ‘bad’ to some extent,” he said. “Monsanto has done such an effective job marketing glyphosate as ‘safe’ and ‘biodegradable’ that farmers here still believe this even though such claims are false.”
The vast majority of farmers in Manitoba, Canada’s third largest wheat producing province, also use glyphosate on wheat, said Gerald Wiebe, a farmer and agricultural consultant. “I would estimate that 90 to 95 percent of wheat acres in Manitoba are sprayed pre-harvest with glyphosate; the exception would be in dry areas of the province where moisture levels at harvest time are not an issue,” he said.

“Don’t Ask, Don’t Tell” Policy
According to Tom Ehrhardt, co-owner of Minnesota-based Albert Lea Seeds, sourcing grains not desiccated with glyphosate prior to harvest is a challenge.
“I have talked with millers of conventionally produced grain and they all agree it’s very difficult to source oats, wheat, flax and triticale, which have not been sprayed with glyphosate prior to harvest,” he said. “It’s a ‘don’t ask, don’t tell policy’ in the industry.”
Ehrhardt also says that crops grown to produce seed are not usually sprayed with glyphosate prior to harvest because this can damage seed germination.
Grain Millers, which has grain processing facilities in the U.S. and Canada, announced last year that it would not buy oats from Canada that had been desiccated with glyphosate. The company’s Canadian procurement manager, Terry Tyson, told Western Producer that glyphosate disrupts the natural maturing process and starch development, resulting in lower quality flakes and flour. He said the decision had nothing to do with health or safety concerns.
“Would Rather Not Eat a Loaf of Bread With Glyphosate In It”
Still, there are obvious concerns about glyphosate getting into food products.
“We are told these (glyphosate residues) are too small to matter but can we believe that?” the Saskatchewan farmer asked. “I think everyone, even farmers that use and love glyphosate, would rather not eat a loaf of bread with glyphosate in it.”
Wiebe shares similar concerns. “Consumers don’t realize when they buy wheat products like flour, cookies and bread they are getting glyphosate residues in those products,” he said. “It’s barbaric to put glyphosate in food a few days before you harvest it.”
Wiebe believes the use of glyphosate on wheat may be connected to the rise in celiac disease. “We’ve seen an explosion of gluten intolerance,” he said. “What’s really going on?”
“Can you imagine the public’s response if they knew that glyphosate is being sprayed on the oats in their Cheerios only weeks before it is manufactured?” Ehrhardt asked.
Residues of glyphosate have been found in wheat flour. Last year, Ransom reported to the U.S. Wheat Quality Council that tests on flour samples from the U.S. and Canada found that all had traces of glyphosate. However, Ransom said these were well below the maximum residue limits for glyphosate in wheat, which are 30 parts per million in the U.S.
Still, Ransom said: “I wouldn’t be surprised if someone repeated the test and found traces also.”
In response to mounting concerns over the escalating use of glyphosate, the U.S. Food and Drug Administration recently said it would begin testing foods for glyphosate residues.
Powerful Effect on Food System
Along with wheat and oats, glyphosate is used to desiccate a wide range of other crops including lentils, peas, non-GMO soybeans, corn, flax, rye, triticale, buckwheat, millet, canola, sugar beets and potatoes. Sunflowers may also be treated pre-harvest with glyphosate, according to the National Sunflower Association.
Benbrook says that a large portion of edible beans grown in Washington and Idaho are desiccated with glyphosate.
There are no statistics kept on the number of acres of wheat or other crops that are desiccated with glyphosate, according to Ransom.
While the pre-harvest use of glyphosate may account for a small amount of overall use of the herbicide, Benbrook says this still has a huge impact. “It may be two percent of agriculture use, but well over 50 percent of dietary exposure,” he said.
Further, he said: “I don’t understand why Monsanto and the food industry don’t voluntarily end this practice. They know it contributes to high dietary exposure (of glyphosate).”
Wiebe sees the situation in dire terms. “The most tragic thing is that industry is encouraging the use of glyphosate on wheat, farmers are using it, consumers are unaware of it and it’s having a powerful effect on the food system,” he said.
References
1. Romano RM, Romano MA, Bernardi MM, Furtado PV, Oliveira CA. “Prepubertal exposure to commercial formulation of the herbicide Glyphosate alters testosterone levels and testicular morphology.” Arch Toxicol. 2010;84:309-317.
2. Awad A. Shehata, Wieland Schrodl, Alaa. A. Aldin, Hafez M. Hafez, Monika Kruger. “The Effect of Glyphosate on Potential Pathogens and Beneficial Members of Poultry Microbiota In Vitro” Curr Microbiol. Dec 9, 2012.
3. Mañas F., Peralta L., Raviolo J., et al. “Genotoxicity of glyphosate assessed by the Comet assay and cytogenic tests.” Env Toxicol Pharmacol. 2009; 28:37–41.
4. Antoniou M., Habib MEM, Howard CV, et al. “Teratogenic effects of glyphosate-based herbicides: Divergence of regulatory decisions from scientific evidence.” J Env Anal Toxicol. 2012;S4:006. doi:10.4172/2161-0525.S4-006.
5. Benbrook, C. “Trends in glyphosate herbicide use in the United States and globally.”Environmental Sciences Europe (2016, 28:28) DOI: 10.1186/s12302-016-0070-0.
6. Arnason, Robert. “Oat buyer says no glyphosate pre-harvest.” Western Producer. April 22, 2015.
7. Gillam, Carey. “Fears Over Roundup Herbicide Prompts Testing Of Cereals, Breastmilk, and More.” Reuters News Service. April 10, 2015.
8. Gillam, Carey. “FDA to Start Testing for Glyphosate in Food.” Civil Eats. February 17, 2016.

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