viernes, 8 de enero de 2016

COP21: ¿Falló el acuerdo de la última oportunidad?


Michelcollon.info

Traducido del francés por Susana Merino

Las negociaciones sobre el clima organizadas en el marco de las Naciones Unidas en París (COP 21) concluyeron con un nuevo acuerdo el sábado 12 de diciembre de 2015. Luego de dos largas semanas y de una serie de modificaciones, el acuerdo fue aprobado por unanimidad por los 195 Estados participantes. Festejado por unos (políticos y medios) y denostado por otros, el acuerdo está lejos de concitar la unanimidad.
Definido como “histórica y jurídicamente vinculante”, ¿aporta realmente este acuerdo de la COP21 una solución al problema del cambio climático? Al concretarse el acuerdo una gran cantidad de militantes del mundo entero desafiaron en París la prohibición de manifestarse cerca del Arco de Triunfo expresando su disconformidad. Muchos movimientos por la justicia climática estiman que este acuerdo constituye una pena de muerte para millones de personas y los motivos de ese “pesimismo” son muchos:
1) El acuerdo oculta deliberadamente el origen del cambio climático, es decir, el sistema capitalista basado en las energías fósiles. Algo que el presidente boliviano no dejó de mencionar en el discurso que pronunció en la COP 21: “…la Madre Tierra se está aproximando peligrosamente al crepúsculo de su ciclo vital debido a causas estructurales y responsabilidades atribuibles al sistema capitalista. Este sistema ha desencadenado muy rápidamente en nombre del libre comercio, de la libre competencia y de los derechos humanos una fuerza irresistible y destructora… (Este sistema) se ha dedicado a producir un enorme cantidad de bienes de consumo desechables, que actualmente están destruyendo la naturaleza, degradando el trabajo, que se traducen en conquistas y están destruyendo la vida del conjunto de la humanidad”.
2) El acuerdo fija un objetivo pero no define los mecanismos ni los modos precisos de intervenir y se basa en la voluntad de los países signatarios. Antes de concluir las negociaciones el secretario de Estado estadounidense John Kerry lo dijo explícitamente al Financial Times: todo el acuerdo firmado en París “no sería en realidad un tratado” no existen “objetivos de reducción jurídicamente obligatorios como los hubo en Tokio” (1). En el segundo artículo, el acuerdo plantea limitar la elevación de la temperatura media mundial en menos de 2°C, con el objetivo de 1,5°C en el horizonte de 2020. Este punto ausente del temario en el comienzo de las negociaciones fue luego considerado a causa de la encarnizada lucha planteada por los países más vulnerables. Es sabido, unánime y científicamente comprobado que sobrepasándolo el planeta llegaría a un punto climático de no retorno. Para llegar a ese límite sería imperativo reducir un 80%. Las emisiones de gases que producen el efecto invernadero (GES). De modo que la efectiva aplicación de este acuerdo marcaría el fin de la era de las energías fósiles. Pues bien, ese compromiso no aparece en el texto del acuerdo ni en las contribuciones previstas y determinadas en los niveles nacionales (CPDNN, que son 119). Según Kevin Anderson, director adjunto del Tyndall Centre para la investigación sobre el cambio climático de la Universidad de Manchester en Gran Bretaña, de modo que se producirían aumentos de la temperatura de entre 3° y 4 °C Según él estar por debajo de los 2°C requeriría drásticas reducciones de las emisiones, muy lejos de lo que se discutió en las negociaciones de París. Por otra parte existe un fraude científico en el cálculo de las emisiones GES consistente en haber excluido las grandes emisiones procedentes de los transportes aéreos y marítimos. Todo control del cambio climático relacionado con los calculados 2°C será tramposo.
3) El acuerdo relega a un segundo plano “…los derechos de los pueblos autóctonos, de las comunidades locales, de los migrantes, de los niños, de las personas minusválidas y de las personas vulnerables (…) como también la igualdad entre los sexos, la autonomía de las mujeres y la equidad generacional”. Las personas y las colectividades más afectadas que se movilizaron fuertemente contra el cambio climático no aparecen en los artículos del acuerdo, tan solo en el preámbulo, y sus reivindicaciones más importantes se han ignorado. Kandi Mossett, militante autóctona de Dakota del Norte y organizadora de una amplia red de movimientos y de organizaciones de los pueblos autóctonos de EE.UU. (Indigenous environmental Network), expresó su descontento con oportunidad de la oración simbólica organizada en Paris al finalizar las negociaciones, “En la COP 21 han propuesto falsas soluciones a la crisis climática, proponen una mercantilización de lo sagrado, quieren poner precio al aire que respiramos. Quieren ir a otros países, desplazando a nuestros hermanos y hermanas autóctonos para seguir matando (Estados Unidos) a nuestro pueblo. Nosotros estamos en primera línea, somos las líneas rojas” (3).
Las cuestiones de la igualdad de sexos y la de los niños no han recibido la atención necesaria siendo que las mujeres y los niños son, por diversos motivos, las personas más vulnerables al cambio climático. Primero porque los que más sufren los efectos del cambio climático son los países tropicales y los del hemisferio sur y las personas más pobres son las más afectadas. Pues bien, en los países en desarrollo el 70% de la población que vive bajo el umbral de pobreza está formado por mujeres (4). Se considera además que las mujeres y los niños están más expuestos que los hombres a morir en caso de catástrofes (5) y existen numerosos ejemplos: el ciclón de Bangladesh de 1991, la canícula que afectó a Europa en 2003 y el tsunami que se abatió sobre Indonesia y Sri Lanka en 2006 (6). Además son las mujeres las que alimentan al mundo, producen hasta el 80% de los alimentos básicos en el África subsahariana y en el Caribe y proveen entre el 50% y el 90% de la mano de obra en los cultivos de arroz en Asia (7). Por otra parte es en la agricultura donde trabajan los niños (el 60% de los chicos que trabajan son explotados en ese sector). Se estima un número de 100 millones de chicos y chicas (8).
4) La agroecología se ha marginado aunque constituye una solución al problema del recalentamiento climático. Según la activista india Vandana Shiva, “La agricultura ecológica es la única opción frente a los daños causados por la era de las energía fósiles. El objetivo de reducir las temperaturas hasta el 2020 en 2°C, mediante la retención de 10 gigatoneladas de carbono atmosférico, podría lograrse obteniendo carbono del suelo mediante la agricultura biológica y ecológica que utiliza semillas autóctonas resistentes al clima […]. Para que eso sea posible es primordial conservar las semillas” (9). No haber mencionado la agricultura y los suelos en el acuerdo final no ha sido inocente, es el resultado del lobbing ejercido por Monsanto & cia. por medio de sus representantes políticos de alto nivel para influir sobre los delegados de EE.UU. y de las Naciones Unidas en la COP21 (10).
5) Los signatarios no deberán reducir sus emisiones militares, aunque este sector sea un importante contribuyente al cambio climático a causa de las astronómicas cantidades de energía y de materiales que consume (11).
Derek Mattheus, exmarine y veterano de las guerras de Irán y Afganistán estuvo presente en las manifestaciones de París: “el acuerdo no considera para nada la contaminación militar, especialmente la de EE.UU. Sin embargo la vinculación entre el cambio climático y el sector militar es múltiple, los militares y la policía militarizada son los grandes medios de los que disponen las empresas para acaparar tierras y poner en marcha industrias extractivas contra la voluntad de las comunidades locales. Es importante destacar que la sociedad civil que llegó de los cuatro puntos cardinales del planeta se reunió en la COP21 con el objeto de encontrar alternativas a los problemas climáticos. La más reiterada amenaza de su éxito fue la brutal intervención de la policía. Por otra parte las guerras tienen efectos devastadores. Hemos visto destruidas ciudades enteras. La contaminación no procede solamente de los vehículos bélicos, también producen contaminación el fósforo blanco y el uranio empobrecido que destruyen regiones enteras. Los veteranos de guerra de Irak y Afganistán han sufrido cánceres de pulmón a causa de sus quemaduras”. Además de los militares, el uso de estos agentes fuertemente mutagénicos conduce a la contaminación de los suelos y de las personas. Uno de los ejemplos más evidente es el de Falluja, una ciudad iraquí que tenía 300.000 habitantes, fue totalmente destruida en 2004 por los ataques estadounidenses. Además de municiones con uranio se usaron armas químicas, incluidas bombas que contenían fósforo blanco (cuya utilización está prohibida por el derecho internacional que rige a los conflictos armados) (12). Los escombros de los edificios demolidos se han acumulado a orillas del río Eufrates, principal fuente de agua potable de sus habitantes. Un estudio publicado por The International Journal of Environment Research and Public Health muestra que la mortalidad infantil se multiplicó en los años siguientes a los bombardeos, se cuadriplicó la presencia de cáncer y la cantidad de leucemias se multiplicó por 40 (13).
Por todas estas razones el acuerdo COP21 no logrará frenar el cambio climático. Acabar con las energías fósiles es necesario pero el cambio no lo impulsarán los grandes contaminadores que hacen todo lo posible por mantener este sistema. ¿Cómo explicar de otro modo la hipocresía de los países que por un lado firman este acuerdo y por el otro se vinculan mediante otros acuerdos comerciales dañinos para el ambiente como la Asociación Transpacífico (14) y el Tratado Transatlántico de Libre Comercio (15)? Millones de personas se encuentran ya dramáticamente afectadas por los acontecimientos naturales extremos debidos al cambio climático inducido por el hombre. El aumento de las temperaturas más allá de 2°C conducirá irreversiblemente a una tierra inhabitable para las generaciones futuras. La única esperanza que queda es la presión que ejerza la sociedad civil en los países, especialmente en aquellos que más contaminan, para enmarcar sus CPDNN en el objetivo de los 2°C y concretarlos en textos de leyes jurídicamente obligatorias.
Notas :
(1) Paris climate deal will not be a legally binding treaty - FT.com.
(2) Top Climate Expert: Crisis is Worse Than We Think & Scientists Are Self-Censoring to Downplay Risk. Democracy Now!
(3) Indigenous Peoples Take Lead at D12 Day of Action in Paris – Official response to COP21 agreement. Indigenous Rising.
(4) A Huge Challenge and a Narrow Discourse.
(5) Gender and climate change: mapping the linkages. A scoping study on knowledge and gaps. Eldis.
(6) Araujo, A., Quesada-Aguilar, A., Aguilar, L., Pearl, R. Gender Equality and Adaptation. (2008).
(7) Food for all - World food summit - Agricultural machinery worldwide.
(8) Le travail des enfants dans l’agriculture .
(9) La sécurité alimentaire de l’Algérie est en jeu!, http://www.liberte-algerie.com/contributions/la-securite-alimentaire-de-lalgerie-est-en-jeu-238152
(10) Vandana Shiva, Agri-Corporations Attempt to Hijack COP21.
(11) Branagan, M. Global Warming, Militarism and Non violence : The Art of Active Resistance. (Palgrave Macmillan, 2013).
(12) Body count, Casualty figures after 10 years of the ‘War on Terror’, Iraq, Afghanistan, Pakistan. (Physicians for global survival. IPPNW Germany, 2015).
(13) Busby, C., Hamdan, M. & Ariabi, E. Cancer, Infant Mortality and Birth Sex-Ratio in Fallujah, Iraq 2005–2009. Int. J. Environ. Res. Public. Health 7, 2828–2837 (2010).
(14) SierraClub. TPP Text Analysis : The TPP Would Increase Risks to Our Air, Water, and Climate.
(15) DePillis, L. A leaked document shows just how much the EU wants a piece of America’s fracking boomThe Washington Post (2014).


Fuente: http://www.investigaction.net/COP21-l-accord-de-la-derniere.html?lang=fr




Les négociations sur le climat organisées dans le cadre des Nations Unies à Paris (COP21) se sont soldées par un nouvel accord le Samedi 12 Décembre 2015. Après deux longues semaines et une série de modifications, l'accord a été finalement adopté à l'unanimité par 195 états participants. Célébré par certains (politiciens et médias) et décrié par d’autres, l’accord est loin de faire l’unanimité.



Décrit comme "historique et juridiquement contraignant", l’accord de la COP21 apporte-il réellement une solution finale au problème du changement climatique ? A l’issue de l’accord, de nombreux militants du monde entier ont bravé l’interdiction de manifester à Paris près de l’Arc de Triomphe pour exprimer leur mécontentement. Plusieurs mouvements de justice climatique estiment que cet accord constitue une peine de mort pour des millions et les raisons de ce "pessimisme" sont nombreuses :

1- L’accord occulte de manière délibérée la source du changement climatique, à savoir le système capitaliste basé sur les énergies fossiles. Ce que le président Bolivien n’a pas manqué de rappeler durant son discours prononcé à la COP21 : "… la Terre Mère se rapproche dangereusement du crépuscule de son cycle vital dont la cause structurelle et la responsabilité incombent au système capitaliste. Ce système a déchainé très rapidement une force irrésistible et destructrice au nom du libre-échange, de la libre compétition et des droits de l’homme.... [Ce système] s’est mis à produire à une échelle infinie des biens de consommation jetables, qui aujourd’hui détruisent la nature, dégradent le travail, produisent des marques de conquête et détruisent le vivre-ensemble humain ".

2- L’accord fixe un objectif mais ne définie pas les mécanismes et les modalités précises d’y parvenir et le base sur le volontariat des pays signataires. Avant la fin des négociations, le secrétaire d’Etat américain John Kerry l’a explicitement exprimé dans le Financial Times : tout accord à Paris, « ne sera certainement pas un traité » et il n’y aura pas « d’objectifs de réduction juridiquement contraignants comme ce fut le cas de Kyoto " (1). Dans le 2ème article, l’accord vise à limiter la hausse de la température moyenne mondiale en deçà de 2 °C, avec un objectif de 1,5 °C à l’horizon 2020. Ce point absent de la table au début des négociations, a été retenu suite à la lutte acharnée des pays les plus vulnérables. C’est en outre un constat scientifique unanime, au-delà duquel la planète atteindrait un point de non-retour climatique. Pour y parvenir, il sera impératif de réduire les émissions de gaz à effet de serre (GES) de 80%. Donc l’application effective de cet accord, signerait la fin de l’ère des énergies fossiles. Or, cette contrainte ne figure ni dans le texte de l’accord, ni dans les contributions prévues déterminées aux niveaux nationaux (CPDNN ; elles sont au nombre de 119). Ces dernières conduiront selon Kevin Anderson, directeur adjoint du « Tyndall Centre » pour la recherche sur le changement climatique à l’Université de Manchester en Grande-Bretagne, à une augmentation des températures entre 3-4°C (2). Selon lui, rester en-dessous de 2°C demande des réductions d’émissions drastiques, très loin de tout ce qui a été discuté durant les négociations de Paris. Il existe par ailleurs une fraude scientifique dans le calcul des émissions de GES qui consiste en l’exclusion des fortes émissions provenant des transports aérien et maritime. Toute tentative de « contrôle » du changement climatique en ligne avec les 2°C sera par conséquent biaisée.

3- L’accord renvoie au second plan "...les droits des peuples autochtones, des communautés locales, des migrants, des enfants, des personnes handicapées et des personnes en situation vulnérable, [...], ainsi que l’égalité des sexes, l’autonomisation des femmes et l’équité entre les générations". Les personnes et collectivités les plus touchées et qui se sont fortement mobilisées contre le changement climatique ne figurent pas dans les articles de l’accord, mais dans le préambule et leurs revendications les plus importantes ont été ignorées. Kandi Mossett, militante autochtone du Dakota du Nord et organisatrice dans un large réseau de mouvements et organisations des peuples autochtones aux États-Unis (Indigenous Environmental Network), avait exprimé son mécontentement lors de la prière symbolique organisée à Paris à la fin des négociations : « A la COP21 ils proposent de fausses solutions à la crise climatique, ils proposent une marchandisation du sacré, ils veulent mettre un prix sur l’air que nous respirons. Ils veulent aller dans d’autres pays, déplacer nos frères et sœurs autochtones, afin qu’ils [les États-Unis] puissent continuer de tuer notre peuple. Nous sommes en première ligne, nous sommes les lignes rouges » (3).

La question de l’égalité des sexes et des enfants n’a pas reçu l’attention nécessaire alors que les femmes et les enfants sont les personnes les plus vulnérables au changement climatique, et ce, pour diverses raisons. D’abord parce que ceux qui souffrent le plus des effets du changement climatique sont les pays tropicaux et ceux du Sud et les personnes les plus pauvres sont celles qui sont le plus touchées. Or, dans les pays en développement, 70% des personnes vivant en dessous du seuil de pauvreté sont des femmes (4). On estime également que les femmes et les enfants sont 14 fois plus susceptibles de mourir en cas de catastrophes que les hommes (5) et les exemples sont nombreux ; le cyclone du Bangladesh de 1991, la canicule qui a touché l’Europe en 2003 et le tsunami qui s’est abattu sur l’Indonésie et le Sri Lanka en 2006 (6). Aussi, les femmes alimentent le monde ; elles produisent jusqu’à 80 pour cent des denrées alimentaires de base en Afrique subsaharienne et dans les Caraïbes et fournissent pour la culture du riz de 50 jusqu’à 90 % de la main-d’œuvre en Asie (7). Par ailleurs, le secteur agricole est le plus concerné par le travail des enfants (60% des enfants qui travaillent sont exploités dans ce secteur). Leur nombre est estimé à 100 millions de garçons et de filles (8).

4- L’agro-écologie a été marginalisée alors qu’il s’agit d’une solution clé au problème de réchauffement climatique. Selon l’activiste Indienne Vandana Shiva : « L’agriculture écologique reste la seule option pour nous face au dommages causés par l’ère des énergies fossiles. L’objectif de baisser les températures de 2 °C d’ici 2020, par la rétention de 10 gigatonnes de carbone atmosphérique, pourrait être atteint en séquestrant le carbone dans le sol par l’agriculture biologique et écologique qui recoure aux semences autochtones résistantes au climat. [...] La conservation des semences est primordiale pour que cela devienne possible » (9). L’absence de mention de l’agriculture et des sols dans l’accord final n’est pas innocente, c’est le résultat du lobbying exercé par Monsanto & cie., par l’intermédiaire de leurs représentants politiques de haut niveau, pour influencer les délégués des Etats Unis et des Nations Unies à la COP21 (10).

5- Les signataires ne seront pas tenus de réduire leurs émissions militaires, pourtant ce secteur est un contributeur important au changement climatique à cause des quantités astronomiques d’énergie et de matériaux consommés (11). Derek Matthews, ancien Marine et vétéran des guerres d’Irak et d’Afghanistan, était présent lors des manifestations à Paris : « l’accord ne fait rien pour freiner la pollution militaire, notamment celle des Etats-Unis. Pourtant les liens entre le changement climatique et le secteur militaire sont multiples : les militaires et la police militarisées sont les principaux moyens dont les grandes compagnies disposent pour l’accaparement des terres et la mise en place d’industries extractives contre la volonté des communautés locales. Il est important de noter que la société civile venant des quatre coins du monde s’est réunie à la COP21 pour trouver des solutions alternatives aux problèmes climatiques. La menace la plus répétée à leur succès fut l’intervention policière brutale par la force. Par ailleurs, les guerres ont des effets dévastateurs. Nous avons vu des villes entières détruites. La quantité de pollution ne provient pas seulement des émissions des engins de guerres, il y a aussi les pollutions au phosphore blanc et à l’uranium appauvri qui détruisent des régions entières. Des vétérans des guerres d’Irak et d’Afghanistan ont été atteints de cancer du poumon suite à leurs brûlures ». Outre les militaires, l’utilisation de ces agents hautement mutagènes conduit à la contamination des terres et des humains. L’un des exemples les plus parlants est celui de Fallujah, cette ville Irakienne qui comptait 300 000 habitants a été largement détruite par deux attaques Américaines en 2004. En plus des munitions à l’uranium, des armes chimiques ont été utilisées, y compris des bombes contenant du phosphore blanc (dont l’usage est interdit par le droit international régissant les conflits armés) (12). Les décombres de bâtiments démolis ont été déplacés jusqu’à la rive de l’Euphrate, la source principale d’eau potable pour habitants. Une étude publiée par "The International Journal of Environment Research and Public Health" indique que la mortalité infantile a été multipliée dans les années suivant les bombardements, la survenue de cancers a quadruplé, et le nombre de leucémies a augmenté d’un facteur de 40 (13).

Pour toutes ces raisons, l’accord de la COP21 ne réussira pas à contenir le changement climatique. La fin des énergies fossiles est nécessaire mais le changement ne viendra sûrement pas des grands pollueurs qui font tout pour maintenir ce système. Sinon, comment expliquer l’hypocrisie des pays, qui d’un côté signent cet accord, et de l’autre s’engagent dans des accords commerciaux dommageables pour l’environnement tels que le Partenariat Trans-Pacifique (14) et le traité de libre-échange transatlantique (15) ? Des millions de personnes sont d’ores-et-déjà dramatiquement touchées par les événements naturels extrêmes dus au changement climatique induit par l’homme. L’augmentation des températures au-delà de 2°C conduira irréversiblement à une terre non viable pour les générations futures. Le seul espoir qui reste est la pression de la société civile sur les pays, spécialement ceux qui polluent le plus, pour faire cadrer leurs CPDNN avec l’objectif de 2°C et les concrétiser en textes de lois juridiquement contraignants.

Notes :

1. Paris climate deal will not be a legally binding treaty - FT.com.http://www.ft.com/intl/cms/s/79daf872-8894-11e5-90de-f44762bf9896,Authorised=false.html?_i_location=http%3A%2F%2Fwww.ft.com%2Fintl%2Fcms%2Fs%2F0%2F79daf872-8894-11e5-90de-f44762bf9896.html&_i_referer=http%3A%2F%2Fwww.theguardian.com%2F7a75be718937e16971412fc8737e8638&classification=conditional_standard&iab=barrier-app#axzz3rFw37FuE

2. Top Climate Expert : Crisis is Worse Than We Think & Scientists Are Self-Censoring to Downplay Risk. Democracy Now !http://www.democracynow.org/2015/12/8/top_climate_expert_crisis_is_worse

3. Indigenous Peoples Take Lead at D12 Day of Action in Paris – Official response to COP21 agreement | Indigenous Rising. http://indigenousrising.org/indigenous-peoples-take-lead-at-d12-day-of-action-in-paris-official-response-to-cop21-agreement/

4. A Huge Challenge and a Narrow Discourse.http://connection.ebscohost.com/c/articles/24347553/huge-challenge-narrow-discourse

5. Gender and climate change : mapping the linkages. A scoping study on knowledge and gaps - Eldis. http://www.eldis.org/go/home&id=37711&type=Document#.VnxrdlKxb3U

6. Araujo, A., Quesada-Aguilar, A., Aguilar, L., Pearl, R. Gender Equality and Adaptation. (2008).

7. Food for all - World food summit - Agricultural machinery worldwide. athttp://www.fao.org/docrep/x0262e/x0262e16.htm

8. Le travail des enfants dans l’agriculture.http://www.fao.org/resources/infographics/infographics-details/fr/c/293547/

9. La sécurité alimentaire de l’Algérie est en jeu  ! : Toute l’actualité sur liberte-algerie.com.http://www.liberte-algerie.com/contributions/la-securite-alimentaire-de-lalgerie-est-en-jeu-238152

10. Vandana Shiva : Agri-Corporations Attempt to Hijack COP21. athttp://ecowatch.com/2015/11/11/agri-corporations-hijack-cop21/

11. Branagan, M. Global Warming, Militarism and Nonviolence : The Art of Active Resistance. (Palgrave Macmillan, 2013).

12. Body count. Casualty figures after 10 years of the ‘War on Terror’, Iraq, Afghanistan, Pakistan. (Physicians for global survival. IPPNW Germany, 2015). http://www.ippnw.org/pdf/2015-body-count.pdf

13. Busby, C., Hamdan, M. & Ariabi, E. Cancer, Infant Mortality and Birth Sex-Ratio in Fallujah, Iraq 2005–2009. Int. J. Environ. Res. Public. Health 7, 2828–2837 (2010).

14. SierraClub. TPP Text Analysis : The TPP Would Increase Risks to Our Air, Water, and Climate.https://www.sierraclub.org/sites/www.sierraclub.org/files/uploads-wysiwig/INITIAL%20ANALYSIS%20-%20ENVIRO%20IMPLICATIONS%20TPP.pdf

15. DePillis, L. A leaked document shows just how much the EU wants a piece of America’s fracking boom. The Washington Post (2014).https://www.washingtonpost.com/news/wonk/wp/2014/07/08/could-a-trade-deal-lift-the-u-s-longstanding-ban-on-crude-oil-exports-europe-thinks-so/

Source : Investig’Action

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