Si reflexionamos sobre la interacción del ser humano con la naturaleza, es fácil darse cuenta que tenemos un comportamiento “natural” muy alejado del instintivo comportamiento con el que otras especies tienen con sus ecosistemas. Los “animales” como denominativamente los diferenciamos de nuestra especie, no son ecológicos, como los seres humanos lo entendemos; los animales son la naturaleza. No viven en un razonamiento paralelo a ella.
Nuestra evolución social nos ha velado una manera básica de entender nuestra supervivencia como especie. Para muchas personas el término “ser social” es un sinónimo de la única forma de subsistencia de nuestra especie y paradójicamente, hemos desaprendido el camino que nos llevo a eso. Entendiendo esto, surge la necesidad de reconocer en la comunidad de seres vivos la compleja trama de la vida, para re-aprender nuestra propia naturaleza -como especie y en lo individual-. De la misma forma que aprendemos a leer para entender formas más complejas de conocimiento, laEcoalfabetización nos ayuda desarrollar la capacidad para entender los principios básicos de la ecología y vivir en consecuencia.
Muchas personas relacionan la ecología con la vida en el campo o el medioambientalismo y si bien, de varias maneras están vinculadas, son aprendizajes muy distintos. La Ecoalfabetización es probablemente la manera más ética de justificar la sustentabilidad o el desarrollo sostenible y en esa perspectiva, estoy inspirado en desarrollar un modelo de “Comunicación sustentable" que incorpore los principios de aprendizaje de la Ecoalfabetización que por ahora, se ha difundido en el conocimiento de lapermacultura y en la enseñanza escolar como parte de la sociabilización de los niños y las niñas. De esta forma, trato de incorporar en la comunicación estratégica, los principios que rigen los sistemas vivos y que nos puede servir tanto para construir comunidades humanas más amigables con la naturaleza, como para enriquecer nuestra vida cotidiana y en consecuencia, nuestra sociedad.
Al explicar los principios que de convivencia que podemos reconocer en las comunidades de seres vivos y de ahora en adelante, en nosotros/as mismos/as, me gustaría que quienes lean esta columna, me envíen su opinión de, cómo ven incorporado estos principios en nuestra vida como sociedad. Pueden escribir a @pablogalaz:
1. Interdependencia
Todos los miembros de una comunidad ecológica se encuentran interconectados en una vasta red de relaciones. Sus propiedades individuales y su misma existencia se derivan de estas relaciones. El éxito de toda la comunidad depende de éxito de sus individuos, y viceversa. La red de relaciones entre los miembros de una comunidad incluye múltiples circuitos de retroalimentación. Así, el comportamiento de cada miembro se ve influenciado por el comportamiento de muchos otros. Cualquier perturbación no tiene un único efecto, sino que sus consecuencias repercuten a través de toda la red.
Este principio se ve claramente en la vida económica: las suertes de empleados, empresas y clientela se encuentran íntimamente entrelazadas.
Construir modelos cíclicos de efectiva causa y efecto entre las partes del modelo nos ayudará a tener un desarrollo económico más equitativo.
2. Reciclaje
En los ecosistemas, los nutrientes son constantemente reciclados a través de diversos circuitos. Todos los organismos de un ecosistema producen desechos, pero lo que es residuo para una especie constituye alimento para otra, de modo que el sistema como un todo no produce desperdicios. A lo largo de millones de años comunidades enteras de organismos han evolucionado reciclando sin cesar las mismas moléculas de minerales, agua y aire. El concepto de “basura no reciclable” es una invención de la sociedad industrial –por eso utilizamos la palabra “residuos”-. La lección para las comunidades humanas es evidente. Mientras la naturaleza es cíclica, absorbiendo y reutilizando los mismos materiales, nuestros sistemas industriales son lineales: van en una sola dirección. Nuestros negocios absorben recursos, los transforman en productos y desperdicio y venden esos productos a los consumidores, que a su vez producirán más desperdicios.
Para ser sostenibles, los patrones de producción y consumo deben ser cíclicos, a semejanza de los procesos naturales. Esto implica rediseñar nuestra economía, basándonos crecientemente en energías renovables y separando los residuos para su permanente transformación y reutilización. Al mismo tiempo debemos el consumo energético y la producción industrial innecesaria, si no el reciclaje se transforma sólo en una medida compensatoria pero que a largo plazo hará insostenible el acceso a nuevos recursos naturales.
Cotidianamente, me parece un buen ejercicio, junto con pensar para qué y cómo utilizamos algo que consumimos, pensar cómo podemos hacer un reciclaje de sus residuos.
3. Asociación
La asociación se manifiesta como la tendencia de los seres vivos a establecer vínculos, vivir unos/as dentro de otros y cooperar unos/as con otros/as. Los intercambios de recursos en un ecosistema se sostienen por la cooperación. La sociedad industrial popularizó la idea de que la competencia es la principal fuerza de la evolución, pero las investigaciones más recientes demuestran que desde la creación de las primeras células hace millones de años, la vida sobre la Tierra se ha desarrollado mediante combinaciones cada vez más complejas de cooperación entre los seres vivos y el ambiente. Así se llegó el concepto de co-evolución, un proceso en el que las especies y el ambiente evolucionan juntos
Incluso en el desarrollo de proyectos sociales, me ha tocado experimentar una mayor interés por ver cómo los resultado se verán reflejados en el propio beneficio de quienes desarrollan el proyecto que en, cómo lo harán en beneficio del proyecto, “ que fue para lo que nos reunimos”. En lo personal yo estoy tratando de eliminar de mi diccionario, las palabras competición, expansión y dominación.
4. Flexibilidad.
En las comunidades vivientes hay circuitos de retroalimentación que tienden a restablecer el equilibrio del sistema ante los cambios del medio, que actúan como termostatos naturales. Por ejemplo, si se produce un incremento de las algas de un lago, aumentará la población de los peces que se alimentan de dichas algas, que a su vez se alimentarán de las algas, reduciendo su exceso. A medida que las algas disminuyen, empezará a escasear el alimento de los peces, lo cual hará descender su población y permitir a las algas recuperarse. Se genera una fluctuación que tiende a mantener el equilibrio entre peces y algas, y que se combina con otra infinidad de variables que constituyen la comunidad viviente del lago.
Todas las variables de un ecosistema fluctúan sin cesar, adaptándose a condiciones cambiantes. Cuantas más variables hay fluctuando, más dinámico el sistema y mayor su capacidad para adaptarse.
Este principio nos habla de la necesidad de cultivar la flexibilidad. A nivel comunidad, sugiere una estrategia de resolución de conflictos. En toda comunidad aparecen discrepancias que no pueden ser resueltas. Por ejemplo, la comunidad necesitará al mismo tiempo estabilidad y cambio, orden y libertad, tradición e innovación. Estos conflictos se resuelven mucho mejor desde un equilibrio dinámico que desde decisiones rígidas,
El desapego a los objetivos, es tan importante como alcanzarles. Esto nos permite equilibrar los aspectos que, dentro de nuestras propias capacidades, nos permiten alcanzar finalmente esos objetivos en el momento adecuado para ello.
5. Diversidad
Un ecosistema es resistente si contiene en su seno multiplicidad de especies diferentes. Cuando una especie es destruida, de modo que se rompe un vínculo en la red, un ecosistema diverso será capaz de reorganizarse y sobrevivir gracias a que otros vínculos de la red podrán realizar la función de la especie desaparecida. Cuanto más compleja y biodiversa es la red, mayor su resistencia. En las comunidades humanas, la diversidad étnica y cultural puede representar el mismo papel. Significa distintos tipos de relaciones y modos de enfrentarse al mismo problema. En una comunidad así, con ideas e información fluyendo libremente por toda la red, la diversidad de interpretaciones y de estilos de aprendizaje enriquece a toda la comunidad. Si la comunidad se halla fragmentada en grupos e individuos aislados, la diversidad puede fácilmente convertirse en una debilidad. Pero si la comunidad es consciente de la interdependencia de todos sus miembros, la diversidad enriquecerá a la comunidad entera, así como quienes la componen.
Reconocer, aprovechar y promover la diversidad es una buena forma de mantenernos vigentes como sociedad y adaptarnos a nuestra propia evolución con la naturaleza.
Pueden encontrar información sobre estos principios en el libro “La trama de la vida. Una nueva perspectiva de los seres vivos.” de Fritjof Capra
Para mayor información comunicate con nosotr@s al mail: madalbo@gmail.com
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