miércoles, 25 de agosto de 2010

Un daño irreparable al patrimonio ambiental de Bolivia causan los más de 12 mil incendios forestales que —en estos instantes— se están produciendo en Bolivia y que han destruído más de 2 millones de héctareas, al tiempo de haber ocasionado el cierre de 30 de los 37 aeropuertos que tiene el país, después de que varias regiones del Oriente y el Sur —principalmente los Departamentos de Pando, del Beni, Santa María, La Esperanza, Berlín, Candelaria, Palmira, San Juan, Alto Verde, San Ariel, Nazaret, Agua Dulce, Casarabe, Alta Gracia, El Cairo y San Francisco— quedaran cubiertas de humo.

Así lo señalaron diversas fuentes del gobierno y las Fuerzas Armadas, cuyo comandante en Jefe, general Wilfredo Vargas, dijo que el ejército "está en emergencia" para ayudar a apagar los focos de incendio, que se calculan en unos 12.000 en todo el país. El fuego amenaza igualmente reservas naturales, gasoductos y campos de gas. En la foto satelital, se puede apreciar claramento el impacto en un vasto territorio del país.


El director de la Aeronáutica Civil, Javier García, confirmó en rueda de prensa el cierre de treinta aeropuertos secundarios debido a la densidad del humo en varias regiones, lo que impide la salida de aviones. Según García, actualmente sólo pueden operar los aeropuertos principales situados en las ciudades de La Paz, Cochabamba, Santa Cruz, Potosí y Sucre. También, el de la localidad sureña de Yacuiba, que es una zona petrolera, y el de San Joaquín, situado en la Amazonía. No obstante, señaló que si el humo continúa incrementándose, provocando problemas de visibilidaden en las primeras tres ciudades citadas, habrá un mayor riesgo de cierre de esos aeropuertos.

Los responsables en el inicio de esta increíble cantidad de incendios son los propios bolivianos, siguiendo una vieja tradición de la región. La quema de rastrojos agrícolas, bosques y tierras forestales —una antigua práctica, conocida como"chaqueos"— es realizada por los indígenas y campesinos en esta época del año para tener más áreas de cultivo y evitarse gastos en otro tipo de programas adecuados para transformar su agricultura. El presidente Evo Morales se reunió con su gabinete para analizar esta situación, las medidas de emergencia y las sanciones que se pueden aplicar a quienes cada año recurren a esta práctica, que ya está penalizada en la normativa boliviana.

Las consecuencias de este desastre ecológico son difíciles de predecir. Sin embargo, según la OPS boliviana, desde el punto de vista la salud se han presentado casos de pacientes con cuadros de conjuntivitis principalmente por causa del humo; y gastrointestinales, que fueron tratados por los servicios locales de salud.

Las comunidades disponen de agua a través de pozos y vertientes naturales que no han sido afectadas por el momento. Se presume que podría haber efectos importantes cuando comience la época de lluvias y se contaminen con la ceniza acumulada en el ambiente, por lo que será necesario promover un proyecto de agua segura en la zona. La recuperación de suelos calcinados por el fuego para plantaciones de frutales tiene un plazo, aproximado de 5 años, mientras que la recuperación de bosques, fauna y flora es de aproximadamente 30 años. Existen datos que sugieren que en los próximos meses habrá inseguridad alimentaria para las familias que sufrieron la quema de sus sembradíos.

Las autoridades bolivianas han pedido ayuda a la comunidad internacional pues se ven sobrepasados por la tragedia que aun no ha llegado a ninguna ciudad importante. Desde el satélite, se han detectado otros siniestros fuera de Bolivia, incluyendo Brasil y Perú.

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