El antropólogo Álvaro Diez Astete, autor del libro Pueblos indígenas y tierras bajas, reconoce que “no existe una información precisa sobre la etnohistoria de los tapieté, porque con el paso de los años se ha subsumido en la historia del pueblo guaraní, por lo que muchas veces son considerados como una parcialidad más de esa macroetnia”.
Las referencias más antiguas sobre esta comunidad asentada en los territorios de Santa Cruz y Tarija se encuentran en documentos y censos de principios del siglo XX.
Según cuenta el antropólogo Milton Eyzaguirre, “la Guerra del Chaco perjudicó enormemente a la población tapieté, pues muchos se vieron obligados a emigrar hacia la Argentina y, cuando volvieron, encontraron que sus tierras estaban ocupadas por terratenientes”.
En cuanto a su organización familiar y social, este grupo tiene parámetros rígidos y bien establecidos: el jefe de familia es el marido y sus deberes están claramente delimitados: es responsable de la pesca, la agricultura y la caza. La mujer, mientras tanto, lleva todas las tareas del cuidado de la cocina y la vida doméstica y dirige la recolección de frutos en el monte.
“Por informantes ancianos que conservan la memoria colectiva de su etnia —comenta Diez Astete— se sabe que en el siglo XIX toda la región del sur del país, donde hoy se encuentran dispersos los pocos asentamientos sobrevivientes, estaba cubierta de tóldenos tapieté, lo que habla de su modo de vida y formación de clanes”.
Estas comunidades del interior del Chaco mantenían relaciones sociales y comerciales estrechas con los chañé del Izozog y los chiriguanos del Pilcomayo, habiéndose constituido la comunidad indígena de Macharetí como el centro político y social de todos estos grupos étnicos.
Otro centro sociopolítico importante de los tapieté era Cabayurepoti, en la actual provincia del Chaco, donde, según los franciscanos relatores, había reuniones multiétnicas de los indígenas del Pilcomayo sur (tobas, chorotis, mataco noctene y tapieté) para tomar decisiones sobre guerras interétnicas con otros pueblos, solucionar conflictos sobre el uso de los recursos naturales y realizar fiestas.
Ecorregión: Chaqueña.
Departamento: Tarija.
Provincia: Gran Chaco.
Municipio: Villamontes.
Comunidades: Samawate y Crevaux.
Idioma: Tupi guaraní.
Actividades principales: Agricultura, pesca y recolección.
Productos: Maíz, fréjol, algodón, sábalo, surubí, dorado y miel.
Vías de acceso: Terrestre: el acceso por vía terrestre a las comunidades tapieté se realiza desde la ciudad de Villamontes hasta las poblaciones de Crevaux y Samawate.
Las referencias más antiguas sobre esta comunidad asentada en los territorios de Santa Cruz y Tarija se encuentran en documentos y censos de principios del siglo XX.
Según cuenta el antropólogo Milton Eyzaguirre, “la Guerra del Chaco perjudicó enormemente a la población tapieté, pues muchos se vieron obligados a emigrar hacia la Argentina y, cuando volvieron, encontraron que sus tierras estaban ocupadas por terratenientes”.
En cuanto a su organización familiar y social, este grupo tiene parámetros rígidos y bien establecidos: el jefe de familia es el marido y sus deberes están claramente delimitados: es responsable de la pesca, la agricultura y la caza. La mujer, mientras tanto, lleva todas las tareas del cuidado de la cocina y la vida doméstica y dirige la recolección de frutos en el monte.
“Por informantes ancianos que conservan la memoria colectiva de su etnia —comenta Diez Astete— se sabe que en el siglo XIX toda la región del sur del país, donde hoy se encuentran dispersos los pocos asentamientos sobrevivientes, estaba cubierta de tóldenos tapieté, lo que habla de su modo de vida y formación de clanes”.
Estas comunidades del interior del Chaco mantenían relaciones sociales y comerciales estrechas con los chañé del Izozog y los chiriguanos del Pilcomayo, habiéndose constituido la comunidad indígena de Macharetí como el centro político y social de todos estos grupos étnicos.
Otro centro sociopolítico importante de los tapieté era Cabayurepoti, en la actual provincia del Chaco, donde, según los franciscanos relatores, había reuniones multiétnicas de los indígenas del Pilcomayo sur (tobas, chorotis, mataco noctene y tapieté) para tomar decisiones sobre guerras interétnicas con otros pueblos, solucionar conflictos sobre el uso de los recursos naturales y realizar fiestas.
Datos
Habitantes: Censo INE (2001): 29. Censo Conniob (Confederación Nacional de Nacionalidades Indígenas y Originarias de Bolivia) (2004): 172.Ecorregión: Chaqueña.
Departamento: Tarija.
Provincia: Gran Chaco.
Municipio: Villamontes.
Comunidades: Samawate y Crevaux.
Idioma: Tupi guaraní.
Actividades principales: Agricultura, pesca y recolección.
Productos: Maíz, fréjol, algodón, sábalo, surubí, dorado y miel.
Vías de acceso: Terrestre: el acceso por vía terrestre a las comunidades tapieté se realiza desde la ciudad de Villamontes hasta las poblaciones de Crevaux y Samawate.
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