lunes, 15 de julio de 2013

Cuba puede ser ejemplo mundial en manejo de aguas subterráneas



Por Alfredo Boada Mola *

La Habana (PL) Cuba puede ser un ejemplo para el mundo en el manejo de aguas subterráneas y control de la intrusión salina, como lo es en salud, educación y deportes, afirmó Tatsuo Suzuki, de la Agencia de Cooperación Internacional de Japón (JICA).(RadioPL)
De acuerdo con este especialista nipón, coordinador de cooperación técnica entre ambos países, el establecimiento de un modelo cubano en esas temáticas seguramente beneficiará a otros estados, especialmente las naciones isleñas.

Durante un seminario técnico realizado en La Habana que mostró la colaboración bilateral en esta materia, Suzuki dijo en exclusiva para Prensa Latina que si Cuba es una referencia en salud, educación, deportes, arte, entre otros asuntos, la isla caribeña podría también incluirse en esta otra área.

Muchas naciones, expresó, necesitan conocer cómo manejar el agua subterránea y la intrusión salina; y en Cuba, agregó, se trabaja para establecer un modelo en estos temas, cuyos resultados beneficiarán igualmente a otros países.

A consecuencia del cambio climático y otros fenómenos, ocurre en Cuba una disminución de las precipitaciones por debajo del promedio anual. El archipiélago es además vulnerable a los desafíos de la salinización del agua subterránea a causa de la elevación del nivel del mar.

Dentro de este escenario, un dilema para el país caribeño es lograr un balance óptimo del agua a través de la investigación, manejo y desarrollo de ese limitado recurso, con el fin de optimizar su uso de forma sostenible para satisfacer las necesidades de la población, la agricultura y la industria.

La denominada Cuenca Sur, una zona costera de 300 kilómetros cuadrados al suroeste de La Habana, entre las provincias de Mayabeque y Artemisa, es el teatro de operaciones de uno de los cinco proyectos de colaboración de JICA con especialistas cubanos, previsto con una duración de cuatro años (desde febrero del presente año hasta el 2017).

Esa región occidental del país aporta el 17.3 por ciento del agua de la capital cubana y satisface además las necesidades agrícolas, industriales y de agua potable de Artemisa y Mayabeque.

La zona se halla en la parte más estrecha de norte a sur de la isla principal de Cuba, lo cual hace que el manejo del agua subterránea y las medidas preventivas contra la salinidad sean un reto inminente.

Ambas partes investigan las consecuencias de la intrusión salina en acuíferos, utilizando modelos para replicar la salinización existente y estimar los efectos futuros, con vistas a determinar métodos sustentables de desarrollo y conservación.

El objetivo es contribuir al mejoramiento del manejo adecuado del agua subterránea, incluyendo medidas contra la intrusión salina, frente a la elevación del nivel del mar a consecuencia del cambio climático. Este nuevo proyecto sucede a otro anterior ejecutado en la región oriental del país.

Durante tres años y medio, desde junio de 2008 hasta febrero de 2012, JICA en colaboración con el Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INRH) y otras entidades subordinadas realizó un plan de cooperación técnica para mejorar la capacidad del desarrollo y el manejo del agua subterránea con vista a la adaptación al cambio climático en las provincias de Camagüey, Las Tunas y Holguín.

Tras la culminación exitosa del proyecto y con los conocimientos adquiridos y equipamientos de alta tecnología donados, técnicos cubanos lograron establecer modelos con una base científica para el manejo y desarrollo del agua subterránea, así como la elaboración de manuales para la transmisión a sus colegas de tales experiencias.

*Periodista de la redacción Ciencia y Tecnología de Prensa Latina.



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