El encuentro de la COP 20 en Lima deberá ser el espacio donde los pueblos del mundo logremos construir acuerdos y alianzas que nos permitan empujar a que los Estados y grandes corporaciones se comprometan de verdad a enfrentar el Cambio Climático”
Las organizaciones sociales de Bolivia se preparan para participar de la COP 20, que se desarrollará en la ciudad de Lima en diciembre. Una de ellas, el Consejo Nacional de Ayllus y Markas del Qullasuyu (CONAMAQ) Orgánico, redactó un documento de posicionamiento que guiará sus acciones durante los días que dure el encuentro. En el texto, manifiestan que poco se puede esperar de esta reunión (organizada por los 193 países de las Naciones Unidas) para enfrentar al calentamiento global que afecta al planeta por obra y ambición de aquella parte de la humanidad entregada y sometida a los falsos placeres vendidos por el sistema capitalista.
“Las negociaciones climáticas dentro de la Conferencia Mundial de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (CMNUCC) cada día son más inútiles y cada vez están más lejos de lograr un acuerdo que solucione el problema del cambio climático, debido a que todos los Estados en el mundo tienen muy poco interés en cambiar sus estructuras económicas-productivas-energéticas”, indican en el documento.
El CONAMAQ Orgánico “cuestiona enérgicamente el modelo de desarrollo imperante en el mundo y en Bolivia. Modelo que prioriza la riqueza y la mercantilización de los bienes de la naturaleza, modelo en el que las industrias extractivas y los agronegocios son únicamente para la exportación y el beneficio de una pequeña élite, producen afectación inminente a los pueblos en general y a los pueblos indígenas en particular”, dice el texto.
“La producción agrícola y ganadera en gran escala, promotoras de los monocultivos, la deforestación, la extranjerización de tierras, la ampliación de la frontera agrícola, el uso de los transgénicos, son fuertemente promocionadas y apoyadas (por el Gobierno nacional), en detrimento de las economías familiares indígenas campesinas”, sigue el documento.
El CONAMAQ “reitera la necesidad de pensar un modelo de desarrollo y forma de gobierno que respete los derechos de la Madre Tierra (…) Por tal motivo, condena los planes del Gobierno boliviano de ampliar la frontera de concesión hidrocarburífera sobre Áreas Protegidas y Territorios Indígenas; asimismo condena las falsas soluciones, como las Mega Represas, los planes de fractura hidráulica y de energía nuclear”, indica.
Por ello, el CONAMAQ “hace un llamado a los pueblos del mundo a organizarse para enfrentar la problemática, a ejercer acciones de autodeterminación desde los pueblos para obligar a los Estados a que cambien sus políticas y se comprometan a enfrentar el Cambio Climático. Más importante aún, convoca a impedir que las grandes corporaciones y las élites estatales sean quienes de verdad decidan el destino de nuestro mundo. El encuentro de la COP 20 en Lima deberá ser el espacio donde los pueblos del mundo logremos construir acuerdos y alianzas que nos permitan empujar a que los Estados y grandes corporaciones se comprometan de verdad a enfrentar el Cambio Climático”, concluye el documento suscrito en Chukiago Marka.
María Quispe Rodríguez es una de las mujeres que participó en la redacción de este documento. Consideró que “tal vez estamos pasando momentos difíciles en el CONAMAQ, pero sabemos muy bien que lo verdadero siempre tiene futuro. Quiero decir que el CONAMAQ verdadero, elegido desde las bases, va a permanecer. Y no así el CONAMAQ paralelo creado por el Gobierno, que seguramente junto con el partido político (MAS) seguirá”.
Sobre la cercana COP 20, la señora Quispe evidenció que “el daño que hacemos a nuestro planeta va a tener consecuencias para todos. Ya no va a haber las clases sociales, no va a importar que alguien sea pobre o rico. Es hora de que actuemos para salvar a nuestro planeta Tierra. Si no ¿qué va a pasar con las siguientes generaciones? Para mí es una preocupación muy grande. Si vamos a seguir contaminando, incluso podemos llegar a la autodestrucción de la humanidad. Entonces todos debemos trabajar para controlar la contaminación”, opinó la exautoridad del Jatun Ayllu Pati Pati, de Potosí.
“A la COP 20 vamos a llevar un mensaje de unificación, de concientización, sin odiar a nadie. Como humanidad, nos falta respetar a la Madre Naturaleza. Todos los seres humanos del mundo, con conciencia de armonía y hermandad, tenemos que defender a nuestra Madre Tierra. Ella nos pide minuto a minuto que la salvemos, para que las próximas generaciones puedan vivir. Así vamos a hablar desde el Qullasuyu a todos los gobiernos del mundo”, expresó tata Francisco Ibarra, curac curaca de la Comisión de Educación, Cultura y Deportes de la nación Qhara Qhara, parcialidad Urinsaya.
Los hidrocarburos deben permanecer bajo tierra
El 17 y 18 de noviembre pasados, en la ciudad de Cochabamba se realizó el Tercer Encuentro de la Sociedad Civil Boliviana Frente al Cambio Climático, del cual participaron el CONAMAQ, la Confederación Nacional de Mujeres Indígenas de Bolivia (CNAMIB), regionales de la Confederación de Pueblos Indígenas de Bolivia (CIDOB), e instituciones como la Fundación Solón, la Fundación Gaia Pacha, la Red de Mujeres en Defensa de la Madre Tierra, la Plataforma Boliviana Frente al Cambio Climático, IBON Internacional, la Casa de los Ningunos, la Pastoral Social de Cáritas, Reacción Climática, el Movimiento TierrActiva Bolivia y la Coordinadora en Defensa de la Cuenca del Río Desaguadero, los lagos Uru Uru y Poopó (CORIDUP), entre muchas otras.
Allí, consensuaron una resolución para llevar a la COP 20, a realizarse del 1 al 12 de diciembre en la ciudad de Lima, Perú. En su documento, evidencian que en ese encuentro de las Naciones Unidas “no existen mecanismos de participación efectiva de la Sociedad Civil, de los Pueblos Indígena Originario Campesinos, ni mecanismos de información transparente dentro del Sistema de Naciones Unidas, principalmente para los pueblos más afectados por el cambio climático”.
En este sentido, remarcan que “los responsables del cambio climático y del fracaso de las negociaciones son las corporaciones y los Estados, basados en lógicas de crecimiento desmedido y acumulación de riqueza y poder político y económico”.
Sostienen que las propuestas de los mayores responsables de la crisis climática “están basadas en hacer prevalecer los intereses privados a través de falsas soluciones, como la Economía Verde, REDD, la Agricultura Climáticamente Inteligente, la energía nuclear, la captura y almacenamiento de carbono, entre otros mecanismos basados en el mercado”.
Para que la temperatura media del planeta deje de incrementarse, manifiestan que “se debe mantener el 80 por ciento de las reservas probadas de los combustibles fósiles bajo tierra, con una lógica de distribución equitativa”.
María Saravia, de la CNAMIB, dijo que “en las COP, los gobiernos siempre realizan sus negociaciones muy aparte de los pueblos. Además, el gobierno de Bolivia va a llevar propuestas que no fueron consensuadas con las organizaciones. Sabemos que va a llevar a campesinos e indígenas que no representan verdaderamente a los movimientos sociales. Por ello, en la COP 20 vamos a buscar aliados de otros países, donde también se llevan adelante políticas extractivistas que contribuyen al calentamiento global. Esperamos unificar esfuerzos con los movimientos sociales del mundo para lograr que los gobiernos nos escuchen”.
(Equipo de Comunicación Indígena Originario)
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