viernes, 26 de agosto de 2011

Capítulo 1: Financiando REDD


Por qué REDD/REDD+

NO es una solución

Tom B.K. Goldtooth, Red Indígena Ambientalista



Todos los seres humanos y la vida en general son perjudicados  por el cambio climático, sin embargo, los Pueblos Indígenas y las comunidades locales del mundo son más vulnerables y por lo tanto están enfrentando retos inmensos. Los cambios en el clima y el medio ambiente, la explotación de la globalización económica, los tratados de libre comercio y la imposición continua de las formas occidentales de desarrollo, amenazan local y globalmente a las comunidades indígenas y locales que dependen de sus tierras. La supervivencia de las culturas indígenas en todo el mundo, incluyendo sus lenguas y el derecho a practicar su herencia cultural, continúan siendo perjudicados por un mundo industrializado con un paradigma de crecimiento económico que carece de conciencia y respeto por la sagrado de la Madre Tierra. Como “guardianes” de la Madre Tierra, muchas tradiciones indígenas indican que es su responsabilidad histórica proteger lo sagrado de la Madre Tierra y ser los defensores del Círculo de la Vida, la cual incluye la biodiversidad, los bosques, la flora, la fauna  y todas las especies vivientes.

Los Pueblos Indígenas que participan en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), las negociaciones sobre el clima y el Convenio sobre Diversidad Biológica están en las primeras líneas de fuego ante una estructura de poder que minimiza la importancia de las cosmovisiones, filosofías y visiones del  mundo indígena. Estas estructuras de poder residen dentro del proceso de la ONU y evidencian las inequidades vigentes en los países industrializados, en los más desarrollados de los países en vías de desarrollo, en el Banco Mundial y en las instituciones financieras. Estos actores poderosos tienen sistemas económicos que objetivisan, mercantilizan y le ponen un precio a la tierra, al agua, los bosques, y al aire, lo cual es anti-ético de acuerdo con la cosmovisión indígena. Los Pueblos Indígenas, del Norte y del Sur, están obligados a entrar al mercado mundial con nada para negociar excepto los recursos naturales de los cuales depende su supervivencia

Para muchas comunidades indígenas es difícil y a veces imposible, reconciliar sus creencias espirituales tradicionales con el régimen de mitigación climática que mercantiliza lo sagrado del aire, los árboles y la vida. La mitigación del cambio climático y el manejo sustentable de los bosques deben estar basados en otros modos de pensamiento,  los cuales respeten a la naturaleza y a los derechos de la Madre Tierra, y no los mecanismos mercantilistas.

La historia ha visto los intentos de mercantilizar la tierra, el alimento, la mano de obra, los bosques, el agua, los genes, y las ideas, así como la privatización de nuestros conocimientos tradicionales. El comercio de carbono sigue los pasos de este legado y convierte la sagrada capacidad de nuestra Madre Tierra de reciclar el carbono en una propiedad que se comprao se vende en el mercado global. A través de  este proceso de crear una nueva mercancía – carbono – la estabilidad y capacidad de la Madre Tierra de mantener un clima que propicia la vida y las sociedades humanas, ahora está pasando a las mismas manos empresariales que están destruyendo el clima. El mercado de carbono no contribuirá a lograr la protección del clima de la tierra. Es una solución falsa que afianza y agudiza las inequidades sociales en muchas maneras. Es una violación de lo Sagrado - claro y sencillo.

Reconocemos que los países industrializados se empeñan en siempre ampliar sus mercados sin pensar en los límites absolutos de la sostenibilidad ecológica, la capacidad de carga de la Madre Tierra, una distribución más equitativa de los recursos globales y locales, ni en la estimulación y el apoyo a comunidades auto-sostenibles, ni mucho menos en el respeto y apoyo a los derechos de la Madre Tierra. 

Las soluciones a largo plazo requieren dejar de lado los paradigmas e ideologías dominantes centradas en perseguir el crecimiento económico, las ganancias empresariales, y la acumulación personal de riqueza como los principales motores del bienestar social. Las transiciones inevitablemente serán hacia sociedades que puedan ajustarse equitativamente a niveles reducidos de producción y consumo, y poco a poco a sistemas locales de organización económica que reconozcan, honren, y estén ligadas a los límites de la naturaleza, los cuales son reconocidos por la Declaración Universal sobre los Derechos de la Madre Tierra.

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Reconociendo las causas fundamentales del cambio climático, los participantes piden a los países industrializados y al mundo, trabajar hacia la disminución de la dependencia de combustibles fósiles. Pedimos un moratorio a toda nueva exploración de petróleo, gas, carbono, y uranio como primer paso hacia la eliminación de combustibles fósiles, sin energía nuclear, y con una transición justa hacia trabajos, energía, y medio ambiente  sustentables. Manifestamos esta posición y hacemos esta recomendación basándonos en nuestra preocupación sobre los impactos sociales, culturales, espirituales, del medio ambiente y climáticos que desproporcionadamente afectan a los Pueblos Indígenas, quienes son los primeros y más perjudicados por la fragmentación de los hábitats intactos y los menos responsables por tales impactos.

Se necesita dialogar entre las partes interesadas, indígenas y no indígenas, y especialmente el público/sociedad civil y sus gobiernos para re-evaluar un sistema de leyes coloniales que no funcionan. Se necesita desarrollar un organismo legal que reconozca los derechos inherentes del medio ambiente, de los animales, los peces, los pájaros, las plantas, el agua y el aire, más allá de su utilidad para con los humanos. Esto nos conllevará a preguntar sobre las leyes y los derechos de la naturaleza en del marco de las leyes naturales indígenas o de las  Instrucciones Originales indígenas. La mayoría de las leyes coloniales occidentales limitan a la naturaleza y a lo que los indígenas de Norteamérica llaman el Circulo de la Vida, a mera propiedad o “recursos” naturales para ser explotados.

En Copenhague durante la CMNUCC COP 15 muchos Pueblos Indígenas exigieron acción; no falsas esperanzas y promesas vacías. Sin embargo, los países desarrollados utilizaron tácticaspara continuar el colonialismo del carbono. Como Pueblos Indígenas, muchos de nosotros estamos elevando el nivel de resistencia. Estamos movilizándonos con los movimientos sociales, trabajadores, mujeres, jóvenes, pequeños agricultores y con el sector empresarial con consciencia de su  responsabilidad social.  Exigiremos más ambiciosas metas de reducción de emisiones y soluciones reales al cambio climático en la COP 16 en Cancún y más allá de Cancún hacia Sudáfrica en el 2011 y el Río +20 en el 2012. Como Pueblos Indígenas, somos los guardianes de la Madre Tierra y estamos tomando posiciones en base de  principios fundamentales por el bienestar global de todos los pueblos y la vida.

REDD/REDD+ en las negociaciones

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Muchos Pueblos Indígenas suelen llamar al REDD/REDD+ “CO2lonialismo de los bosques” o “capitalismo de los árboles y aire.” El diario The Australian lo llama “la clásica estafa del siglo XXI emergiendo de la industria del cambio climático.”

Esto es porque en la realidad, REDD/REDD+ es malo para los pueblos, malo para las políticas, y malo para el clima. Tarde o temprano cederá más control sobre los bosques de los Pueblos Indígenas a los departamentos estatales forestales, a las empresas madereras, mineros, compañías de plantaciones, comerciantes, abogados, especuladores, agentes, organizaciones de conservación de Washington y al mercado bursátil de Wall Street, resultando en violaciones de derechos, pérdida de medios de sustento – y en última instancia, más perdida de bosques.

Las razones son sencillas. Los gobiernos industrializados y las empresas pagarán por la conservación de los bosques de los Pueblos Indígenas sólo si obtienen algo a cambio. Lo que quieren son los derechos sobre el carbono de los bosques. Necesitan esos derechos porque quieren usarlos como permisos para continuar con la quema de combustibles fósiles - y así seguir  expandiendo sus megaproyectos extractivistas en lugares como las arenas petrolíferas de Alberta en Canadá, la Amazonía Ecuatoriana, el Delta del Níger y las cimas de las montañas Apalaches en los Estados Unidos. Obtendrán estos derechos haciendo negocios con - y reforzando el poder de- las personas que ellos consideran tengan “autoridad” sobre los bosques, o quienesquiera que estén dispuestos y capaces de robar los bosques o arrebatarlos por medios legales. Estas personas son los  mismos gobiernos, corporaciones y mafias que han demostrado una y otra vez su desprecio por los derechos y los conocimientos de los Pueblos Indígenas. El resultado está destinado a tener nuevas y más amplias formas de despojo de los territorios indígenas y otras tierras por las elites.

REDD/ REDD+ no puede ser arreglado con intentos  de separarlo de los mercados de carbono

Los proyectos existentes de REDD ya han puesto en marcha esta transferencia de poder. Tampoco  hay ninguna manera que REDD pueda ser “arreglado” o “remediado” para alterar estas realidades políticas. Sólo puede reforzarlos. Los ambientalistas bien intencionadas que niegan esto, están cayendo en una ingenuidad muy peligrosa.

Primero que nada, REDD es - y siempre estará en peligro de ser - un componente de los mercados de carbono. Mientras que muchos de los detalles de REDD/REDD+ están siendo elaborados por economistas, abogados, conservacionistas y técnicos forestales bien intencionados sin ningún compromiso particular con los mercados de carbono, el dinero detrás siempre va a venir principalmente de los países industrializados y las grandes empresas en busca de más permisos para contaminar con el fin de que puedan retrasar la acción verdadera sobre el cambio climático.

Incluso en la Coalición de Países con Selvas Tropicales el consenso está claro: la financiación de proyectos  de REDD/REDD+ provendrá de los mercados de carbono.

Si los planes REDD/REDD+ siguen adelante, se generará una demanda de miles de millones de toneladas de permisos para contaminar comerciables a través de los mercados de carbono apoyados por la ONU, incluyendo el Régimen Comunitario de Comercio de Derechos de Emisiones de la Unión Europea (EU ETS, por sus siglas en inglés), acuerdos bilaterales y el mercado voluntario. Incluso la estructura técnica de REDD/REDD+ refleja su orientación de mercado: REDD/REDD+ postula una equivalencia climática numérica entre la conservación de los bosques y la reducción de la quema de combustibles fósiles. Esta ecuación es científicamente indefendible; su única función es hacer que diferentes cosas sean comerciables a fin de generar licencias para la contaminación de combustibles fósiles.3 Un REDD/REDD+ fuera del mercado no tendría que promulgar esta falsa equivalencia entre el carbono biótico y carbono fósil.

Como alternativa a los mecanismos de mercado de carbono de REDD/REDD+, hay un movimiento emergente de países amistosos, ONGs y Organizaciones de Pueblos Indígenas (IPOs, por sus siglas en ingles) que proponen una REDD/REDD+ hipotético que no está conectado a los mercados de carbono. Sin embargo, estas soluciones estratégicas y tácticas son riesgosas y no garantizan que estas propuestas terminaran siendo silenciadas por los actores más poderosos con intereses en desarrollar este mercado prospectivo de trillones de dólares.4  Actuar como si REDD/REDD+ podría algún día ser financiado con el pago de la deuda ecológica que el Norte le debe al Sur, o por un fondo benévolo que utiliza donaciones públicas o fuera del mercado podría ser ingenuo.

Focos rojos se encienden para alertarnos del peligro al ciegamente apoyar REED/REDD+ en cualquier forma, así como cualquier intento para “arreglar” REDD/REDD+, que inevitablemente significaría su apoyo a los mercados de carbono.

Suponiendo que REDD/REDD+ está irremediablemente vinculada con los mercados de carbono, entonces al menos se deducen tres conclusiones importantes (1) No hay manera de prevenir que REDD/REDD+ divida a las comunidades indígenas y las comunidades dependientes de los bosques entre sí. Cada vez que una comunidad dependiente del bosque firme un contrato que le conceda licencias para contaminar a las corporaciones dependientes de los combustibles fósiles, corre el riesgo de perjudicar a comunidades en otros lugares que están sufriendo de la extracción de combustibles fósiles o de la contaminación causados por esta misma empresa. Ninguna reforma o regulación posible de REDD/REDD+ podría evitar esto; está integrado en su estructura como un instrumento del mercado de carbono.

Por parte de la línea sanguínea mi madre soy Dine’, una nación indígena cuyo territorio  va desde Alaska, atravesando Canadá hasta la región sudoeste de los Estados Unidos. Los conceptos espirituales profundos de la Madre Tierra y el Padre Cielo son parte de nosotros como Pueblo Dine’, y los Dine’ son parte de la Madre Tierra y el Padre Cielo entrelazados en nuestra “Formade-Ser” incluso antes de nacer, cuando estamos en el vientre de nuestra madre de nacimiento.

Es nuestra creencia que los Dine’ deben honrar esta conexión sagrada con amor y respeto sin afán de dominación ya que no somos dueños de nuestra madre ni padre.  

Los cuatro elementos sagrados de la vida: aire, fuego/luz, agua y tierra deben ser respetados en todas sus formas, honrados, y protegidos porque sostienen la vida. Estos elementos sagrados no pueden ser adueñados ni comercializados como mercancías. Nosotros, los Dine’, los Pueblos del Gran Pacto, somos la imagen de nuestros ancestros y fuimos creados en conexión con toda la Creación. La Madre Tierra y nuestro lugar en el Universo encarnan una cosmovisión profunda, lo que llamamos “Nahasdzaan doo Yadilhil bitsaadee beehaz’aanii” o en la traducción más cercana al español, “La Ley de la Naturaleza”

Del otro lado de mi familia, nosotros del Pueblos Dakota Oyate entendemos nuestra relación y responsabilidades con el mundo natural y con toda la vida – animada o inanimada. Tenemos una expresión para concluir nuestras oraciones donde decimos, “Mitakuye Owasin,” la traducción en español significa “Todos Mis Familiares.” Este dicho define las bases de nuestra relación y nuestro reconocimiento de los derechos de la Madre Tierra, y toda la vida, así como las responsabilidades que tenemos por recordar nuestro lugar en la Creación.  

Por supuesto, sería teóricamente posible, con gran esfuerzo, que las comunidades indígenas y dependientes de los bosques que deseen firmar contratos de REDD/REDD+ que aseguren el consentimiento libre, previo e informado de todas las comunidades en otros lugares que se verían perjudicadas.

Muchas comunidades locales de dichas áreas boscosas tienen valores que respetan a la humanidad y a los conceptos de bienestar de la comunidad, sin embargo, la mayoría de los miembros de los proyectos REDD/REDD+ no han sido suficientemente informados sobre la realidad de las compensaciones ni sobre cómo estos proyectos crean sitios tóxicos violando los derechos indígenas y humanos de comunidades lejanas. Pero a menos de que se obtenga este consentimiento en cada uno de los casos - y la lista de comunidades por todo el globo que necesitarían ser consultadas sería enorme con tantos proyectos REDD/REDD+ - REDD/REDD+ estaría destinado a enfrentar a unas comunidades contra otras. 

Existe un proyecto que ya está utilizando el conocimiento indígena de los aborígenes Australianos del Norte sobre sus prácticas para el manejo de incendios, para así generar permisos para contaminar para la empresa ConocoPhillips. Este proyecto ha provocado la siguiente reacción de Casey Camp-Horinek de la Nación Indígena Ponca en los EE.UU., víctima de las acciones de dicha empresa en Norteamérica: “Los pueblos indígenas que participen en el comercio de carbono están dando a  ConocoPhillips una bala para matar a mi gente.”

(2) No hay manera de prevenir que REDD/REDD+ divida a las comunidades indígenas y comunidades dependientes de los bosques que firmen contratos REDD/REDD+ con otras comunidades para quienes el cambio climático es una preocupación. Como parte de los mercados de carbono, REDD/REDD+ inevitablemente retardará acciones contra el calentamiento global; para eso están estructurados los mercados de carbono.

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 REDD/REDD+ aumentará por lo tanto, los peligros climáticos para las zonas del Ártico, tierras indígenas, pequeños estados insulares y comunidades cerca al nivel del mar y costeras, así como eventualmente, a todos los demás.

Una vez más, ninguna reforma posible de REDD/REDD+ podría prevenir el daño que le haría a la causa climática, siempre y cuando esté relacionado con el comercio de carbono. Pretender que tales reformas son posibles sólo perpetúa el daño. La misma estructura de REDD/REDD+ hace imposible que alguna vez pueda ser apto para los Pueblos Indígenas.

(3) No hay manera de prevenir que REDD/REDD+ sea un juguete especulativo de los mercados financieros - en detrimento al clima y  los derechos humanos por igual. Ya no son solamente las empresas que necesitan REDD para compensar su contaminación las que son los mayores inversionistas en créditos de carbono, sino ahora los especuladores financieros también han entrado en el juego.

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REDD/REDD+ no puede ser arreglado al tratar  de garantizar que el dinero “vaya al lugar correcto.”
Los proponentes de REDD/REDD+ frecuentemente afirman que, a pesar de que REDD/REDD+ podría ser perjudicial para el clima, al menos será buena para los bosques porque va a canalizar grandes sumas de dinero a la conservación de la naturaleza y a la protección de la biodiversidad.

Aún si dejamos a un lado, por el momento, la dificultad de que cualquier programa que acelere el calentamiento global también acelerará la destrucción de los bosques, no debemos pasar por alto la lección histórica que toda propuesta para resolver el problema de la deforestación y degradación de los bosques por medio de grandes sumas de dinero ha fallado.

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Este fracaso se debe, por lo menos, a tres razones:

(1) El problema de la deforestación no es por falta de dinero. Es causado por la abundancia de dinero - dinero en las manos equivocadas. Más específicamente, es causada por el poder político  desproporcionado y la capacidad política organizativa global que tienen los destructores de los bosques. Lo que se necesita para detener la deforestación no son esquemas globales bien financiados de conservación forestal o nuevos mercados para los servicios de los ecosistemas, sino más bien - por ejemplo - una reestructuración del comercio, las finanzas y el consumo; moratorias sobre la extracción de petróleo y grandes proyectos de infraestructura en los bosques; límites sobre la tala de bosques, los agrocombustibles y las plantaciones comerciales; y un aumento en el poder político de quienes tienen el más profundo interés en preservar los bosques: las comunidades que dependen directamente de ellos. Haciendo disponible sumas adicionales de dinero - sin importar a quién, y sin importar en qué cantidades - no ayudará a la conservación del bosque al menos que las causas subyacentes de la deforestación sean entendidas y abordadas. No hay evidenciade que alguno de los principales proponentes de REDD/REDD+ tenga la más mínima inclinación en abordar estas causas subyacentes, aunque sean bien conocidas. Por el contrario - todos estos actores apoyan a las fuerzas que han sido las más responsables de la deforestación en primer lugar.

(2) Incluso si REDD/REDD+ podría ser reformulado como un plan para poner a disposición enormes recompensas financieras para los indígenas protectores de los bosques, no se deduce que los Pueblos Indígenas podrían recibir y utilizar las recompensas. Como el antropólogo ecologista Michael R. Dove de la Escuela de Estudios Forestales y Ambientales de Yale ha observado, “Cada vez que un recurso en la periferia adquiere valor para el centro, el centro se adueña del control de este (por ejemplo, restringir su explotación local, brindando licencias exclusivas a los concesionarios corporativos, y estableciendo asociaciones comerciales restrictivas). Este patrón se expresa claramente por un dicho campesino de Kalimantan, que dice que siempre que un hombre “pequeño” encuentra por casualidad una “gran” fortuna, sólo encuentra problemas. Se encuentra en problemas porque sus recursos políticos no están en proporción con sus recursos económicos recién descubiertos. Él no tiene el poder para proteger y explotar su gran riqueza y por lo tanto, inevitablemente, se le quitará.”

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La verdad de las palabras de Dove se ve confirmada por el reciente esquema de premiar a las comunidades indígenas y otras por sus “conocimientos tradicionales” utilizados para el desarrollo de fármacos corporativos. Al final, las comunidades que fueron originalmente contempladas como beneficiarias resultaron ser entidades inconvenientes para los compradores y bio-agentes, dando lugar a su desplazamiento por ganaderos (Argentina), gobiernos (Chile), comerciantes urbanos de plantas (México), o por agencias estatales de tierras y universidades (México). Los planificadores no pudieron encontrar sitios que contengan “en un solo paquete las plantas, los conocimientos, la gente, los territorios y la autoridad para la toma de decisiones, todo congelado en el nombre de [una] comunidad participante” que recibiría los fondos para el desarrollo comunitario y conservación. Investigadores del Instituto Nacional de Salud de los EE.UU. preocupados concluyeron que, en México, el tratar la cosecha de plantas como una transacción mercantil “rompe el vínculo” entre la gente, las plantas y el territorio el cual supuestamente todo el acuerdo debería de alentar. El antropólogo Cori Hayden comenta: “ofertas de inclusión reguladas por el mercado también contienen dentro de ellas las condiciones para crear formas de exclusión y estratificación cada vez más amplias.”

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Un tipo de evolución de los derechos de propiedad aún más brutal ha tenido lugar en el Mecanismo de Desarrollo Limpio (MDL) del Protocolo de Kyoto - del cual REDD/REDD+ podría convertirse en parte. Al principio, los vendedores de créditos de carbono del MDL debían de ser las entidades locales de energía renovable, plantadores de árboles pro-comunidad y otros actores que podrían ayudar al Sur a avanzar hacia un camino de desarrollo de bajo uso de combustibles fósiles, al mismo tiempo de defender los derechos locales. Dadas las realidades de los compradores, desarrolladores, abogados, agentes, banqueros y consultores, esto resultó ser irrealizable. Los costos de transacción y las exigencias de la negociación política, la medición, la contratación, la inversión, el control de costos, la “gestión del riesgo” y la regulación significaron que los vendedores resultaron ser las grandes corporaciones como Jindal  Vijayanagar Steel en la India, Rhodia Group que produce químicos especializados, el Tata Group, un conglomerado de corporaciones en la India, y el Votorantim Group, el conglomerado económico más grande de Brasil,  y Votorantims, todos en el negocio de obtener una compensación por las actividades que en su totalidad han frustrado la lucha para moderar el cambio climático. Tampoco fue posible en la práctica que el dinero del comercio del carbono se utilizara en beneficio de la población local.

En cambio, el dinero de carbono les ha dañado y ha recompensado a sus opresores.

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Este patrón ya se está repitiendo con REDD. De los 100 proyectos piloto - casi todos ellos relacionados con el comercio de carbono - muchos ya están manchados con la sangre de los Pueblos Indígenas y otros a quienes dicen beneficiar, han resultado en la usurpación de tierras, desalojos forzados, violaciones de derechos humanos, el fraude y la militarización. En Kenia, el bosque Mau se está “preparando” para un proyecto de créditos de carbono financiado por el PNUMA a través del desalojo forzado y a menudo violento de sus habitantes, incluyendo al Pueblo Indígena de los Ogiek.

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 En Papúa Nueva Guinea, los comerciantes de carbono son acusados de extorsionar a los aldeanos de que “firmen su renuncia a los  derechos de sus bosques” para REDD/REDD+.

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  El Foro Internacional de los Pueblos Indígenas sobre Cambio Climático (IIPFCC) fue explícito en las negociaciones climáticas de Bali en 2007: REDD/REDD+ no beneficiará a los Pueblos Indígenas, en realidad resultará en más violaciones de los Derechos de los Pueblos Indígenas. Aumentará las violaciones de nuestros derechos humanos, nuestros derechos a nuestras tierras, territorios y recursos, robará nuestras tierras, causará desalojos forzosos, impedirá el acceso y amenazará las prácticas agrícolas indígenas, destruirá la biodiversidad y la diversidad cultural y provocará conflictos sociales. Bajo REDD/REDD+, los estados y los comerciantes de carbono tomarán un mayor control sobre nuestros bosques.

(3) El mero diseño de REDD/REDD+ asegura que el dinero fluirá a los destructores del bosque, no a los protectores del bosque. Para crear un instrumento mercantil de REDD/REDD+, se requieren mediciones precisas de cuanta deforestación los proyectos REDD/REDD+ previenen. Esta exigencia del mercado produce automáticamente un incentivo perverso para que los países con bajos niveles de deforestación corten más árboles ahora a fin de poder reclamar más adelante que están reduciendo la deforestación marcadamente y por lo tanto merecen más financiamiento de REDD/REDD+.

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 Estos incentivos perversos ya se ven en Guyana, donde el Presidente Jagdeo ha puesto en marcha un esquema sobre “la amenaza de la deforestación evitada”. Una editorial en Kaieteur News de Guyana con fecha de Mayo 2009 argumentó que Guyana “debería proceder a toda máquina con la explotación de nuestros recursos forestales. Además de poner nuestro desarrollo futuro más firmemente en nuestras propias manos, irónicamente, hará nuestros argumentos por REDD/REDD+ aún más fuertes.”

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 Además de la probabilidad de que el dinero de REDD/REDD+ fluya hacia los peores destructores de los bosques, la definición de “bosques” utilizada por la CMNUCC es muy problemática porque incluye plantaciones de árboles de monocultivos y zonas deforestadas (eufemísticamente llamadas “áreas temporalmente sin abastecimiento de carbono”).

Bajo esta definición, los planes del gobierno brasileño de sustituir parte de la selva amazónica con las plantaciones de palma aceitera no contarían como deforestación.

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  Madereros industriales también podrían beneficiarse de REDD/REDD+, argumentando que practican la “gestión forestal sostenible,” mientras que se criminalizan las prácticas Indígenas agrícolas y forestales.
REDD/REDD+ no se puede arreglar diciendo que se están haciendo esfuerzos para que los proyectos REDD requieran del “Consentimiento Libre, Previo e Informado” (FPIC) de las comunidades afectadas o el cumplimiento de la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas (DNUDPI) ni con otros códigos o principios.

(1) Actuar como si los riesgos estructurales de REDD/REDD+ podrían ser “controlados” al presionar a favor de principios tales como la FPIC, la DNUDPI o las normas de la Comisión Mundial de Represas, sería complacer a las corporaciones y gobiernos con un sentido falso de esperanza que podría dañar la vida de millones de personas. Primero, muchos países ni siquiera reconocen la existencia de los Pueblos Indígenas, y mucho menos sus derechos, por lo que ni el principio de la FPIC ni DNUDPI servirían de protección. Ni la FPIC ni la DNUDPI se consideran jurídicamente vinculantes por el Secretario Ejecutivo de la CMNUCC ni por ningún estado, con la excepción de Bolivia. Durante las negociaciones sobre el clima en Nairobi, el Presidente de la Junta Ejecutiva del MDL declaró públicamente que el “Mecanismo de Desarrollo Limpio no tiene nada que ver con los derechos humanos.”

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 En las negociaciones recientes dentro de la CMNUCC sobre el “texto de REDD” en el Grupo de Trabajo Ad Hoc sobre Acción Cooperativa a Largo Plazo, los esfuerzos de los Pueblos Indígenas para incluir un lenguaje fuerte sobre los derechos indígenas de acuerdo con la DNUDPI, toparon con una ofensiva de los EEUU y otros países quienes respondieron con un lenguaje aún más débil. Es importante recordar que el derecho al FPIC ya ha sido violado en los proyectos pilotos REDD/REDD+ y en los planes preparatorios en varios países.

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 Otros principios internacionalmente reconocidos como las normas instadas por la Comisión Mundial de Represas tienen limitaciones similares.

(2) Aun si mágicamente el FPIC y el DNUDPI se legislaran, implementaran y fueran una ley ejecutable por todo el mundo dentro de los siguientes años, en nuestra opinión como una organización de base indígena, éstos deberían ser aplicados a todas las comunidades afectadas por cada uno de los proyectos REDD/REDD+, no sólo quienes son los anfitriones del proyecto.

Por ejemplo, para obtener el consentimiento libre, previo e informado de las comunidades indígenas afectadas por el proyecto de compensación en el Norte Australiano para manejar los incendios forestales, el consentimiento de las comunidades indígenas afectadas por la operaciones de ConocoPhillips en Norteamérica tendría también que ser obtenido, así como el de otras comunidades  dañadas por las prácticas de ConocoPhillips en otras partes. Esto haría que REDD/REDD+ sea comercialmente inviable: o REDD/REDD+ o el FPIC tendría que ser eliminado. Por lo tanto, para evitar un retraso, sería más práctico oponerse a REDD/REDD+ sin rodeos, desde el principio.  

(3) Cualesquiera que sean los méritos de FPIC y la DNUDPI, estos son, nuevamente, incapaces de forzar a los proyectos REDD/REDD+ a que aborden las causas subyacentes de la deforestación. Aunque fuera posible hacer que el cumplimiento de los principios de la FPIC y la DNUDPI fueran una condición para cada uno de los proyectos REDD/REDD+, REDD/REDD+ seguiría siendo un cómplice de la deforestación y el calentamiento global, así como una arma más para el uso de las empresasy estados-nación que se oponen a los derechos indígenas. Proceder como si el FPIC y el DNUDPI podrían “componer” REDD/REDD+ es por lo tanto irónicamente apoyar la violación de los derechos de los Pueblos Indígenas así como los derechos de otros que valoran la estabilidad climática.

Conclusión

El tema de fondo de cómo enfrentar el problema creciente del cambio climático es, en definidas cuentas, detener la extracción y quema de combustibles fósiles. No hay otras soluciones. REDD/REDD+ no es una solución. El empuje en Cancún durante la Decimosexta Conferencia de las Partes (COP 16) de la CMNUCC será llegar a un acuerdo sobre los mecanismos de REDD+ en Cancún, México. El programa de la ONU-REDD, el Banco Mundial y otros, ya están lanzando las iniciativas de preparación para REDD+. La conexión entre la comercialización de emisiones y el mundo de las compensaciones para los intereses creados por los vendedores pro-REDD+ están profundamente vinculados. Las alternativas reales del mecanismo de mercado de carbono REDD/REDD+ no pueden ser simplemente una revuelta de la REDD. No es suficiente añadir adjetivos inteligentes, indicar que está “basado en fondos”, certificado o pretender en última instancia no depender en el mercado de carbono y la privatización y comercialización de los árboles, bosques y aire.
Afortunadamente, alternativas reales a REDD/REDD+ ya existen e incluyen:

Resolver los conflictos sobre tenencia de tierras en países boscosos. Demarcar y titular colectivamente los territorios de los Pueblos Indígenas y la tierra donde la mayoría de los bosques se encuentran. Esto ha sido comprobado como la medida más efectiva para reducir la deforestación; Implementar, a nivel global, nacional, regional y local, la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, así como otras normas y estándares relevantes de derechos humanos que establecen obligaciones morales y legales para proteger y promover el amplio gozo de los Derechos de los Pueblos Indígenas y la soberanía en todos los temas relacionados con el cambio climático, incluyendo el derecho a las tierras, territorios y recursos, su conocimiento tradicional y su consentimiento previo, libre e informado;

Para las otras comunidades que dependen de los bosques, asegurar a un nivel global, nacional, regional y local la implementación de las normas y estándares de derechos humanos que establecen obligaciones morales y legales para proteger y promover el amplio gozo de los derechos humanos en relación con el cambio climático, tierra, agua, y un ambiente sano; 

Los esfuerzos para detener la deforestación deberán abordar las causas subyacentes de la deforestación y enfocarse en terminar los conductores del lado de la demanda de países importadores;
Abordar los temas de gobernanza y la pobreza;

En la medida en que se requieran fondos para detener la deforestación, los fondos deberían ser invertidos en programas nacionales y en infraestructura que directamente apoye formas de conservación, de manejo sustentable de los bosques, de regeneración natural y de restauración de ecosistemas basadas en derechos y que se sabe que funcionan, como la reforestación comunitaria de base;

Eliminar la demanda de carne, pulpa, madera, palma aceitera y agrocombustibles;

Reducir drásticamente las plantaciones de monocultivo y las concesiones madereras;

Declarar una moratoria a toda nueva extracción de combustibles fósiles, minería y en la construcción de represas en, o cerca, de las tierras y territorios indígenas;

Es cada vez más claro que para separar a REDD/REDD+ del mercado de carbono, tendría que ser completamente re-enmarcada y renombrada dentro de los debates y los textos de negociación de la CMNUCC. Esto sería difícil dentro de la CMNUCC y requeriría que los países con voluntad política cubran esta necesidad pero desafortunadamente esta voluntad política no existe.  

La minería y la quema de combustibles fósiles deben ser reducidas drásticamente con un compromiso por construir una economía libre de carbono para el año 2050. Dentro de la CMNUCC, los partidos gubernamentales en las negociaciones climáticas deben ser cabildeados para enfocarse en una reducción por los países desarrollados del 50% de las emisiones agregadas a los niveles de 1990 antes del 2017.

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 Los gobiernos del mundo deben comprometerse a la meta global de prevenir que la temperatura de la Madre Tierra incremente más de 1 grado Celsius. Dado el importante papel que juega el Ártico en el sistema global del clima, un enfoque precautorio sugeriría por lo tanto, un blanco a largo plazo de reducción de emisiones de gases efecto invernadero y estabilizar las concentraciones de CO2 en el nivel de, o en menos de, 300 partes por millón (ppm).

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 Esto es más agresivo que la meta de 350ppm, pero la mitigación de la crisis climática requiere una acción drástica. Esto eliminara un efecto domino de pérdida de hielo marítimo, al cual se le llama el “cambio en el albedo,” un Ártico más tibio, una desintegración de la capa de hielo de Groenlandia, el carbón negro (hollín), más derretimiento de la permafrost,  y otros “efectos en cadena” secundarios por el incremento masivo de las emisiones de gases de efecto invernadero, aumento de las concentraciones atmosféricas y un calentamiento global acelerado.

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 Debe ser notado que los países desarrollados industrializados están abogando por solo una meta de estabilización de 450ppm.

El texto de la “Visión Compartida” del Grupo de Trabajo Ad Hoc sobre Acción Cooperativa de Largo Alcance (AWG-LCA, por sus siglas en inglés) debe contener un lenguaje fuerte de acuerdo con la propuesta de los Pueblos del Mundo para que se emprenda  una serie de medidas financieras y tecnológicas balanceadas y completas, medidas que aborden la construcción de la capacidad, los patrones de producción y consumo, y otras medidas esenciales tal como el reconocimiento a los derechos de la Madre Tierra para restaurar la harmonía con la naturaleza y salvar a nuestros bosques nativos.

Necesitamos un nuevo paradigma en este mundo sobre cómo se define nuestra relación con la Madre Tierra. Este paradigma requiere de un cambio en las relaciones humanas con el mundo natural, de uno de explotación a uno que reconoce su relación y lo sagrado de nuestra verdadera madre/abuela- Madre Tierra. Los sistemas económicos de la globalización económica y las sociedades industriales no son sostenibles.

“Confrontamos la crisis final de un modelo civilizador patriarcal basado en el sometimiento y la destrucción de los seres humanos y de la naturaleza que se aceleró desde la revolución industrial.

El sistema capitalista nos ha impuesto una lógica de competencia, progreso y crecimiento ilimitado. Este régimen de producción y consumo busca ganancias sin límites, separando a los seres humanos de la naturaleza e imponiendo una lógica de dominio sobre la naturaleza transformando todo en instrumentos mercantiles: el agua, la tierra, el genoma humano, las culturas ancestrales, la biodiversidad, la justicia, la ética, los derechos de los pueblos, y la vida misma. Bajo el capitalismo, la Madre Tierra es convertida en una fuente de materia prima, y los humanos en consumidores y en medios de producción, en gente que es valorada solo por lo que tienen y no por lo que son.” - Acuerdo de los Pueblos de Cochabamba, Abril 2010  La Madre Tierra es convertida en nada más que una fuente de material prima. Los seres humanos son vistos como consumidores y como medios de producción, eso es, personas de las que su valor está definido por lo que tienen y no por lo que son. La humanidad se encuentra en una encrucijada: podemos continuar este camino del capitalismo, depredación y muerte, o tomar el camino hacia la armonía con la naturaleza y el respeto por el Círculo de la Vida.

El mundo debe forjar un nuevo sistema que restaure la armonía con la naturaleza y entre los seres humanos. Sólo podemos lograr el balance con la naturaleza si hay equidad entre los seres humanos. Los sistemas económicos industriales nos han impuesto una mentalidad que busca la competencia, el progreso y el crecimiento  sin límites.  Este régimen de producción y de consumo busca ganancias sin límite, separando a los seres humanos de la naturaleza. Establece una mentalidad que busca dominar a la naturaleza, convirtiendo a todo en un instrumento mercantil: la tierra, el agua, el aire (carbono), los bosques, la agricultura, la flora y fauna, la biodiversidad, los genes e incluso el conocimiento indígena tradicional.





FUENTES:

1  Declaración del Lago Místico, Del Taller II- Cambio Climático Pueblos Originarios: Perspectivas y Soluciones, Comunidad de Shakopee Mdewakanton Sioux, Prior Lake, Minnesota,  Noviembre 21, 2009.
Texto en inglés http://pwccc.wordpress.com/2010/02/07/draft-universal-declaration-of-the-rights-ofmother-earth-2/
2  Las siguientes cuatro secciones son revisiones al documento “Sólo di no a REDD” (“Just Say No to REDD”), escrito y publicado por La Red Indígena Ambiental (IEN), Noviembre 2009.
3 “Towards a Different Debate in Environmental Accounting: The Cases of Carbon and Cost-Benefit”, Larry Lohmann, Accounting, Organizations and Society, Vol. 34, Tomos del 3-4, Abril/Mayo 2009. pp. 499–534,
Texto en inglés disponible en www.thecornerhouse.org.uk/subject/climate.
4  Estos países no fueros capaces de asegurar que una referencia sobre la Conferencia sobre Diversidad Biológica fuera incluida en el texto sobre la metodología de REDD/REDD+ en la reunión de la CMNUCC del cuerpo Subsidiario del Cambio Climático de Consejo Científico y Tecnológico en Junio del 2008 en Bonn.
5  Ver la Asociación Nacional de Educación Indígena (National Indian Education Association) http://www.niea.org/media/news_detail.php?id=291&catid. 23
6 Ver e.g., “Carbon Trading: A Critical Conversation on Climate Change, PrivVer la Asociación Nacional de Educación Indígena (National Indian Education Association) http://www.niea.org/media/news_detail.php?id=291&catid.Ver e.g., “Carbon Trading: A Critical Conversation on Climate Change, Privatization and Power”,Larry Lohmann ed., Fundacion Dag Hammarskjold, 2006.  Texto en inglés disponible en http://www.thecornerhouse.org.uk/subject/climate.
7  “When Markets Are Poison: Learning about Climate Policy from the Financial Crisis”, Corner House Briefing No. 40, Texto en inglés: http://www.thecornerhouse.org.uk/subject/climate.
8  El Plan de Acción sobre las Selvas Tropicales de los finales de los 80 y 90 son un ejemplo.
9  Ver publicaciones en ingles: “Centre, Periphery and Biodiversity: A Paradox of Governance and a Developmental Challenge,” Michael Dove, en Stephen B. Brush and Doreen Stabinsky, Valuing Local Knowledge: Indigenous People and Intellectual Property Rights, Island Press 1996. pp. 41–67.
10 “Bioprospecting: The ‘Promise’ and Threat of the Market”, Hayden, Cori, NACLA Report on the Americas 39 (5), 2006. pp. 26-31. See also “Chronicles of a Disaster Foretold: REDD/REDD+ with Carbon Trading”, www.thecornerhouse.org.uk/subject/climate.
11 Carbon Trading, op. cit. supra nota 6, y Mausam (Revista de la India sobre clima), ambas disponibles en: http://www.thecornerhouse.org.uk/subject/climate.
12 Ver, texto en inglés: REDD/REDD+ Monitor,  http://www.REDD/REDD+-monitor.org/2008/10/06/global-forest-coalition-attacks-REDD/REDD+/.
13 Ver, texto en inglés: Sydney Morning Herald, 3 September 2009, http://www.smh.com.au/environment/i-am-a-top-foreigner-in-papua-new-guinea-says-carbon-kingpin-20090903-fa0m.html
14 Ver, texto en inglés: “World Bank’s Forest Carbon Partnership Facility would Reward Forest Destroyers in Indonesia,”, REDD/REDD+ Monitor, http://www.REDD/REDD+-monitor.org/2009/03/02/fcpfs-posterchild-would-reward-forest-destroyers-in-indonesia/; and New York Times, 22 August 2009, http://www.nytimes.com/2009/08/22/science/earth/22degrees.html.
15 Ver, texto en inglés: REDD/REDD+ Monitor, 24 June 2009,  http://www.REDD/REDD+-monitor.org/2009/06/24/offsetting-a-dangerous-distraction/. 
16 Ver, texto en inglés: “REDD/REDD+ without Rules: Another Disaster in the Making”, Global ForestCoalition,http://www.globalforestcoalition.org/img/userpics/File/forest%20cover/ForestCoverno27-september2008.pdf; REDD/REDD+ Monitor, “REDD/REDD+ will Fail with the Current Definition of Forests,”  http://www.REDD/REDD+-monitor.org/2009/09/08/REDD/REDD+-will-fail-withthecurrent-definition-of-forest/#more-2776.  Ver también CMNUCC Desición 11/CP.7 Anexo 1 (a),  h t t p : //unfccc.int/resource/docs/spanish/cop7/cp713a01s.pdf.
17 En respuesta a una pregunta del representante indígena de la Asamblea de las Primeras Naciones, el Secretario Ejecutivo de la UNFCCCm Yvo de Boer, en una reunión con la sociedad civil en junio del 2009, leyó una declaración previamente preparada que establecía que el acuerdo de Copenhague UNFCCC no estará ligado por la Declaración sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas porque no un instrumento legalmente vinculante.
18 Ver, texto en inglés: “Lack of Meaningful Consultation on R-PINs in Suriname, Indonesia, Liberia and Panama,” REDD/REDD+ Monitor, http://www.REDD/REDD+-monitor.org/?s=R-PINS.
19 Taller Técnico Internacional de Pueblos Indígenas con los estados sobre las negociaciones de la CMNUCC en Xcaret, Quintana Roo, México, 27-29 de Septiembre de 2010.
20 Ver http://target300.org/index.html
21 Ver texto en inglés: “Climate Change and Trace Gases”, Hansen, Sato, Kharecha, Russell, Lea and Siddall, NASA Instituto Goddard para los estudios del Espacio y el Goddard Institute for Space Studies and Columbia University Earth Institute, Publicado el 18 de Mayo del 2007,  Ver: Philosophical Transactions of the Royal Society A, http://www.planetwork.net/climate/Hansen2007.pdf





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