miércoles, 15 de diciembre de 2010

El Altiplano Central De Bolivia y El Cambio Climático

ZONA DE TRABAJO

El Altiplano Central De Bolivia y El Cambio Climático

El Altiplano Central boliviano, ubicado a una altura media de 3800 msnm que abarca el occidente de Bolivia, es una región donde las presiones relacionadas con el clima han aumentado y seguirán en aumento, debido a la variación e imprevisibilidad climática. Esto está provocando, de manera gradual, significativos impactos en el uso de la tierra, los sistemas de producción, la infraestructura y las estrategias de subsistencia de comunidades rurales.

Sistema TDPS y Cuenca De Los Ríos Mauri y Desaguadero

El sistema endorreico Titicaca - Desaguadero - Poopó - Salar de Coipasa (Sistema TDPS), es un conjunto de cuencas y subcuencas hidrográficas de carácter endorreico que están interconectadas y se ubican en la meseta del Collao. Entre 1984 a 1986 el Sistema TDPS soportó un período de fuertes lluvias que produjeron una elevación de más de dos metros del nivel normal del lago Titicaca, ocasionando graves inundaciones y pérdidas cuantiosas en toda la región.

El área definida para el trabajo del proyecto comprende la cuenca de los ríos Mauri y Desaguadero central y bajo, que a su vez se encuentra en la gran cuenca endorreica del Altiplano Boliviano.

MAPA ALTIPLANO SUDAMERICANO, SISTEMA TDPS Y CUENCA DE LOS RÍOS MAURI – DESAGUADERO

El río Mauri es el principal afluente del río Desaguadero y forma parte del sistema TDPS (Titicaca, Desaguadero, Poopó y Salares) que drena las aguas de la región del Altiplano central de Sudamérica. Cumple la función de regular la salinidad del río Desaguadero, ambos mantienen la fauna y flora en la zona y son sustento de las poblaciones ribereñas. La cuenca abarca el extremo sur del departamento de La Paz y el noreste del departamento de Oruro, en el altiplano boliviano. Tiene un área de 43.782 km2 y está conformada por 36 municipios, 18 en el departamento de La Paz y 18 en el departamento de Oruro.

Río Mauri

El río Mauri nace con el nombre río Quilvire en la Cordillera Occidental del lado peruano. Recibe el aporte de varios ríos y manantiales, por ejemplo el manantial Copapujo que tiene un caudal importante y buena calidad de agua, pero otros como el río Kallapuma lleva aguas con alto contenido de boro y arsénico por el aporte de manantiales de origen volcánico.
Desde la confluencia con el río Blanco hasta la confluencia con el río Desaguadero en el municipio de Calacoto (La Paz), el río Mauri discurre por la planicie altiplánica siguiendo un curso de suave pendiente. Su cauce se hace muy ancho y poco profundo y los márgenes a ambos lados están sujetos al riesgo de inundaciones.

Río Desaguadero

El río Desaguadero es un afluente del lago Titicaca (3810 msnm), nace en el extremo suroccidental del mismo, y desemboca en el lago Poopó (3686 msnm). El más importante de sus aportantes es el río Mauri, que atraviesa una vasta zona montañosa de la Cordillera Occidental y una importante meseta volcánica.
A partir de la confluencia con el río Mauri, el río Desaguadero sufre cambios morfológicos significativos: su pendiente aumenta con respecto al tramo aguas arriba (municipio de Calacoto) y -con ello- su velocidad de flujo. El tamaño medio del material del cauce del río Desaguadero se incrementa, debido a los aportes de sedimentos más gruesos provenientes sobre todo del río Blanco. El río Desaguadero, luego de recibir las aguas del río Mauri, entre las estaciones de Ulloma y Chuquiña, presenta la existencia de sistemas de riego que entran en funcionamiento entre julio – diciembre.

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martes, 14 de diciembre de 2010

La comisión del Mauri volvió sin verificar el desvío

La Paz, 21 de sep. Una comisión boliviano-peruana viajó ayer a verificar el desvío de las aguas del río Maure en Perú y su impacto en el lado boliviano, sin embargo, retornó sin lograr el objetivo. El informe debía ser parte del trabajo de una comisión bilateral que se reúne hoy para tratar ese tema.
La comisión del Mauri volvió sin verificar el desvío
La comisión estaba compuesta por el asesor de la Cancillería, Juan Carlos Alurralde; el secretario General de la Gobernación de La Paz, Jhonny Bautista; el diputado suplente Carlos Troche (MAS), la coordinadora de la comisión, Patricia Valdez, y el ministro consejero de la Embajada del Perú, Manuel de Cossío. 

La Razón también se desplazó hasta la zona en conflicto. En Charaña, dirigentes campesinos informaron que la comisión estuvo en este poblado fronterizo, pero decidió no trasladarse hasta el lugar del desvío del río, distante a ocho horas de viaje hacia territorio peruano.

“No se visitó el lugar donde están los canales que desvían el río Mauri. La comisión peruana dijo que no existen problemas y la Cancillería (de Bolivia) no dio su posición”, reclamó a este diario el Qhapaq Mallku de Charaña y miembro del Parlamento Aymara, Máximo Paredes.

Este medio constató el 7 de septiembre el desvío del caudal de las aguas del río Maure en el vecino país, que desembocan en Bolivia con el nombre de río Mauri. También se verificó la construcción de obras para nuevos desvíos.

El lunes 13, la Embajada del Perú informó que su país nunca “ha desviado, desvía o desviará” esas aguas, empero, la Gobernación de La Paz y la Cancillería afirmaron lo contrario. El diputado Troche confirmó ayer que la comisión no llegó a verificar el desvío de las aguas de ese río.

El legislador sostuvo que la agenda definida entre la Cancillería y la Embajada del Perú no habría contemplado el viaje hasta el lugar del desvío, aunque ante la insistencia de mayor precisión sobre los responsables de esa decisión, indicó: “No hemos podido llegar, es distante y el tiempo para la reunión de mañana (hoy) iba a ser bastante corto”.

Una comisión bilateral se reunirá hoy en La Paz para tratar este tema, aunque Troche dijo que ésta sería la sexta reunión. “Ya han hecho cinco reuniones, mañana (hoy) es la sexta, y nosotros ni siquiera conocemos el tema de la agenda que se tratará”, cuestionó el legislador.

El comunario de Charaña, Lino Cusi, quien señaló que acompañó a la comisión binacional, aseguró que la coordinadora de la delegación, Valdez, no quiso ir a la zona en conflicto argumentando que “no se tiene permiso para llegar al lugar”. Paredes demandó a las autoridades bolivianas tomar en cuenta a los comunarios en el diálogo con Perú sobre las aguas del río Mauri. “No-sotros tenemos derecho para mostrar nuestra posición”, exigió.

Mientras que Cusi expresó que esta situación se arrastra desde hace varios años. “El tema sigue igual que antes, desde gobiernos pasados que no nos escuchan, de qué cambio hablan”, cuestionó el dirigente. 

El presidente de la Comisión de Política Internacional del Senado, Fidel Surco, explicó que no presidió la comisión porque no estaba la contraparte peruana.

El efecto del desvío del río

Situación
El desvío de las aguas del río Mauri en el lado peruano provoca la disminución del caudal del lago Poopó, con consecuencias en la agricultura y pesca. Hay preocupación en poblados aledaños al río.
La Razon




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sábado, 4 de diciembre de 2010

LA DESTRUCCIÓN DE LA BIODIVERSIDAD TIENE LAS MISMAS CAUSAS QUE LA DEGRADACIÓN SOCIAL

ENTREVISTA CON EL BIOLOGO FRANCES ROBERT BARBAULT

“La destrucción de la biodiversidad tiene las mismas causas que la degradación social”
Barbault es un reconocido especialista de la biología de las poblaciones humanas y, a partir de los años ’80, uno de los primeros que reflexionó sobre el concepto de “biodiversidad”. En su reflexión se aúnan dos fuentes disociadas: la ecología naturalista y la ecología política. El resultado resalta una evidencia no siempre destacada: “Nuestra existencia se funda sobre los sistemas vivientes”. De allí su cruzada científica contra el crecimiento del PIB como única variable del desarrollo y su defensa de una “cooperación” con el tejido viviente del planeta.

Por Eduardo Febbro

Desde París

¿Qué es la vida? Un paseo a través de las pasarelas de la Galería de la Gran Evolución del Museo de Historia Natural de París bosqueja una respuesta singular: los elefantes, los dinosaurios, las jirafas, las cebras, los monos, los tigres, los rinocerontes, las focas, los incontables pájaros y mariposas componen un retrato alucinante de la diversidad de la vida terrestre. Del silencio atomizado de esos animales, de su eterna inmovilidad científica ofrecida a la observación, se desprende una sensación de admiración, de extrañeza y de hermandad sustancial con aquel laberinto de especies. La terminología moderna define esa variedad de seres vivos que pueblan la Tierra con un término no siempre comprendido en su exacta profundidad: la biodiversidad, eso que el biólogo francés Robert Barbault llama “el tejido viviente del planeta”. Tejido, red, malla, entrelazado, entramado, la relación entre las especies es una interconexión permanente que no excluye al ser humano. Barbault es un reconocido especialista de la biología de las poblaciones humanas y, a partir de los años ’80, uno de los primeros que reflexionó sobre el concepto de “biodiversidad” que el entomólogo Edward Wilson puso de moda cuando advirtió sobre la acelerada desaparición de las especies. Biólogo, profesor en la Universidad de París VI y director del Departamento Ecología y Gestión de la Biodiversidad en el Museo Nacional de Historia Natural, Barbault ha explorado ese “tejido viviente” pero no como una curiosidad científica sino en su relación más directa y peligrosa con las sociedades humanas. En su libro más célebre, El elefante en la cacharrería (Editorial Laetoli, 2009), el biólogo francés analizó la “destrucción programada de la biodiversidad” bajo la presión del crecimiento de las sociedades humanas. La Unión Internacional de Conservación de la Naturaleza (UICN) calcula que una tercera parte de las especies animales o vegetales están amenazadas de extinción y que la velocidad de esa extinción es mil veces más elevada que el ritmo natural. Barbault aúna en su reflexión dos fuentes disociadas: la ecología naturalista y la ecología política. El resultado es un trabajo riguroso y claro que resalta una evidencia no siempre destacada por la ecología política: “nuestra existencia se funda sobre los sistemas vivientes”, todo lo que consumimos “proviene de los seres vivos”. De allí su cruzada científica contra el crecimiento del PIB como única variable del desarrollo y su defensa de una “cooperación” con el tejido viviente del planeta, es decir, con los seres vivos. Robert Barbault observa a menudo que de la biodiversidad sólo percibimos la palabra, que Occidente vive tan alejado de la biodiversidad que hasta perdió la conciencia de que la aventura del ser humano en el planeta es posible gracias a ella, incluso cuando consumimos gas o petróleo. ¿Qué es la vida? Pues precisamente eso: un tejido de diversidades que la especie humana se ha empeñado en destruir.


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