jueves, 7 de mayo de 2015

SIN ORO SE VIVE, SIN AGUA SE MUERE

A lo largo de la cor­di­llera andina meso y sud­ame­ri­cana capi­ta­les mine­ros trans­na­cio­na­les  desde media­dos de la década del noventa (siglo XX) tie­nen una impor­tante pre­sen­cia en la región mediante el desa­rro­llo de la mine­ría a gran escala o mega-minería, impac­tando en múl­ti­ples dimen­sio­nes de la realidad.
En este artículo des­cri­bi­re­mos esa apro­pia­ción de meta­les pre­cio­sos en Lati­noa­mé­rica que se remonta al siglo XVI y siem­pre estuvo vin­cu­lada a diver­sos mode­los eco­nó­mi­cos. Lo nove­doso del pre­sente es que el actual modelo capi­ta­lista ha exa­cer­bado la des­truc­ción de los recur­sos mine­ros con la inclu­sión de nue­vas tec­no­lo­gías, a la vez que ha dis­mi­nuido la vio­len­cia y fla­ge­la­ción de la mano de obra. El mito prís­tino sobre la pro­tec­ción que rea­li­za­ban del ambiente las civi­li­za­cio­nes pre­co­lom­bi­nas, para quie­nes la natu­ra­leza era sagrada y se san­ti­fi­caba, ha sido des­es­ti­mado. El mer­cu­rio debió ser para los habi­tan­tes de Perú y México colo­nia­les lo que hoy son los desechos radioactivos.
Cinco siglos des­pués la situa­ción parece con­ti­nuar. Este es el deno­mi­nado extrac­ti­vismo, y en su forma actual neo­ex­trac­ti­vismo. Por encon­trarse los mine­ra­les dise­mi­na­dos en par­tí­cu­las ínfi­mas que hace impo­si­ble el empleo de tec­no­lo­gías y méto­dos de la mine­ría tra­di­cio­nal requi­riendo de un método extrac­tivo carac­te­ri­zado por la vola­dura de extra­or­di­na­rias can­ti­da­des de suelo, apli­ca­ción de sus­tan­cias quí­mi­cas, empleo de gigan­tes­cas can­ti­da­des de agua y ener­gía, recibe este nombre.
Se trata de un modelo basado en la explo­ta­ción de recur­sos natu­ra­les no reno­va­bles nece­sa­rios para ali­men­tar el nivel de con­sumo sos­te­nido y modelo de acu­mu­la­ción vigente.
El actual período his­tó­rico se carac­te­riza como una etapa donde los gobier­nos lati­noa­me­ri­ca­nos intro­du­je­ron refor­mas “libe­ra­les” que comen­za­ron en la década del ochenta con la des­truc­ción medioam­bien­tal, cons­ti­tu­yendo el saqueo de los recur­sos natu­ra­les el meca­nismo de devo­lu­ción de la deuda externa. En con­se­cuen­cia, la cri­sis de la deuda y el esta­ble­ci­miento de una polí­tica de corte neo-liberal oca­sio­na­ron una rápida desin­dus­tria­li­za­ción de Amé­rica Latina ace­le­rando la des­na­cio­na­li­za­ción de la minería.
La expan­sión de este modelo no sólo se orientó hacia los ser­vi­cios públi­cos sino tam­bién alcanzó a los hidro­car­bu­ros y recur­sos natu­ra­les, donde gran­des áreas de un deter­mi­nado país comen­za­ron a que­dar bajo domi­nio de estos capi­ta­les trans­na­cio­na­les. Así se pro­pa­ga­ron por la Amé­rica andina terri­to­rios con sobe­ra­nía pro­pia, cuyo caso tes­tigo está repre­sen­tado en la pro­vin­cia de San Juan (Argen­tina), donde el pro­yecto minero bina­cio­nal Pas­cua Lama a cargo de la empresa Barrick Gold se con­fi­gura como un terri­to­rio con sobe­ra­nía pro­pia que no se reco­noce ni chi­leno ni argen­tino.  Se crea así una suerte de terri­to­rio con sobe­ra­nía pro­pia, que­dando estos espa­cios como apar­ta­dos o sepa­ra­dos de sus juris­dic­cio­nes nacio­na­les, rigiendo en ellos las nor­mas de las empresas.
En estos espa­cios una nueva lógica y orga­ni­za­ción terri­to­rial apa­rece y está estre­cha­mente vin­cu­lada a cam­bios tec­no­ló­gi­cos que deri­van en la incor­po­ra­ción de áreas con dis­tin­tos gra­dos de arti­fi­cia­li­dad al pai­saje. La tec­no­lo­gía es el ele­mento orde­na­dor, es el ele­mento de defi­ni­ción entre pro­greso y atraso, poder y no poder. La tec­no­lo­gía operó acon­di­cio­nando el terri­to­rio para la lle­gada y desa­rro­llo de la mega-minería, y con­jun­ta­mente, para la inhi­bi­ción del estado nacio­nal en estas áreas. A su vez, se gene­ran nue­vas expe­rien­cias en los luga­res, demos­trando los pai­sa­jes un alto grado de dinamismo.
Pode­mos men­cio­nar cómo la puesta en mar­cha del pri­mer mega-proyecto minero deno­mi­nado Bajo de la Alum­brera en el año 1997 en la pro­vin­cia de Cata­marca (Argen­tina), ha acti­vado entre los habi­tan­tes de las loca­li­da­des más cer­ca­nas al citado empren­di­miento diver­sos meca­nis­mos de inter­ac­ción y pro­testa. A tra­vés de ellos han puesto de mani­fiesto nue­vas con­flic­ti­vi­da­des, des­ta­cando como prin­ci­pa­les la frag­men­ta­ción social, la falta de hones­ti­dad, la corrup­ción, y reite­ra­da­mente la preo­cu­pa­ción por el tema del agua.
Se trata de un nuevo período his­tó­rico donde los habi­tan­tes de estos luga­res (desde case­ríos, para­jes, pues­tos, pue­blos hasta ciu­da­des que no supe­ran los veinte mil habi­tan­tes) demos­tra­ron capa­ci­dad para cues­tio­nar y/o cri­ti­car rela­cio­nes eco­nó­mi­cas y de poder aso­cia­das a la mega-minería. Ante este esce­na­rio, el reclamo de los pue­blos se sin­te­tiza en la idea “sin oro se vive, sin agua se muere”, como ilus­tra la figura de este artículo.
Para mayor información:
VALIENTE, Sil­via. La Mine­ría Trans­na­cio­nal y Terri­to­rios Pos­na­cio­na­les.  Un Nuevo Sen­tido His­tó­rico Para Santa Maria, Cata­marca. Bole­tín de Estu­dios Geo­grá­fi­cos. Men­doza; Uni­ver­si­dad Nacio­nal de  Cuyo. Abril de 2015, Nº 103. EN PRENSA.
Sil­via Valiente  es Pro­fe­sora Adjunto en la Cáte­dra Geo­gra­fía Eco­nó­mica y Polí­tica. Depar­ta­mento de Geo­gra­fía. Uni­ver­si­dad Nacio­nal de la Pata­go­nia Austral-Unidad Aca­dé­mica Río Galle­gos, e Inves­ti­ga­dora Asis­tente del  CONICET. Argentina.
Ficha biblio­grá­fica:
VALIENTE, Sil­via. Sin oro se vive, sin agua se muere. Geo­cri­tiQ. 20 de abril de 2015, nº 133. [ISSN: 2385–5096]. <http://www.geocritiq.com/2015/04/sin-oro-se-vive-sin-agua-se-muere/>


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