Le Monde
Traducido del francés por Susana Merino |
Para los habitantes de Okhahoma se ha convertido casi en una rutina. La tierra tiembla con regularidad. El 6 de enero, dos seísmos de magnitud 4,7 y 4,8 han sacudido la región septentrional de este estado del centro de los EE.UU. Los daños han sido de escasa importancia pero han alertado a las autoridades locales. Uno de los movimientos, ocurrido a comienzos de octubre de 2015, tuvo lugar en las cercanías de la ciudad de Cushing, que dispone de un enorme depósito de unos 60 millones de barriles de oro negro y se considera una infraestructura estratégica nacional. En 2015 Oklahoma registró 900 temblores de tierra, es decir dos y medio por día, de una magnitud próxima a 3 grados.
Las predicciones para el 2016 no son mejores… Según el Centro Nacional de Temblores de Tierra del Centro Golden en Colorado. Se llegará a superar la barrera de los mil seísmos. La región central del país solo había registrado 21 seísmos de magnitud 3 entre 1973 y 2008. Desde ese año la magnitud de los temblores de tierra ha sido exponencial. La causa de esta fuerte actividad sísmica es, según la mayoría de los científicos, la fractura hidráulica de las formaciones de gas y petróleo de esquisto y la multiplicación de las perforaciones, aun cuando en 2011 las fallas que recorren el estado de noreste al suroeste originaron el más potente de los seísmos (grado 5,7) que se produjeron en el estado.
A partir de 2008, en Oklahoma, así como en los EE.UU., se ha producido un boom petrolero gracias a la revolución de la hidrofracturación y ha beneficiado enormemente las cargas fiscales que genera, a pesar del actual bajo precio del petróleo. El sector petrolero representa el 20% de los empleos del Estado y se le atribuyen el 20% de los creados a partir de 2010.
La fractura hidráulica de los esquistos va siempre acompañada de efectos secundarios. Utiliza considerables volúmenes de agua y de productos químicos que se inyectan mediante perforaciones en las formaciones de esquisto, porque hasta ahora la industria no ha encontrado otra alternativa para estos depósitos “salvajes” . Entre 2009 y 2014 los volúmenes utilizados en la región en especial en la formación del esquisto Precambrin Bassement Rock, aumentaron un 140%, según el International Busines Team, pasando de 68.000 millones de litros a 162.000 millones.
Para los sismólogos no existe ninguna duda, la fracturación hidráulica, que necesita a veces diez barriles de agua por cada barril de petróleo producido, es la causa. Los volúmenes de agua introducidos pueden ocasionar la profundización de las fallas en lugar de acercarlas, explica el US Geological Survey.
Presión de las empresas petroleras
Las autoridades políticas han se han demorado en reaccionar. La gobernadora del estado, la republicana Mary Fallin, en principio negó el problema para luego rendirse a la evidencia de las comprobaciones científicas. Según Blomberg, un científico del Oklahoma Geological Survey, sufrió presiones de las empresas petroleras para que no vinculara la hidrofracturación con los seísmos afirmando que los movimientos se debían a un fenómeno natural. El regulador del sector la Oklahoma Geological Survey tampoco ha dado pruebas de ser independiente conformándose con reducir la cantidad de perforaciones para responder al incremento de quejas indignadas de la población. Entre el regulador y la gobernadora se han tirado recíprocamente la pelota… Finalmente el ente regulador ha terminado por pedir a las empresas petroleras la reducción voluntaria de los volúmenes de agua reinyectados en el subsuelo, mientras que el Oklahoma Geological Survey ha reconocido que la fracturación hidráulica “era probablemente“ la causa de los seísmos.
Citado por el New York Times. Daniel Mnamara, geofísico del Centro Nacional de Información sobre temblores de Tierra ( National Earthquake Information Center), ha sido categórico sobre los riesgos futuros: “Existen grandes probabilidades de que Oklahoma enfrente una fuerte conmoción”. Los especialistas se refieren especialmente a la falla Edmond, cuya longitud es de 20 km. Tanto para el estado como más ampliamente para los EE.UU., las consecuencias podrían ser considerables. Si el complejo de almacenamiento bruto de Cushing se dañara, así como la vasta red de oleoductos, toda la cadena de aprovisionamiento de petróleo quedaría dañada. Las grandes cisternas de esta pequeña ciudad de Oklahoma sirven para el almacenamiento del petróleo procedente de la formación geológica Bakken, en Dakota del Norte, antes de enviarlo a las refinerías instaladas en laa orillas del gofo de México. Recientemente la Oklahoma Corporation Commission ha exigido que se cierren varios pozos en un radio de diez kilómetros alrededor del complejo de Cushing.
Oklahoma no es el único estado afectado por los seísmos inducidos por la actividad petrolera y gasística. Calfornia, Dakota del Norte, así como Texas, conocen este tipo de fenómenos. En algunas regiones de Texas se han producido pedidos solicitando detener el “fracking”
Fuente: http://www.lemonde.fr/planete/article/2016/01/15/dans-l-oklahoma-le-gaz-de-schiste-provoque-des-seismes-a-repetition_4847904_3244.html#fX6QrpJxzPWfJKSA.99
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