Un cargamento con material que se sospecha que sería uranio fue descubierto en Bolivia mientras que el servicio de inteligencia de Brasil investiga un posible contrabando de este mineral. En declaraciones a la Agencia Judía de Noticias, el presidente del Círculo Israelita de La Paz, Ricardo Udler, afirmó que “es motivo de preocupación” que Bolivia esté extrayendo este material para enviarlo a Irán. Jack Terpins, titular del Congreso Judío Latinoamericano, afirmó que “siempre es muy preocupante” la presencia iraní en el continente.
La comunidad judía latinoamericana transmitió su preocupación por la posibilidad de que una red dedicada al tráfico de uranio se haya instalado en la región para enviar ese material a Irán a través de Venezuela, uno de los principales aliados de Teherán en América del Sur.
La polémica surgió luego de que un importante cargamento de este mineral fue encontrado en el subsuelo de un edificio del centro de La Paz, en Bolivia.
En declaraciones a la Agencia Judía de Noticias (AJN), el presidente del Círculo Israelita de La Paz, Ricardo Udler, afirmó que “es motivo de preocupación que Bolivia esté extrayendo este material para enviarlo a países que utilizarían este mineral para enriquecerlo con fines nucleares”.
A todo esto, la Policía Federal de Brasil y la Agencia Brasileña de Inteligencia (ABIN) investigan la posible ruta de contrabando de uranio extraído en tierras brasileñas hacia Venezuela y que podría tener como destino final Irán.
“No tengo información sobre este posible contrabando de uranio que desde Brasil iría a Venezuela para llegar a Irán. Nada fue comprobado y no creo que el gobierno brasileño lo permita”, aseguró, por su parte, Jack Terpins, presidente del Congreso Judío Latinoamericano (CJL) en diálogo con esta agencia.
Dos toneladas de uranio en La Paz
Las sospechas sobre la existencia de una red dedicada al tráfico de uranio en Bolivia surgieron la semana pasada cuando personal del Grupo de Investigaciones de Casos Especiales (GICE) de la Policía decomisó casi dos toneladas de un material que podría ser uranio.
Udler indicó que el caso se está investigando, pero pudo precisar que el material fue encontrado en el subsuelo de un edificio ubicado en una zona “muy céntrica de La Paz” y, en principio, se trataría de “dos toneladas métricas de uranio con tantalio”.
Como resultado del procedimiento, seis personas fueron detenidas, mientras un grupo de expertos analizaba el cargamento para tratar de esclarecer si las piedras contienen uranio y, en ese caso, si es radioactivo.
Los detenidos, entre los que se encuentra el presunto propietario del material, ya fueron liberados, mientras la policía trata de determinar el origen de la carga.
“Se supo que podría ser que fuera uranio de Bolivia para enviarlo a Venezuela. No sólo como líder de mi comunidad judía sino también como ciudadano boliviano este es un tema de preocupación ya que es un mineral que se lo utiliza para el enriquecimiento nuclear. Todo ha llamado la atención y estamos a la espera de las conclusiones”, afirmó Udler.
El dirigente comunitario indicó que “supuestamente no hay vinculación (de los detenidos) con el gobierno” y aclaró que el hecho de que hayan sido dejados en libertad es parte del proceso investigativo”.
Además, Udler comentó que “fue el gobierno que hizo la requisa por lo que están en la misma preocupación para ver si existe un tráfico de uranio”.
Lo cierto es que las sospechas de que Bolivia estaba extrayendo uranio para su enriquecimiento por parte de Irán es una información que ya se había instalado el año pasado en la opinión pública.
El Servicio Nacional de Geología y Técnico de Minas (Sergeotecmin) verificó la existencia de uranio en 38 sitios del territorio boliviano. Sin embargo, en ninguno de los hallazgos se realizan explotaciones y en algunos sólo se hicieron trabajos de exploración y prospección, según un informe difundido hace dos años.
Estos lugares fueron incluidos en el Mapa Metalogénico de Bolivia, elaborado por el organismo estatal en el año 2000.
Hay indicios de uranio en regiones mineras de La Paz, Oruro, Potosí, Santa Cruz, Chuquisaca y el sur de Tarija.
Ecos en Brasil por el caso descubierto en Bolivia
El sospechoso cargamento descubierto en La Paz despertó la preocupación del Gobierno de Brasil.
Al parecer, una de las primeras informaciones indicaba que el material incautado -una serie de piedras embaladas en bolsas de yute- habría dejado Brasil, llegado a Bolivia y tenía como destino Chile, de donde sería embarcado a Europa.
Una fuente del Gobierno brasileño dijo al diario Valor Económico de Brasil que la Policía Federal de Brasil y la agencia de inteligencia ABIN investigaban los rumores de una ruta para el contrabando del material radiactivo que se extrae en Brasil.
En este sentido, el informante indicó que “si el material incautado en realidad contiene uranio confirma que hay evidencia de una ruta de comercio clandestino de uranio exportado de Brasil a través del Estado boliviano por (el departamento de Beni)”.
En declaraciones a la Agencia Judía de Noticias, Jack Terpins, líder del Congreso Judío Latinoamericano, dijo que hasta el momento “nada fue comprobado”, pero consideró que el Gobierno brasileño no permitiría este contrabando.
Asimismo, Terpins comentó que este tipo de versiones “ya salió varias veces en Brasil”, pero nunca se pudo confirmar ninguna sospecha.
Lo cierto es que el presidente del CJL consideró que “siempre es muy preocupante” cualquier tipo de presencia iraní en Brasil porque “Irán busca llevar sus actividades racistas y antisemitas a todas partes del mundo”.
La investigación en Bolivia
Más allá de las sospechas, el presidente de la Comibol (Corporación Minera de Bolivia), Héctor Córdova, descartó que el material sea peligroso, ya que no se halló radiactividad. “Al principio se pensó que se trataba de mineral que contiene uranio. Pero eso fue rápidamente descartado, por lo menos como el uranio radiactivo”, dijo el funcionario en declaraciones a la prensa.
Córdova estimó que podría tratarse de tantalio, que se utiliza en la fabricación de teléfonos celulares y ordenadores.
Luiz Filipe da Silva, asesor del Estado Industrias Nucleares de la presidenta de Brasil, señaló que Brasil es el mayor productor de niobio del mundo, el metal a menudo se encuentra en la naturaleza a lo largo de tántalo.
Según explicó es posible encontrar uranio en la misma roca que contiene tántalo. “En teoría, es posible extraer uranio de fuentes más exóticas. Niobio es muy valioso, tántalo aún más, y el uranio puede tener diversos usos”, señaló.
AJN
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