miércoles, 24 de junio de 2015

“La Bolivia de Evo”. Entrevista con Tomás Astelarra

Por Pablo Gramajo

La lucha por el excedente en el  desarrollismo Tomás Astelarra presentó semanas atrás su libro “La Bolivia de Evo” en Santiago del estero. Según el mismo se declara tener el sigo en escorpio, y siempre ha buscado la quinta pata al gato, con su mirada compleja, y casi 11 años le llevó escribir el libro. 
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La lucha por el excedente en el  desarrollismo
Tomás Astelarra presentó semanas atrás su libro “La Bolivia de Evo” en Santiago del estero. Según el mismo se declara tener el sigo en escorpio, y siempre ha buscado la quinta pata al gato, con su mirada compleja, y casi 11 años le llevó escribir el libro. Tomás, es periodista, economista, pero además es un caminante, cree que los gobierno progresista también de alguna manera, fueron alguna forma que tuvo el capital de cooptar a los movimientos sociales, es como un trabajador que se enoja con el jefe,  -che renuncio, -no che no renuncies, ¿cuánto estas ganando?, bueno te subo el sueldo, y eso no quiere decir que se acabe la explotación, estos procesos lo veo así, están buenísimo, se apoyan, pero la realidad es que con soja no podemos financiar una universidad indígena.
La rentabilidad es naturaleza hoy
El término Rentabilidad no es otra cosa que el resultado de un proceso productivo que tiene como objetivo generar dinero.
En términos económicos, la rentabilidad es un índice que mide la relación entre utilidades o beneficios, y la inversión o los recursos que se utilizaron para obtenerlos. Las compañías invierten fondos para generar ingresos, sin tener en cuenta las consecuencias sociales, culturales y ambientales de la aplicabilidad de sus políticas de rentabilidad basadas en la naturaleza hoy, y esto, los gobiernos de los países, avalan ciertas contradicciones de las que luego les servirán como excedente en ciertas reivindicaciones sociales.
Y en lo que se refiere al IIRSA “Integración de la Infraestructura Regional en Sur América” donde un sector imperialista ha implementado discretamente en 12 países de Sur América. Este “ordenamiento territorial”, regulado por las transnacionales, implicará construcción de infraestructuras que les facilite la movilidad de materia prima a los países desarrollados, entre ellos China.
Frente a esto el capital se reinventa en un imperialismo construyendo así nuevas perspectivas de vínculos, en los cuales el acceso a la modernización es mucho más simple para cualquiera, sin tocar las estructuras propias de las desigualdades.
Frente a esto, miradas complejas como la de Astelarra nos dicen que no es es tan como parece, y que el gato puede tener cinco patas.
Mejor comerse un sapo, que te trague la ballena
En la jerga discursiva, reivindicatoria de adherentes al gobierno oficial en la Argentina, para solucionar la crisis contradictoria de lo que dicen y no hacen, para salirse ilesos, dicen:- A veces hay que comer sapo, pero hay algunos que no quieren comer sapos, ni dejarse tragar por la ballena.
Tomás nos cuenta: –La realidad que yo llegué a Bolivia, más que como economista,  o periodista e intelectual, llegué como viajero.
Desde octubre que empezamos a presentar el libro en todo el país, primero lo presentamos en la radio de La Tribu, en aquella ocasión donde mi amigo Juan Pablo González me honró con un chaya, que es un ritual indígena de agradecimiento y bendición. Yo tomé la costumbre de empezar como empieza todo reunión importante en la asambleas indígena-campesino en Bolivia, agradeciendo a los ancestros, a los que poblaron estas tierras, a mi papá Pancho, a mi mamá Sari, también a mis hermanos, y a mis hermanitos del camino, a los hermanitos de la revista Sudestada y a los niños para que esto sea una semilla.
Para darle una descripción el libro “La Bolivia de Evo” tiene tres momentos,  casi 11 años.
La primera parte es en el 2002, cuando  llega como artista en Bolivia, como parte de una agrupación.
Estuvimos un año viviendo entre la Paz, Sucre y Cochabamba, y obviamente era casi difícil apartarse, entre el trabajo artístico, de la situación social que vivía el país,  porque era justo entre el 2000 y 2003 donde era la decisión a presidente, pero en el medio de revueltas populares, en el año 2000 la guerra del agua, la guerra de la coca en el 2002, la guerra del  gas 2003, y en esas elecciones fue muy sorpresivo el hecho porque un candidato indígena como Evo Morales, de un partido indígena que era el “MAS”, o “El Instrumento  por la Soberanía de los Pueblos”, alcanzara un índice tan alto, como era el 22%,  apenas 1,5% por debajo de “Goni Sánchez de Lozada”, que iba a ser el presidente, afortunadamente por poco tiempo, que venía de mucha relación con la multinacional, que era uno de los grandes responsable de haber instaurado el modelo neoliberal, el Consenso de Washington. Entre otras cosas este presidente hablaba como gringo.
Hasta que se dice que el Evo podría haber sido presidente, pero dejó pasar la ocasión, pero sí generó una gran expectativa en la cual el Congreso por primera se pobló de indígenas.
Paralelamente a todos esto que cuento, que es la Política, la Información y el Estado, yo como artista me veía imbuido en un país donde no entendía nada. Uno va al mercado y no entiende por qué te cobran lo que te cobran, porque a veces no te venden y ves que es una economía muy indescifrable desde un paradigma occidental. Después uno empieza a entender que hay un Estado paralelo, que había una estructura ancestral, que se llama el “Ayllu”, que permitía que toda esa  contención en educación, en salud, toda esa contención comunitaria, pudiera darse sin el Estado. Y que el hecho de descubrir el Estado, neoliberal, occidental,  Ladrón como el que tenemos todos, no importaba, porque a nadie le importaba lo que hacía el 10% de la población que vivía en los barrios alejados, y que a la hora de comprar una computadora tenía que ir igual al mercado, tenía que ir con respeto a la machita, a la cholita, sino, no le vendía.
La segunda parte del libro en el 2007 es donde le entrevistas a Evo.
Y también  un año muy fuerte, de un ascenso tan lógico al poder, de una fe indígena en un país de mayoría  indígena, fue rechazado por esta pequeña élite apoyada por los “estados unidos” y por los empresarios del mundo, y eso creó un conflicto muy fuerte que casi llega a guerra civil, y no llegó porque hubo un gran apoyo de los movimientos sociales nucleados en los que se llamó “El Pacto de Unidad”. Entonces el gobierno de Evo logra ponerse en ventaja y finalmente,  pactar con los terratenientes de Santa Cruz. Llega a una serie de acuerdos para seguir gobernado.
La tercera parte es en el 2013, cuando entrevistas por segunda vez a Morales.
Volví con toda la ilusión que todos tenemos aquí cuando escuchábamos al presidente indígena, cuando escuchamos que echó a la coca-cola y a los transgénicos.
Soy muy incisivo en la forma de investigar, soy escorpiano y suelo encontrar la quinta pata al gato.
Empecé hablar con la caseritas. En el mercado me contaban que en Bolivia empezó a surgir muchas críticas al gobierno sobre el esquema de desarrollo y de pensamiento que estaba imponiéndose,  que se jactaba de haber acabado con el analfabetismo, de haber acabado con la pobreza, que recibe elogios del FMI, del Banco mundial, que se jactaba por primera vez de tener un crecimiento de un 7%, que tenga un récord de reservas internacionales de 14 mil millones de dólares.
¿Qué genera ese excedente?
Construcción de escuela de fracción occidental, carreteras de fracción occidental, para construcción de programa de alfabetización en castellano de programa occidental.
Genera un Estado muy fuerte que debe estar empoderado a nivel económico  y genera una producción increíble de hidrocarburos, por más que la mitad de esa ganancia va para el propio gobierno, pero genera un modelo de desarrollo moderno extractivista occidental, que como todos sabemos,  genera contradicciones con los pueblos.
Los campesino aymaras empezaron a invertir para sembrar soja, para financiar todo este crecimiento económico, y muchas organizaciones del oriente boliviano como la “confederación indígena del oriente boliviano”,  se salieron del pacto de unidad, que hoy está siendo criminalizado y son muy críticos, de la misma manera que el “consejo del ayllus y Markas del collasuyo” que son aymaras de la región del occidente Boliviano. Mantienen el ayllus ancestral, y ajeno al Estado, un  Estado que antes no estaba en los pueblos pero que hoy llega con un fuerte presupuesto y presencia, y de repente  la persona más autorizada no es el líder, si no el intendente con toda la corrupción.
¿Cómo ha sido para vos el conflicto del  TIPNIS,  que te sucede en tu subjetividad, después de depositar anhelos en las la reivindicaciones en el país de Bolivia?
Es un conflicto que genera un quiebre, como todo el proceso en Bolivia había un pre-acuerdo, que es muy propio de la cosmovisión indígena la confianza y el tiempo de espera, que todavía se da.
El Felipe Quispe que era uno de los grandes líderes  del levantamiento indígena en la guerra del gas, me decía “entre un vaso de agua  tibia y un vaso de agua caliente, eligieron el vaso de agua tibia”.
Había otras opciones radicales, para acceder a la presidencia, Evo Morales fue el menos radical, de las pocas opciones que había. y 10 años después el Felipe Quispe sigue siendo muy crítico, y el Oscar Olivera que era un poco el coordinador de todo lo que fue la guerra del agua, con un visión muy moderna y de autogestión y esta cuestión antiglobalización.
Toda esta gente cuando surgió el Evo, si bien tenían su duda aún en el 2005, dijeron- vamos a ver qué pasa, y el quiebre fue este conflicto que se dio en El Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro-Secure (TIPNIS), que está justo encima el Chapare, donde se crio sindicalmente el Evo, donde se siembra mucha coca.
El gobierno planteo hacer una carretera, la frontera con Brasil. El gobierno dice que esa carretera unirá, a oriente y occidente de Bolivia.
Los pueblos de este lugar no le gustó la idea carretera, hicieron una marcha la octava marcha por  “territorio, tierra y dignidad”, que se hace desde los años 90, y esta marcha fue reprimida por el propio gobierno.
Luego hicieron una consulta donde convencieron a casi todos los indígenas del lugar de los beneficios del desarrollo, lo más probable, es que la carretera se construya. La carretera coincidentemente tiene el trazado del IIRSA,   es un plan de infraestructura para el comercio internacional, lo que permitiría toda la soja que se produce en Brasil tumbando la amazonia, pueda ir a china principal consumidor del mundo, para  los chancho y el agro combustible, eso sería  a través del puerto chileno  y/o casualidad que le van a dar a Bolivia el mar.
Yo muestro una cara, no digo que esto todo mal. Yo aprecio que el pueblo boliviano haya  entrado a la modernidad y al capitalismo. Me parece que es muy importante la acción de Evo en este contexto, pero no creamos que es representante de la Pachamama, eso no es así, es representante de un esquema de poder capitalista, que además está apoyado por elites capitalistas indígenas- campesinas y por un pueblo que quiere el consumo, y entonces en ese sentido es muy democrático lo que está haciendo, porque los propios bolivianos quieren el consumo, desconociendo o conociendo y aprobando, que ese consumo esté vinculado a la muerte de otros campesinos en otro lugar del país y del mundo.
¿Cómo sería eso del capitalismo andino aymara?
En esta nada misma de la economía neoliberal, en vez de quedar en la pobreza, lo indígena boliviano, disimularon la pobreza que no tenían, y empezaron a comercial en un trabajo de hormiga, de contrabando, generando un esquema nuevo de comercio, hoy tienen el monopolio de comercio de informática china, y lo más gracioso que son sistema bastante particulares, no acumulan piramidalmente, si no en cuento tienen un poco más le ponen negocio, al hermano, para al hijo adoptivo, se dan estos préstamos de palabra, etc. Ejemplo: cuando entro el microcrédito, en un momento la ONG del microcrédito se dieron cuenta primero, que los bolivianos tenían un nivel devolución increíble, estaban al cien por ciento, ninguno los cagaba. Los de microcréditos empezaron a dar créditos más grandes, porque se manejaba mucho billete, pero había una problemática que los comerciantes aymaras en sus acuerdos personales no firman de papeles. Cuando los bancos internacionales le dijeron a los comerciantes aymaras que le iban a prestar plata, le dicen de palabra. Los grandes bancos internacionales hacen préstamos de palabra y con solo un funcionario del banco, entonces hay muchas modalidades del capitalismo que están destruyendo en Bolivia.
¿Las instituciones cambian a las personas? porque con el primero Evo en la primera entrevista era una cosa y el segundo evo, en la segunda entrevista es otro.
Yo no puedo juzgar evo morales por dos veces que lo he visto,  
Los encuentros fueron diferentes, en el 2007, la entrevista es muy linda positiva, en el 2013 el Evo me acusa de imperialista, en la revista dice que somos todos maricones, vi un tipo más cerrado, menos intuitivo. Mi intuición obviamente que te afecta, viajar en avión, mucha reunión.
Yo creo que los gobierno progresista también de alguna manera, fueron alguna forma que tuvo el capital de cooptar a los movimientos sociales, es como un trabajador que se enoja con el jefe,- che renuncio, -no che, no renuncies, cuanto estas ganando, bueno te subo el sueldo, y eso no quiere decir que se acabe la explotación, estos procesos lo veo así, están buenísimo, se apoyan, pero la realidad es que con soja no podemos financiar una universidad indígena.

Pablo Gramajo: Santiago del Estero, esa tarde el sol en el poniente estaba entero, mientras la luna en el naciente lo miraba, sabrá solo la noche de su pensamiento. Sabrá del pueblo, la lucha.

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